En casa De Rusia P3/???

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México finalmente reaccionó, soltó los vasos provocando que estos se estrellaron en miles de pedazos contra el suelo, con las manos libres, el latino empujó lo más fuerte que pudo al de hoja de maple. El omega se mostraba sonrojado, pero más que nada molesto por las acciones del alfa. El tricolor sintió un escalofrío recorrer su espalda, Canadá lo miraba como si de un león acechando a una gazela se tratase. El más alto estaba por acercarse cuando un fuerte estruendo y pasos acercándose a gran velocidad lo alertaron.

-¡¿Qué pasó?! -

La potente voz del Sovietico los hizo girar a los dos hacia las puerta de la cocina, el rostro del de ushaka se veía ensombrecido y verdaderamente molesto, incluso México que no lo conocía del todo pudo detectar un aura asesina alrededor de él. El omega de pronto bajó la mirada, pero no por sumisión, si no para ver los pedazos de los vidrios esparcidos por todo el lugar, no pudo evitar sentir como la  vergüenza lo invadía. Su cuerpo se tensó al ver como el euroasiático se acercaba a él a paso firme aún con el semblante frío que le hizo sentir como su corazón se estrujaba. El tricolor se agachó para poder levantar los pedazos de vidrio más grandes con las manos con sumo cuidado. Pero sus acciones fueron detenidas por las grandes manos del ruso sujetando las suyas, México no pudo evitar cerrar los ojos con algo de fuerza esperando algún grito o reclamo por parte del dueño de la casa, pero su sorpresa fue enorme al sentir el agarre delicado por parte del alfa tricolor, como si el pequeño omega fuera la más delicada porcelana y debía traerlo con total cuidado, cuando el mexicano alzó su mirada bicolor, se topó con Rusia mirándolo con total comprensión, incluso juraría que lo veía con ¿Cariño? No, eso era imposible.

-¿estas bien? ¿Qué sucedió?

-Ah… Y, yo… Los vasos se me resbalaron, el señor Canadá se ofreció para ayudarme a llevarlos pero yo me negué y pues… Lo siento mucho, fue mi culpa. Prometo pagar los vasos que rompí.

Finalmente ambos menores ingresaron también a la cocina, Bolivia venía cargando a Amerus en su espalda a modo de caballito, los dos iban con los ojos muy abiertos, como si hubieran visto algo sorprendente.

-Папа, Corres tan rápido como un lobo-

-lo atrajo el sonido de los vasos que rompí -

-Het, poco antes de que se escucharán los vasos rompiéndose, Папа salió corriendo de mi habitación,-

-como dijo Amerus, el señor Rusia parecía como si hubiera detectado algo, es simplemente veloz para su gran tamaño, incluso bajó las escaleras de un solo salto, fue muy impresionante. Yo me habría roto una pierna -

De pronto, Rusia pudo sentir su rostro arder, era verdad lo que los menores decían, un par de segundos antes de que se escucharan los vasos estrellándose contra el suelo, él pudo  detectar un chillido de peligro por parte del omega mexicano, que al parecer sólo él pudo escuchar, eso lo hizo correr lo más rápido que pudo, no comprendía porque el miedo lo invadió en ese momento, solo deseaba llegar hasta donde México estaba. Aún sin soltar las pequeñas manos del latino, ambos se pusieron de pie, Rusia le pidió a su hija que fuera por una aspiradora, Bolivia se ofreció para acompañar a la menor y también para ayudar, y juntos fueron por lo que el adulto había solicitado.

El de ushaka volteo a ver al de hoja de maple de manera algo molesta, el bicolor se mostraba con una sonrisa y semblante tranquilos, por alguna razón eso molestó enormemente a Rusia.

-Canadá ¿podrías llevar otros vasos a la mesa por favor? -

Comenta tranquila y con una suave sonrisa el europeo, la sonrisa del mencionado se borra por unos momentos, pero sin decir nada hace lo pedido, de igual manera debe contestar una llamada que lo hace suspirar pesadamente. Amerus y Bolivia finalmente llegan con la aspiradora y comienzan a limpiar el desastre que se formó. México tiene la intención de ir para poder ayudarlos, pero el Sovietico mayor se lo impide al no soltar sus manos, el tricolor omega voltea a ver curioso a su contrario, se sobresaltó ligeramente al sentir como su rostro es acunado por la gran mano de Rusia de manera delicada y cariñosa. Por lo general, México se hubiera alejado de forma discreta, ya que no suele darle tanta confianza a la gente, y menos a los alfas, pero por alguna razón el tacto del ruso lo reconforta y lo hace sentir seguro, sin poder evitarlo, recarga un poco su peso en la mano del más alto.

