Destinos Entrelazados

Se Cancela

Antes que me quieran matar, así es el título del capitulo uwu

-Tú me lo quitaste -

Las últimas palabras dichas por el mexicano aún retumbaban en la cabeza del ruso ¿Como era posible que hubieran estado juntos si ambos eran omegas, eso era antinatural según la mayoría de la sociedad. Su ceño se frunció, en molestia mientras mira de un lado a otro como esperando encontrar la respuesta a su duda, mil y un recuerdos llegaron a su mente como una granizada, en su cabeza, el rompecabezas que había intentado armar durante tanto tiempo por fin comienza a tomar forma.

Recuerda cuando va a la universidad Phoenix con la intención de tomar unos cursos en administración, mientras caminaba por los pasillos, un delicioso aroma a panqueque de chocolate llegó a sus fosas nasales, sin desearlo quedó cautivado por las exquisitas feromonas que algún omega había liberado, pero al haber tantos estudiantes, le resultó difícil encontrar al dueño del aroma.

Rusia sacude la cabeza, ya tendría tiempo para pensar en eso y resolver el misterio, por ahora su prioridad es encontrar a México, así que rápidamente sale del baño y se dirige hacia donde está el recepcionista, el hombre miraba hacia la calle, pues tal parece que ha comenzado a llover

-Disculpa ¿viste a mi.... -

-¿Pareja? Si, dejo algo de dinero para pagar su parte ¿Acaso la comida no fue de su agrado? Les podemos cambiar el platillo sin problema -

-No es eso, no se preocupe pero por favor ¿me podría decir por donde se fue mi pequeño?

El empleado le indicó a Rusia por donde vio que México se fue hacía unos momentos, agradeciendo y dejando una jugosa cantidad de dinero, el Sovietico sale corriendo del establecimiento a gran velocidad. Mientras tanto, el tricolor caminaba sin importarle la lluvia que caía sobre su esbelto cuerpo, su ropa ya estaba algo mojada causando que México se estremeciera de frío. Se maldecía por no haber llevado una chamarra pues a cada instante la temperatura descendía más

Un poco afligido, el omega detuvo su andar y recargo su hombro en la barda más cercana mientras cerraba los ojos. Tenía demasiados sentimientos encontrados, si era honesto con él mismo, no odiaba a Rusia por haberle quitado a América, al menos ya no, pues sabía perfectamente que él no hubiera podido darle al americano la familia que tanto deseo tener, así que supero ese sentimiento hacía mucho tiempo, aunque claro que quedaron secuelas en su autoestima y confianza. Cuando México conoció al otro omega, este se hacía pasar por alfa, ya que utilizaba feromonas de uno, y un inhibidor para ocultar las propias. El latino lo descubrió por casualidad, y aunque al principio se molestó un poco, quería tanto al de cincuenta estrellas, que decidió darle la oportunidad que le pidió, pero los dos sabían perfectamente que su amor tendría muchas cosas en contra, como la madre de América, Francia.

Al abrir sus ojos nuevamente, pudo ver que la lluvia se había intensificado, pero curiosamente él ya no se estaba mojando, extrañado alza su mirada sólo para ver como Rusia lo estaba protegiendo con su propio saco para que no se mojara, México miraba con los ojos bien abiertos al Sovietico quien se mostraba honestamente preocupado.

-Señor Rusia, yo..... -

-México, por favor, perdóname. Yo realmente no quería quitarte a quien querías. Yo era joven y actúe cegado por mi instinto, te lo juro por Amerus que no fue mi intención..... Comprenderé si no deseas verme más -

El omega baja la mirada, ni siquiera sabe cómo debería sentirse ¿triste? ¿Enojado? Las dudas invaden y nublan su pensamiento. Solo desea salir corriendo y desaparecer. Pero como una luz en medio de la tempestad, la mencionada del nombre de la infante disipa gran parte de su negatividad, esa pequeña era sin duda el motor, no sólo de Rusia, si no que también lo fue de América mientras vivió. Se veía que Canadá también la adoraba, Bolivia también le había tomado mucho cariño, incluso veía a su adorado hermano más contento desde que se hizo amigo de la portadora de la ushanka. Y bueno, que decir de él mismo, también estaba queriendo demasiado a ese pequeña traviesa, no supo cómo ni cuando le tomó tanto afecto, pero lo hizo.