Perdón por cualquier error y por lo largo del flashback qwq
Gracias por sus comentarios, ese es mi motivo para escribir.
Han pasado unos meses desde que América dio a luz, y hace dos semanas que le entregaron a su bebé, la pequeña estuvo en una incubadora por algunos problemas con los que nació, eso sólo terminó de deprimir más al anglosajón, quien cuando estaba en completa soledad era un mar de lágrimas, pues también le dolía hasta el alma la supuesta muerte de su lunita, y la cobardía de no poder ir a ver al pequeño Bolivia.
Un pesado suspiro escapa de labios del de cincuenta estrellas, justo acaba de salir de bañarse y seca su rubio cabello mientras se mira frente al espejo, por fin su físico es el de un omega, pues ha perdido toda su musculatura, sus facciones son mucho más delicadas, y aunque a él no le gusta su nueva apariencia, su madre está más que feliz.
Por el reflejo del espejo, el omega mira a Rusia llegando a la habitación, se nota agotado y ojeroso, pues por estar al pendiente de su ahora omega, hija y empresa, el euroasiático no ha podido descansar correctamente, más al ver al rubio sonríe con auténtica felicidad para posteriormente ir junto a él, y abrazarlo desde atrás, aunque claro que sin ninguna doble intención, pues Rusia sólo quiere hacer sentir cómodo al americano, aunque por desgracia obtiene el resultado contrario.
-Rus… No. -
-Tranquilo, yo… Mi intención no era hacerte sentir incómodo, solo quiero que sepas que aquí estoy para ti, pero creo que lo hice mal. Aún así despreocupate, desde que tu aroma cambió ya no te veo de esa manera. -
América no responde, pues su cerebro está intentando procesar lo que el ruso dijo ¿Desde que cambió su aroma? ¿A qué se refiere?
Por su parte, el ruso está por ir con rumbo a las planta inferior, sin embargó al ver la confusión en la mirada del omega lo hace detener sus acciones para mirarlo en silencio, ya que nota sus claras intenciones de hablar.
-¿Mi aroma cambió? Según yo.. Eso es imposible… -
-Ummmm pues honestamente no lo sé, pero antes tenías un adictivo aroma a panquecitos de chocolate que de verdad amaba ¡Incluso pensé que podrías ser mi predestinado y…. Quiero decir. -
Súbitamente Rusia guarda silencio mientras rasca su nuca con bastante pena, honestamente habló sin pensar, pues recordar el aroma de panquecitos de verdad que ponía muy feliz a su alfa interno, pensaba que había encontrado a su pareja ideal, pero no fue así.. Ahora ambos estaban destinados a no estar junto a quienes querían, pero ya nada se podía hacer, pues aunque en un futuro Rusia llegue a romper el lazo con América, en definitiva no va a ir a buscar al dueño de esas ricas feromonas, pues a estas alturas muy probablemente ya tiene alfa.
Un incómodo silencio invade el lugar, por lo que sin ya decir nada el portador de la ushanka se retira de allí, lo que más desea ahora es ir dónde su bebita Amerus duerme. Mientras tanto América se queda bastante pensativo, al único que conoce con un aroma así es a… ¿México?... Eso significa que ¿México y Rusia eran predestinados? Muy probablemente sí, porque ahora que lo piensa mejor, el de ojos bicolor se ponía ligeramente más cariñoso cuando él (América) tenía las feromonas de Rusia sobre sí, pues el euroasiático se las llegó a impregnar un par de veces con la idea de alejar a otros alfas.
América soltó una risa irónica mientras llevaba una mano a su cabeza, de manera incontrolada comenzó a llorar con una sonrisa de amargura plasmada en sus labios, una que temblaba en un intento de controlar sus lágrimas, ya que de pronto se comenzó a sentir mal por arruinar dos posibles destinos entrelazados, además de que él también era culpable de la muerte de México, o al menos América así lo veía, pues si no lo hubiera lastimado, él aún estaría trabajando como conserje sin correr ningún riesgo, incluso tal vez hubiera conocido a Rusia y podrían ya estar juntos, y felices ¡Pero no! Él tenía que arruinar la vida de dos personas maravillosas… Él es quien debería de estar muertol, y no México.
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Destinos Entrelazados
FanfictionTras perder a su esposo América, Rusia se dedica en cuerpo y alma a criar a su hija, Amerus. Él tiene el firme pensamiento de que nunca jamás se volverá a enamorar. Pero todo cambia un fatídico día que por poco pierde a su hija. El eslavo "conocerá...