La Cita 3/3

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Una enorme pena invadía totalmente el semblante del omega, con algo de nervios rascaba su brazo derecho mientras intentaba no hacer contacto visual con el más alto, obviamente tal acción no pasó desapercibida para el Sovietico, quien se inclina para tomar el mentón de su cita y obligarlo a que conecten miradas, los ojos del mexicano aún se ven cristalizados, pero ya no hay rastros de lágrimas. Sin pensarlo dos veces el pequeño cuerpo es rodeado por los fuertes brazos de Rusia en un cálido abrazo protector, el corazón de de México comienza a golpear como loco en su pecho, la tranquilidad que le otorga el portador de la ushanka lo hace cerrar los ojos para corresponder el afectuoso gesto del contrario. Un dulce beso es depositado en la frente del pequeño Omega ocasionando que un tenue sonrojo cubría su rostro. Rusia lo pega más a su pecho en un intento de reconfortarlo y hacerle olvidar el mal momento que había pasado, tras un par de minutos, ambos tricolores se separan más a fuerza que de ganas, porque el recepcionista les anunció que sus alimentos ya casi están listos, por ello es que deciden una vez más ingresar al lugar. El latino puede ver como Aymara va hacia ellos echando humo por las orejas, tal parece que se le a pedido que abandone el lugar, pues el gerente va tras el Sudaméricano con un rostro de total indignación, el alfa le lanza una discreta mirada de molestia, la cual desvía rápidamente al notar al otro alfa, pero por primera vez, México no baja su mirada, al contrario, la mantiene bien en alto, pues perfectamente sabe que no hizo nada malo. Pero aún así, no puede evitar sentir un poco de incomodidad al notar algunas miradas que se posan sobre él. Rusia por su parte, observa amenazante al sudamericano, si acaso se le ocurre hacer sentir mal al méxicano de nuevo, esta vez se lanzará a golpearlo sin contemplación

-Tranquilo, estoy aquí ¿Si?-


México mira atento al Sovietico mientras asiente suavemente a lo dicho. De nueva cuenta ya están en la mesa esperando su comida, cuando de pronto el mismo joven mesero que los había atendido se acerca con una sonrisa tímida mientras miraba al omega, un gesto de molestia no se hace esperar por parte del CEO, pero al empleado poco parece importarle  


-Sabía que si eras tú, el bombero que me ayudó en aquella ocasión en el edificio 326 ¿Lo recuerdas? Yo te bese después de que me salvaste. Fue un impulso de idiotez del que honestamente no me arrepiento…… -

Comenta con total normalidad el joven alfa, México se sonroja, pero no porque le guste recordar el beso, sino más bien por la vergüenza del momento, Rusia emite un gruñido que tal parece ninguno de los otros dos escucha, también sus puños, los cuales descansan sobre sus muslos, se hacen puño.

-Hasta ahora…… -



La voz del pobre mesero suena totalmente aterrada al ver el semblante de pocos amigos que Rusia le dedica, un sudor frío recorre su frente mientras traga saliva. Por un momento podría jurar que el alma abandonó su cuerpo al ver a ese enorme alfa poniéndose de pie mientras coloca sus manos en su espalda. Esa pose sin duda alguna lo hace ver sumamente imponente pero sereno, aún así la realidad no está más alejada.


-Si no le importa, caballero, estoy en una cena con mi pareja y no deseo ser interrumpido a no ser que nos traiga nuestros alimentos o la cuenta. Así que le pido atentamente que nos deje solos….. Ahora -


Lo último suena suave y tranquilo…. Aunque solo para el omega, porque para el pobre mesero es claramente una amenaza de muerte, pero la vida es un riesgo que él está dispuesto a tomar.

-Si bueno, sus alimentos no tardan en estar listos, les pido un poco de paciencia… Y por cierto, mi nombre es Groenlandia y estoy totalmente a sus ordenes -

Comenta el bicolor mientras toma la mano del omega para así poder depositar un suave beso, un gruñido de irritación escapa de los labios de Rusia, esa es la señal del groenlandés para salir casi huyendo de allí rumbo a la cocina. México por su parte mira todo lo ocurrido sin comprender absolutamente nada ¿Porque Rusia le dijo pareja? Tal vez es un término que los ricos utilizan con sus citas, lo más seguro es que si. Por su parte, Rusia puede notar lo popular que es el omega, pero no sólo lo dice por Groenlandia y China, ha visto cómo varios alfas le han dedicado más de una mirada, algunas se han paseado por su esbelto cuerpo sin nada de discreción. Eso verdaderamente lo molesta, pero lamentablemente no puede decir nada al respecto, solo da un discreto suspiro y nuevamente concentra su atención en México, quien juega un poco con un tenedor, al cual mueve ligeramente de un lado a otro. Rusia ríe por lo bajo, el tricolor es simplemente encantador y hermoso en toda la extensión de la palabra, es valiente y sumamente dulce, tal vez el único defecto que el Sovietico a notado en el más bajito, es el hecho de que se menosprecia demasiado, eso de verdad lo molesta. Ya que muchos alfas serían felices de tenerlo como omega, como China…

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