¿Cómo un musical de dos horas y media de duración, estrenado en Broadway en el 2015, apoyado por los exmandatarios de E.E.U.U. Barack y Michell Obama, el cual cuenta la vida de un padre fundador muerto hace más de 200 años a través del rap, ha alcanzado la fama con la que cuenta sin perder su esencia? Es por cada uno de estos motivos planteados por los que a cuatro años después de su estreno Hamilton: an american musical ha estrenado su proshot en Disney+ y protagonizó el desfile de Macy's por el Día de Acción de Gracias, incluso con una pandemia en proceso.
En el caso de que hablemos de Hamilton como un libro de historia o documental, nos estaremos apartando mucho del verdadero propósito que este musical y de cómo la mente de Lin-Manuel Miranda deseaba plasmar los hechos sobre el escenario. El musical cuenta la historia de la revolución americana desde la perspectiva del padre fundador Alexander Hamilton, un inmigrante del Caribe. Los sucesos ocurridos entre 1776 y 1804, en lo que era una colonia de los británicos, son resumidos en dos horas y media con canciones en su mayoría formadas a través del rap y el hip-hop, unas cuantas baladas y varias referencias a la cultura popular estadounidense.
Según el artículo de MacGraw Hill en Antropología de la cultura: "las culturas son tradiciones y costumbres, transmitidas mediante aprendizaje que forman y guían las creencias y el comportamiento de las personas expuestas a ella." (p. 5), de acuerdo con esto no es sorprendente que Miranda haya escrito el musical utilizando las raíces vernáculas de la música estadounidense de este tiempo. Entre más retrocedamos en las influencias de Miranda, más nos daremos cuenta de que al igual que en West Side Story —un musical que de la misma forma que The Sound of the music se encuentra en su repertorio familiar— se usa el jazz como medio comunicador central ya que esta era la vernácula en esta época; e incluso queda más claro cuál es la música vernácula de este tiempo y que Miranda utilizó para que las canciones no se pudieran despegar de la cabeza de quien las escuchara: el rap y el hip-hop.
El siguiente paso, para que un musical sobre historia norteamericana triunfara, era encontrar a las personas correctas en el tiempo indicado y que estas se interesaran en el proyecto, que en un inicio sería nada más que un álbum conceptual, sin libreto y sin puesta en escena. Todo cambió cuando se le pidió a Lin-Manuel Miranda actuar en la poetry jam de la Casa Blanca, lo esperado era que cantara algo relacionado a su reciente musical ganador del Tony "In the Heights"; no obstante, al contar con el demo de Alexander Hamilton —el número de apertura del supuesto álbum conceptual— interpretó la canción frente al-ese-entonces presidente y primera dama. La primera impresión ya estaba generada, Barack Obama tenía las puertas abiertas de un medio que impulsara a las artes y a su vez un recordatorio del patriotismo impregnado en la historia de su país; el poder había pasado de él a las tablas del Public Theater y luego a Broadway.
Es aquí que la postura de Gilles Deluze en Los intelectuales y el poder se resalta, dice: "Hay inversiones de deseo que modelan el poder, y lo difunden, y hacen que el poder se encuentre tanto a nivel del policía como del primer ministro, y que no exista en absoluto una diferencia de naturaleza entre el poder que ejerce un simple policía y el poder que ejerce un ministro." (p. 4); únicamente es necesario cambiar Hamilton por "policía" y la cita se explica sola. El poder mediático que Hamilton tuvo y tiene es inexplicable a nivel de teatro musical, este género y sus practicantes en general son tachados como "los excluidos" dentro del rango educativo; a pesar de que luego son una de las principales fuentes de entretenimiento para quienes tienen los suficientes ingresos y pueden costear un asiento en el teatro Richard Rogers o cualquiera que se encuentre dentro del complejo de Broadway.
La carnada estaba puesta y los dados tirados, y las opiniones no faltaban: la mayoría amó el musical, pero hubo sectores que hubieran querido un mayor respeto a los componentes históricos que se integraron en este. Obviamente ni Thomas Jefferson, ni George Washington, ni Aaron Burr eran hombres de color ejerciendo el poder en una época donde la esclavitud era un servicio más para aquel que era dueño de tierras o participaba en los negocios de intercambio de personas. Tampoco es un hombre norteamericano blanco el que se encargó de escribir el libreto y las canciones de la historia del inmigrante del Caribe que iba a Nueva York para ver si con una guerra se hacía un nombre; sino que se trató de Lin-Manuel Miranda, el hijo de un puertorriqueño, habitante de Washington Heights, que es un barrio con alta concentración latina.
