Como siempre perdón por los errores qvq
México miraba él reloj de pared que se encuentra en en su sala, el objeto estaba por marcar las nueve de la mañana, lo cual lo extraño enormemente, ya que Rusia era sumamente puntual, y ya llevaba más de una hora de retraso, sin embargo al revisar su dispositivo móvil, vio que no tenía ningún mensaje ni llamada de él, pero si varios mensajes de China, los cuales prefirió ignorar, no por ser grosero, más bien era que no quería pensar en esos momentos en su amigo asiático, ya que un pequeño sentimiento de incomodidad llegaba al mexicano cada vez que lo recordaba ¿Y como no? Sospechar de que muy probablemente uno de tus mejores amigos puede ser culpable de haberte drogado no es algo agradable. El omega rápidamente negó disipando cualquier pensamiento negativo, definitivamente todo esto debió ser un gran malentendido, y muy pronto todo se aclarara, o al menos eso esperaba.
Un pesado suspiro escapó de los labios del latino, posteriormente alzó la mirada una vez más al reloj y frunció el ceño, ya era bastante tarde, tal vez Rusia se había olvidado de él, así que lo mejor es llegar hasta la empresa del euroasiático por sus propios medios, por lo que sin perder el tiempo fue hacia la puerta de su hogar para así rápidamente salir del edificio, para su buena suerte, en la entrada estaban algunos de sus vecinos, entre ellos Chiapas y Tlaxcala , ambos omegas charlaban alegremente, pero al ver al latino su sonrisa se amplió más, incluso el chiapaneco alzó la mano a modo de saludo, gesto que México correspondió de igual manera.
-Hey, México ¿Ya se te hizo tarde? -
-Algo así, Tlaxcala, oye carnal ¿Crees que puedas prestarme tu bicicleta? Te prometo devolvertela en una sola pieza esta vez. -
La voz de México es ligeramente apenada, sus contrarios únicamente se voltean a ver entre ellos con algo de duda, pues el omega tricolor era bastante malo andando en bicicleta, más que nada porque es sumamente distraído, pero el tlaxcalteca accede al notar la desesperación en su vecino, el cual incluso juntó sus palmas a modo de súplica. El bicolor no pierde tiempo y va por su pequeña bicicleta, la cual entrega junto a un casco de un tono rosa pastel con adornos de alitas.
-Solo promete tener más cuidado, México, no te metas en el tráfico y cuidado con los repartidores en motocicleta, recuerda que Bolivia te espera. -
-Tranquilo, Tlax, me arrollaron una vez, dos ya no, además eso fue hace ya más de seis años, en ese entonces era bastante torpe y… Aún lo soy, aunque ya no tanto. Pero bueno, me debo ir, porque mi hora de entrada ya casi es, y solo tengo diez minutos de tolerancia ¡Nos vemos! -
Tras colocarse y ajustar el casco protector, México se despide de sus amigos y se va de allí pedaleando lo más rápido que le es posible, pues con o sin Rusia, él se debe de presentar a trabajar, y aunque le gustaría llamar al eslavo, no lo hizo porque ¿Que tal si su pareja estaba en alguna junta de la escuela de Amerus? ¿O en una reunión importante de gente rica? Lo mejor era no interrumpirle, porque además estaba tranquilo, sin ningún mal presentimiento, por lo que estaba casi cien por ciento seguro que el euroasiático estaba bien, y que el motivo de su retraso fue una asunto de verdad importancia.
Rusia ya había perdido la cuenta de cuántas veces se había tallado el rostro con frustración, pues una noche antes, Japón le había avisando de la verdadera situación de Italia, el cuál en realidad no estaba enfermo, sino que había sufrido una agresión física, y de no ser porque el asiático le dijo que no se moviera de su hogar, el ruso hubiera ido sin dudar hasta el hospital para ver al europeo. Aunque claro que al día siguiente, y tras dejar a su princesa un poco más temprano de lo normal en la escuela, Rusia fue hasta dónde sus diseñadores para poder ver al tricolor, lamentablemente, en un principio se le negó el paso por no ser horas de visita, pero claro que eso no detuvo al portador de la ushanka, el cual hizo un par de llamadas, y con ayuda de su padre logró que se le permitiera el acceso. Agradeció que su progenitor fuera alguien tan influyente y poderoso.
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Destinos Entrelazados
FanfictionTras perder a su esposo América, Rusia se dedica en cuerpo y alma a criar a su hija, Amerus. Él tiene el firme pensamiento de que nunca jamás se volverá a enamorar. Pero todo cambia un fatídico día que por poco pierde a su hija. El eslavo "conocerá...