Parte 220 2 de 3

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Los guardianes más importantes, todos aquellos que habían permanecido en la tumba con excepción de Albedo y Sebas, se reunieron en la entrada del mausoleo.

Se encontraban aquí, para celebrar la gloria de los seres supremos que salían del portal negro.

Victoriosos regresaron después de pasar menos de 24 horas fuera de la tumba, y lo hacían con una reina de reputación intachable y una nación antigua en sus manos.

Se arrodillaron los guardianes presentes, y quienes acababan de llegar junto con los seres supremos se unieron a ellos, incluida la mujer que habían llevado  disfrazada como una santa.

Shalltear, quien aún debía presentar una que ja formal para que los supremos ya no abandonaran la tumba de esta manera, vio como volvían los amos que se habían marchado sin que ella se diese cuenta ¿Era esta una forma de hacerle ver lo infantil de sus acciones? ¿O un reto para que apresurara la encomienda? Se preguntaba con una sonrisa, nacida de una burla hacia sí misma.

Cocytus aún se veía emocionado por las acciones de su amo, que no necesito más de tres palabras  para dominar el corazón de millones de humanos, y agitar el del propio guardián.

¿Qué pensaba Demiurge? Quizás en lo orgulloso que se sentía al ser elegido para acompañar a los supremos en esta campaña junto con Aura y Pandoras Actor, elegido incluso por encima del propio Sebas.

Lo que los demás sentían, lo que los demás pensaban ser resumía con las mismas palabras: Orgullo y admiración. Hacia aquellos que se habían alzado por encima de los dioses.

-Bienvenidos, Ulbert-sama, TouchMe-sama, Momonga-sama- dijeron coordinadamente los guardianes como si fueran uno solo.

Tras esas palabras, Momonga indico a todos que se pusieran de pie, y apenas un momento después de darse la orden, tres sirvienta homúnculo caminaron hacia sus amos para hacer entrega de los anillos del gremio que habían dejado al partir.

Los tres supremos quitaron un anillo de su dedo medio que habían puesto ahí para mayor seguridad durante la expedición, y se sintieron completos al de nuevo tener total acceso a la tumba.

-Tendremos una reunión de emergencia en la sala del trono- Dijo TouchMe a los guardianes mientras se deshacía de su disfraz y mostraba su reluciente apariencia como campeón mundial.

-Solo los guardianes guardianes de piso deben estar presentes, encarguen sus zonas asignadas a sus subordinados. Tendrán diez minutos mientras nosotros nos preparamos- índico Ulbert, mostrándose ya como el demonio que este era.

-Además, Pandoras Actor, Cocytus, necesitaremos que saquen a Albedo  temporalmente de su celda y la lleven con ustedes a la sala del trono- ordeno Momonga.

El demonio cabra y el caballero insecto no se sorprendieron por las palabras del Overlord, como sí lo hicieron la mayoría de los guardianes, que a pesar de estar en contra de esa decisión, no opusieron ninguna queja.

-Ustedes deberán llegar dos minutos después de los demás ¿Queda entendido?-

El dopperganger y el demonio de hielo pudieron sentir a la muerte tomando sus corazones. Con pánico, amos se preguntaban ¿Hemos sido descubiertos? ¿Por qué hacer que específicamente nosotros tres lleguemos después de los demás?

Tanto Pandoras como Cocytus, no creían posible que alguien pudiera ver atrás ve su aun joven plan.  Pero...

"Si alguien puede hacerlo, es Momonga-sama..." pensó Cocytus, preparado para quitarse la vida como disculpa si fuese el caso.

Pandora's pensaba algo parecido. Aun si la muerte y el deshonor caían sobre su ser, el pensar que sin casi información, su padre lo había descubierto, era algo  que le inflaba el ego, como única creación del Overlord.

-Entendido, Momonga-sama-

-Entendido, padre-

Respondieron el guardián del piso helado y la tesorería.

Tras dar las breves instrucciones, y sin mediar más palabras, los  seres supremos desaparecieron. Se transportaron a la sala del trono. Uno de los pocos lugares en este mundo,  donde auténticamente podían relajarse.
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Al llegar a la amplia sala con las banderas de los 41 seres supremos, Ulbert se aseguró de que esta se encontrara vacía. Y gracias a que Albedo, la anterior moradora de este lugar ahora se encontraba en una celda, el lugar estaba desierto.

TouchMe saco la cabeza por la puerta y miro en el pasillo para asegurase de que nadie estuviera afuera vigilándolos. Lamentablemente si había alguien en el pasillo; una existencia que buscaba derrocar a los seres supremos y hacerse del poder de la tumba.

-Ecleir...- dijo TouchMe con disgusto al ver al pequeño monstruo pingüino de nivel 1.

-¡Oh! ¡TouchMe-sama! No sabía que habían regresado ya de su viaje. Espero todo haya salido, según lo previsto- dijo con un aire de tierna malicia.

-Sabes Ecleir, deje un documento importante en mi habitación. No me gustaría que alguien entrara y lo leyera por error ¿Te importaría vigilar que este a salvo?- pidió el campeón mundial, el ser supremo más poderoso como si esto fuera un favor que se le pedía  a un amigo.

Con deseo, y una luz de triungo Ecleir acepto la encomienda.

-¡Me asegurare de que ningún sirvienta ingenua postre sus manos en tan importante documento!- Dijo Eclei antes de salir corriendo hacia la habitación de TouchMe.

El caballero vio como el pequeño pingüino desaparecía. El caballero debía admitir que le interesaba saber qué cara pondría  Ecleir al darse cuenta de que tan importante documento eran patrones de tejido que había sacado de un libro en la biblioteca cuando Entoma le enseño a usar su seda.

Una vez el pasillo estuvo solo, TouchMe volvio adentro y aseguro la puerta.

Al mirar al interior, se dio cuenta de que Momonga ya había materializado tres tronos negros en medio de la sala.

El caballero se acercó a sus amigos, ignoraron el trono de los reyes a la cabeza del  la habitación y se sento en el trono que Momonga habia dejado para él.

-Ya asegure la puerta- dijo TouchMe para tranquilizar a sus amigos.

Pero entonces... Momonga y Ulbert comenzaron a reír. Era sorprendente que Momonga lograra sentir tal felicidad a pesar de su condición como no-muerto, y aun después de una oleada  supresiones, esta tardo en desaparecer.

Momonga ya estaba tranquilo, pero a Ulbert le faltaba el aliento.

-¿Qué es tan divertido?- pregunto TouchMe sin haber entendido a que estaba  jugando sus compañeros.

-¿Por qué aseguraste la puerta si cual quiera que entre lo hará teletransportandose?-

Después de que Momonga dijera aquello, la risa de Ulbert se volvió más fuerte.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora