BITTERSWEET | pjo

xv.- Salida del árbol

Tras la victoria de Percy y Annabeth en la carrera de carros, Grover anunció que pasaría el resto del verano con ellos antes de reanudar la búsqueda de Pan. Pero no todo era color de rosa, Tyson se había ideo al palacio de Poseidón, y esa era la razón por la que Rocío caminaba en dirección al lago.

—¿Llegue tarde? —pregunto levantando la mirada de su libreta para ver a Grover, Annabeth y a Percy pestañeando como loco

—Tyson... ha tenido que...

—Ya lo sabemos —repuso Annabeth en voz baja—. Nos lo ha dicho Quirón

—Las fraguas de los cíclopes. —Grover se estremeció—. ¡Me han dicho que la comida de la cafetería es horrible! ¡No hay enchiladas, por ejemplo!

—Vamos, ojitos marinos. Es hora de cenar, ¿no tienes hambre? —hablo Rocío tomando la mano del chico

—¿Estás bien? No te vi en la carrera —pregunto Percy una vez que comenzaron a regresar al pabellón

—Estaba castigada. Felicidades por ganar

Se separaron para cada uno ir a su mesa. Rocío arrojo casi toda su comida, se fue a sentar, abrió su libreta y siguió dibujando con el ceño fruncido mientras comía una que otra fresa.

Al terminar e irse al anfiteatro, Percy arrastro a Rocío hacia un rincón un poco apartado.

—¡Cuidado con mi libreta! —reclamo cunado fue arrastrada con él—. ¿En qué problema te metiste?

—Eso te lo iba a preguntar. ¿En qué te metiste?

* * *

Aquella noche se desató una tormenta tremenda, aunque dio un rodeo en torno al Campamento Mestizo, como siempre hacían las tormentas. Los relámpagos rasgaban el horizonte y las olas arreciaban en la playa, pero no cayó una sola gota de agua en todo el valle. Estaban otra vez protegidos, gracias al Vellocino de Oro; aislados dentro de las fronteras mágicas.

Luego de que todos se tuvieran que ir a dormir, Percy arrastro a Rocío a su cabaña para una especie de pijamada. Ahora los dos estaban sentados en la cama del mayor usando pijama y con un paquete de galletas.

—Espera... ¿Mi mejor amiga es la reencarnación de una diosa antigua que provoco una guerra y murió por ella?

—¿Soy tu mejor amiga? —cuestiono Rocío acomodándose bien en la cama

Percy asintió.

>>Volviendo al tema, lo soy, ¡sorpresa!

—¿Hace cuánto lo sabes? ¿Cuántos lo saben?

—Más o menos desde mi castigo. Y ¿contándote a ti? Quirón, el Sr. D, creo que todos los dioses, algunos monstruos, tú y ya. Poca gente.

—Debo admitir que provocar una guerra si suena como algo que harías.

Rocío meneo la cabeza pensando que si sonaba como algo que sería su culpa.

Tras dar un golpe en la puerta y Grover entró sin esperar respuesta

—¡Percy! ¿Rocío? ¿Qué hacían? Eso da igual, luego me cuentan —balbuceó—. Annabeth y Lani... en la colina...

La expresión de sus ojos decía que algo iba espantosamente mal. Aquella noche Annabeth y Lani tenían turno de guardia para proteger el vellocino. Si había ocurrido algo...

—Una noche en paz, solo eso quiero —murmuro Rocío levantándose de la cama

—¡Ten! —exclamo Percy lanzándole una sudadera