Parte 170 3 de 3

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El monje que sobrevivió al combate contra el nigromante. El piromántico, cuyo nombre seria a leyenda a partir de este día; temblaba y apretaba los dientes ante las palabras del hechicero. Parecía molesto... no, parecía frustrado, por no poder detener las palabras de aquel conquistador.

Lakyus vio aquel gesto y compadeció al que ahora consideraba un compañero. Entendía su dolor. Pues lo que el conquistador describía, era no solo un sin sentido, sino también una aberración para los seguidores de Buda o de cualquier otro dios.

Un reino que uniera bajo su bandera a distintas razas era tan solo un sueño infantil, que solo podrá ser logrado a través de un gobierno tiránico que usara el poder y el miedo. Sería una dictadura absoluta, gobernada con puño de hierro ¿Qué clase de miserable y desesperado podría aceptar aquello?

"Mierda..." maldijo la sacerdotisa del fuego al darse cuenta de que el público que escuchaba al conquistador, estaba colmado con esa clase de desesperación.

Las personas del campamento, aquellas que lo habían perdido todo; eran el público idóneo para esta clase de discurso. Y Lakyus lo sabía. Si alguien no se oponía, si una persona importante y con reputación, no se oponía a ese plan y ofrecía a los ciudadanos una mejor opción, entonces, las personas aceptarían esta aberrante nación que proponía el conquistador.

Pero cuando la sacerdotisa estaba por ofrecerse como ese alguien para salvar a los ciudadanos, vio que Aren no hacía nada. Pese a seguramente desearlo, y saber que provocarían esas palabras, Arein no dijo absolutamente nada.

Lakyus sabía bien que ese hombre no podía ser solo un cobarde. Pues se mostro como el héroe que actuaba cuando otros no podían. Planto cara a los conquistadores durante su encuentro. E incluso, en ese infernal encuentro contra el nigromante, este había mantenido su promesa, y trajo de vuelta el cuerpo de las aventureras.

Arein no era un cobarde que se dejara intimidar por las palabras del conquistador. Pero seguramente temía que el hechicero cambiara su estratega y reanudaría sus actos de guerra si es que alguien arruinase su discurso.

Podria masacrar a la gente si alguien se ponía en su contra, y por eso es que el monje no movía un solo dedo pese a visiblemente querer detener todo esto.

"Maldición" Susurro Lakyus frustrada. No podía hacer anda. Y siguiendo el ejemplo del monje, permaneció en silencio sin hacer nada...

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El segundo príncipe, Zanac, tenía un rostro que delataba su miedo. Aun los nobles entrenados para contener sus emociones no podían evitar mostrar una cara estupefacta ante tales palabras del conquistador. Por supuesto, nadie tenía el valor para decir algo en contra de la propuesta de aquel dios. Y los nobles caídos en desgracia, por el contrario, comenzaron a ver en esas blasfemias su salvación.

Katrias solo podía imaginarse como el caos se extendería por el reino durante las siguientes semanas, y como los templos junto a la teocracia comenzaban una guerra santa...

El estratega se dio cuenta en ese momento...

"¿Es por el tercer grupo? ¿Hacen estas declaraciones porque vencieron al tercer grupo y se sienten más libres? ¿O porque no pudieron hacerlo y están provocando que los ataquen?" el estratega comenzaba a enloquecer por las preguntas que nacía en su mente.

Pero Katrias encontró una respuesta.

Ahora entendía porque querían las tierras fronterizas con el imperio. Estas eran un punto de apoyo para invadir la teocracia, y por las ideas que lanzaron era posible que fueran los templos quienes atacaran primero.

En ese momento, Katrias se dio cuenta del plan de los conquistadores.

"¡El tercer grupo es la teocracia!" Grito en su corazón. Solo eso explicaba que quisieran las tierras fronterizas. Pues si querían conquistar el imperio bastaría con que solo marcharan hacia la capital y tomaran la cabeza del Nix. Lo mismo aplicaba para el reino. Pero desde este territorio, podían iniciar una invasión lenta y dolorosa contra la teocracia, quienes eran los únicos humanos que quizás tuvieran las armas para lidiar con estos hombres con el poder de los dioses. Ademas, ellos mataron a los soldados de la teocracia que estaban invadiendo el reino.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora