Sin más que alguna explicación inexistente, John se colocó las botas y salió con su bolsa de cuero colgando de su hombro al bosque donde podría pensar mejor. La mayoría del tiempo no estaba seguro de lo que hacía y si acaso encontraba el rumbo por el que había pedido dirección por años, aquel camino terminaba llevándolo hacia un precipicio que no tenía fondo. En algo parecido podía resumir su existencia e incluso, era más probable que de eso se trataba, que su vida valía lo mismo que una hoja que cambiaba de nombre—de identidad cuando tocaba el suelo y se reunía con sus compañeras.
¿Eso era él? ¿Una hojarasca? ¿O acaso continuaba sujeto al árbol?
La encrucijada en la que se había topado lo obligaba a tomar una decisión que marcaría su estancia en el campamento. ¿Necesitaba de la savia del árbol al que se estaba aferrando para seguir viviendo?
Cerca del lago, se había sentado, recostando su espalda contra un roble cuyas hojas estaban casi completamente naranjas. Al levantar la mirada, el ocaso reflejado contra el agua y las franjas multicolores que dejaban pintadas en el aire, le dio la perfecta postal para recordar en medio de su crisis.
Solo le faltaba un modelo que pudiera merecer estar en el cuadro.
Mientras tanto, sacó su cuaderno del bolso de cuero y un lápiz de grafito tan largo como su dedo meñique. La siguiente ocasión que le permitieran salir a la ciudad, compraría cosas verdaderamente necesarias. Esa era una nota para después. Había salido a caminar para pensar y valorar sus opciones, no para martirizarse frente a posibilidades que estaban servidas en bandeja de plata y que solo podían ser traducidas como blanco y negro.
Sus ideales no eran ni de uno ni de otro color. John se refugiaba en la pequeña franja gris que pasaba desapercibida la mayoría del tiempo y la que nadie tomaba en cuenta porque pensaba que debía decidirse entre ambas.
¿Por qué volar sabiendo que tienes alas cuando podías descansar tranquilamente en una rama? ¿Y por qué descansar cuando había tanto por descubrir y tienes los medios para hacerlo? ¿Le debía algo a quienes no tenían sus posibilidades o estaba cayendo en la mezquindad?
—Esto sería mil veces más fácil si Alexander hablara y hablara, así podría ignorarlo y responder la pregunta rápido... —pensó en voz alta, los dientes apretados y el grafito rasgando la hoja crema en la que trataba de replicar la fugaz imagen frente a él— para luego solo tener que escucharlo.
Lo último también lo había dicho, estaba consciente de eso, sabía que, aunque Alexander podría ser una astilla en el dedo. Él lo mantenía a flote y enfocado en lo que requería resolver, con la mera excusa de que, si lo resolvía rápido, podría enfocarse de vuelta en lo que continuaba diciendo.
—No debí irme sin... No, John, necesitabas pensar —respiró pesado tamborileando su pulgar contra la hoja que tenía el boceto listo, si tan solo tuviera los colores exactos—. Fue una tontería hacerlo... así de repente... así sin avisar.
Sí, eso era en lo que debía enfocarse. Desenredar el manojo de lana en el que se habían convertido sus pensamientos y esperar con ansias a que, en algún lugar del trayecto, esquivando nudos y dándole vueltas al mismo hilo, pudiera llegar al final. Era lo único que pedía.
Hace tiempo ya se había resignado a no alcanzar todo su potencial, había algo en ese momento en su vida en el que estaba que se había encargado de asegurárselo, algo que le había impedido preguntarle eso a Alexander, más cuando se suponía que llevaban tan poco conociéndose.
Nuevamente la escena frente a él se repetía, el dibujo ya casi terminado y el sol siendo devorado por los árboles del fondo le recordaban la hora. Quizá no haciendo eso y no en esa posición, pero por algo el lugar le daba un aire de familiaridad desde que lo pisó.
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In the Winter's Trail - one shots lams
De TodoEsta es una colección de historias, algunos cuentos y por lo general one-shots de parejas que rondan a menudo en mi cabeza. Adéntrate a mi mundo si te atreves, quedas advertido. Para más información, revisar el índice. Incluye: • Lams • Kingbury • H...