De igual manera la compañía que integra al musical está compuesta por personas de color, latinos, asiáticos y negros, y cuya política con respecto a las audiciones para interpretar a los personajes del musical, mantiene esta consigna para cualquier representación del espectáculo en todo el mundo. Los padres fundadores dueños de esclavos, ahora eran representados por hombres negros que reclamaban ese pedazo de cultura que se les fue arrebatada; y se evidencia fielmente en Daveed Diggs como Thomas Jefferson, Leslie Odom Jr. como Aaron Burr, Okieriete Onaodowan como James Madison y Chris Jackson como George Washington. Según las palabras del libro "Hamilton The Revolution" y varias veces repetidas por su creador: "Esta es una historia de la América del pasado, contada por la América del presente"1. Este cambio es el más conflictivo —o al menos lo fue— para aquellos que no deseaban que las personas (especialmente los niños) confundieran las figuras históricas con las representadas sobre el escenario. Y aunque Miranda no ganó ningún Tony —galardones que celebran a los mejores en el teatro estadounidense— por su actuación; Leslie Odom Jr. y Daveed Diggs, dejaron en alto a la comunidad afroamericana al llevarse en estos mismos premios los títulos de mejor actor principal y mejor actor destacado en un musical.
Aquel fue un golpe directo contra la hegemonía dentro y fuera del teatro musical. Este siendo un producto que no era ni cine ni televisión, lograba dominar a masas y grupos de personas que compartían intereses tanto en musicales, como en música urbana y hasta historia. Sousa Santos lo dice mejor en la Refundación del Estado en América Latina: "El uso contrahegemónico [...] significa la apropiación creativa por parte de las clases populares para sí de esos instrumentos a fin de hacer avanzar sus agendas políticas más allá del marco político-económico del Estado liberal y de la economía capitalista." (p. 59). Lin-Manuel Miranda y su equipo trajo a las clases populares a una visibilidad en el medio artístico imposible de lograr sin un medio como lo es Hamilton que integra estos tres saberes a los que me he referido a lo largo del ensayo.
El legado de aquellos hombres blancos que aspiraban la libertad, aun cuando se negaban a liberar a sus esclavos, ahora es el de artistas talentosos que se apropiaron de la identidad y cultura que se les fue arrebatada. A la vez que estos artistas utilizan el poder y la figura de esclavistas, quienes tenían en su potestad contar la Historia que más les convenía, reúnen el valor y se muestran a favor de una sociedad que busca romper con los esquemas antes establecidos. Se instituyen en un medio del que nadie esperaba nada, voltean la hegemonía desde el interior e inclinan la balanza hacia la forma de expresión más primitiva: el arte.
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Referencia Bibliográfica:
Alyssa Rosenberg, «Hamilton is associated with Obama. It's a better musical with him out of office». The Washington Post. Publicado el 25 de abril de 2017. Consultado el 7 de diciembre de 2020. Recuperado de https://wapo.st/36W31Ll
Howard Ho, «The Vernacular Principle: How Rap Works in Hamilton part 3». Video en YouTube, publicado el 21 de julio de 2020. Acceso el 8 de diciembre de 2020. https://youtu.be/84NcQT4Ekgw
Lin-Manuel Miranda y Jeremy McCarter, «Giving the history of Ron Chernow. Hamilton The Revolution». (New York: Grand Central Publishing, 2016). Libro digital.
MacGraw Hill, «Antropología de la cultura». Consultado el 8 de diciembre de 2020. PDF.
Michael Paulson, «Lin-Manuel Miranda, Creator and Star of 'Hamilton,' Grew Up on Hip-Hop and Show Tunes». The New York Times. Publicado el 12 de agosto de 2015. Consultado el 8 de diciembre de 2020. Recuperado de https://nyti.ms/2JMaggh
Michel Foucault y Gilles Deleuze, «Los intelectuales y el poder». Entrevista transcrita. Consultado el 8 de diciembre de 2020.
Sousa Santos, «Refundación del Estado en América Latina». Capítulo 4. PDF.
The Obama White House, «Lin-Manuel Miranda Performs at the White House Poetry Jam: (8 of 8)». Video en YouTube, publicado el 2 de noviembre de 2009. Acceso el 8 de diciembre de 2020. https://youtu.be/WNFf7nMIGnE
N/A Tengo la tendencia a subir mis ensayos de la universidad aquí porque trato a este libro como una especie de blog. Si quieren vean el video de Howard Ho, él explica música de forma increíble e incluso logras creer que entiendes de escalas y notas.
Gracias por leer ;D
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In the Winter's Trail - one shots lams
Ngẫu nhiênEsta es una colección de historias, algunos cuentos y por lo general one-shots de parejas que rondan a menudo en mi cabeza. Adéntrate a mi mundo si te atreves, quedas advertido. Para más información, revisar el índice. Incluye: • Lams • Kingbury • H...