-dime ¿qué fue lo que pasó? se honesto conmigo, Мексика-

El mencionado no sabe realmente cómo explicar lo que sucedió, la verdad no quiere dejar en mal a Canadá, ya que él sí forma parte de esa familia y pues el mexicano apenas y se puede considerar un conocido. Así que se ve obligado a mentir

-De verdad los vasos se me resbalaron, soy muy torpe. Se ve que eran carísimos, juro que se los pagaré con mi próximo sueldo y…. -

Un dedo en sus labios lo hace callar, Rusia se niega rotundamente a que el mexicano pague nada explicando que son simples vasos, que incluso tiene más o que luego puede comprar otros, para el soviético no hay problema alguno.

Tan metidos están en la conversación que no se han percatado de unos ojitos que curioso miraban la escena. Amerus y Bolivia observan risueño a los adultos, los cuales están rodeados de una atmósfera muy dulce. Pero es entonces que la pequeña puede detectar que su tío Canadá ya viene de regreso a la cocina mientras revisa algo en su celular, así que lo fue a interceptar junto al sudamericano, los cuales pasaron discretamente junto a los tricolores que ni siquiera los notaron.

La pequeña tomó a su tío de la mano con el pretexto de que los otros dos adultos llevarían la comida al comedor en unos minutos, y de mala gana, Canadá se dejó llevar por los menores.

Por primera vez, Rusia pudo admirar más a detalle el bonito rostro del mexicano, siente que se pierde en esos precioso ojos bicolor de su contrario. Su corazón comienza a golpear fuerte en su pecho, y sin pensarlo, toma la otra mejilla del omega. De forma delicada, comienza a dar suaves caricias con su pulgar en el rostro del tricolor, puede sentir que su piel es realmente suave y tersa, México da un suspiro involuntario. El Sovietico traga saliva, su mirada se posiciona en los carnosos labios del más bajito, los cuales lucen apetitosos y con un tenue rosa natural.

El latino puede ver como el ruso se inclina un poco para poder estar más a su altura, un dulce y delicado aroma inunda las fosas nasales del alfa, “panquecitos de chocolate”sin realmente desearlo, el euroasiático liberó sutilmente sus feromonas, las cuales olían a té de manzanilla. Ambos sienten sus mejillas arder y poco a poco cierran los ojos.

Más sin embargo un recuerdo fugaz llegó a la mente del alfa, ese delicioso aroma era muy similar al que América portaba al inicio de su “relación“ cuando se cautivo de él, pero poco después cambió a una combinación de galletas de mantequilla y miel.

Ambos labios estaban a nada de unirse, podían sentir el aliento del contrario. México recargó sus manos en el amplio pecho del ruso, pero abrió sus ojos de golpe al detectar algo raro.

-Señor Rusia-

-¿mmmmm? -

-Huele a quemado -

Ante las palabras de México, Rusia también abrió sus ojos como plato y se gira rápidamente hacia el horno, del cual ha comenzado a salir un poco de humo, el Sovietico rápidamente corre para intentar salvar la cena, pero al abrir la pequeña puerta de cristal, el humo negro sale causando que ambos adultos comienceb a toser como locos, el de ushaka logra ver que la temperatura de la cocción fue aumentanda a casi lo doble, un gruñido de molestia escapa de sus labios, voltea a ver a México, pero el latino ya se encuentra en el lavabo humedeciendo un trapo, el cual entrega al euroasiático para que cubra su nariz y boca.

-¿Qué sucede aquí? -

El grito casi histérico del canadiense sobresalto al dueño de la casa, México tomó con ayuda de unos trapos el traste con la comida quemada que parecía carbón de carne asada, sin pensarlo mucho corrió hacia la ventana que anteriormente el bicolor había abierto, y por allí lanzó al causante de todo ese humo y horrible olor a quemado (la comida) la cual fue a dar a unas bonitas rosas rojas.


Todo parecía indicar que saldría muy cajeado de esa casa.





Nota, aquí en mi pueblo "cajeado" significa a salir debiendo algo

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