-¿POR-QUÉ-LE-DI-JI-STE-QUE-NO? -
reclama el boliviano mientras golpea a su hermano con la pequeña alpaca de peluche, ambos omegas se encuentran en el sillón, México sentado y Bolivia a su lado repartiendo golpes sin oportunidad a una tregua. El mayor de los latinos se cubre de la lluvia de “peluchazos” que caen sobre su cabeza. La verdad es que no le duele en lo más mínimo.
Apenas el tricolor con escudo de águila ingresó a su hogar, fue recibido alegremente por el pequeño sudamericano, que mostró una enorme sonrisa al ver el peluche que días antes Amerus le había regalado con tanto cariño. México le explicó que la de ushaka se lo había mandado con Rusia, quien lo fue a visitar a su trabajo. El adolescente se extrañó un poco de que el alfa hubiera accedido al capricho de su hija, pero decidió no tomarle mayor importancia, no fue hasta que México le dijo que también había ido para invitarlo a salir, que Bolivia lo volteo a ver con la cara llena de ilusión, ilusión que se fue al carajo cuando escucho como el norteamericano había rechazado dicha propuesta. Pero que el Ruso le dio una tarjeta con su número de celular por si cambiaba de opinión
El mexicano pudo ver cómo la sonrisa de su amado Hermanito no desaparecía, pero en cambio su mirada se ensombreció como pocas veces, y lo siguiente que vio fue a la alpaca estrellándose contra su cara.
-¡Awaaaanta! Boli, déjame explicarte -
Los golpes cesaron por unos momentos, en los cuales México aprovecha para descubrir un poco su rostro, lo primero que notó fue la mirada indignada del contrario, quien se cruza de brazos mientras hace un adorable puchero.
-Le dije que no porque es el único día que puedo pasar contigo y prefiero quedarme en casa que salir con……¡ Ahhhhh! En la cara no que de eso vivo! Orale chamaco abusivo ¡esto califica como violencia intrafamiliar -
Más golpes no se hicieron esperar por parte del portador del chullo, quien después de unos minutos se cansó y paró su esponjosa agresión. Con ambas manos sujetó la alpacacornio y con ella apuntó hacia el mexicano como si de un arma blanca se tratase. El contrario sólo alzó sus manos y tragó un poco de saliva mientras veía el cuerno del juguete iluminarse.
-ahora mismo tomarás tu teléfono y le marcarás al señor Rusia, y le dirás que aceptas su amable invitación a salir y cualquier propuesta indecorosa que te haga …… ok, ok, lo último no…. ¡Pero ya, hermano!
-Ah mira tu, patrón ¿tu me mandas o que? Y ¡auch! ¡Esta bien! ¡Tú ganas! Pero ya es algo tarde, mejor le llamo mañana porque seguramente ahora ya está dormido. . Que hablando de dormido, tu también ya deberías estar jeton desde hace buen rato.-
Comenta México mientras soba su cabeza, Bolivia le da un fuerte abrazo y lo mira con los ojos cristalizados y su boquita temblorosa. El mayor se extraña por tan repentino cambio de humor y corresponde el gesto mientras sonríe un poco.
-¡Perdón! ¡Perdón! Te pegue muy fuerte? No fue mi intención, pero es que si me enoje ¿porque siempre rechazas a quienes se intentan acercar a ti? Tu mala historia no se va a repetir otra vez, y si llegara a pasar ya soy lo suficientemente grande como para golpear a quien te haga daño. Además solo es una invitación a salir, no una propuesta de matrimonio.. Por ahora…. La verdad es que el señor Rusia me inspira mucha confianza, y tal vez solo quiere una bonita amistad con el bello omega que salvó a su hija -
México analiza las palabras de Bolivia, y el pequeño tiene más que razón. Tal vez el euroasiático sólo quiere ser amistoso y él está pensando mal. No es como que Rusia le hubiera mostrado que tenía interés en su persona, no claro que no… ¿verdad?
Beso la frente de su hermano y le indicó que se fuera a dormir, que él haría ya lo mismo. Y sin reclamar ni decir nada más, el menor obedece y se retira a descansar.
ESTÁS LEYENDO
Destinos Entrelazados
FanfictionTras perder a su esposo América, Rusia se dedica en cuerpo y alma a criar a su hija, Amerus. Él tiene el firme pensamiento de que nunca jamás se volverá a enamorar. Pero todo cambia un fatídico día que por poco pierde a su hija. El eslavo "conocerá...