Los problemas con la teocracia estaban en calma por ahora. Ramposa y su gente se retiraban a su hogar con un tratado de paz. El reino santo aún se encontraba muy lejos como para representar una amenaza. Baharuth y el reino Draconico ahora le pertenecían a los supremos.
Todos los países con los que el nuevo imperio compartía frontera estaban en paz con los seres supremos. Todos a su alrededor les temían, y un ataque a ellos seria no solo improbable sino suicida.
La situación actual, en palabras de uno de los 41 seres supremos, era como cuando la chica nueva de la oficina invitaba a un superior a salir. En esa analogía las naciones serian la chica y la paz la propuesta para una cita.
La chica podía tener razones ocultas para pedir la cita, cosa que no era mala porque igualmente se podían divertir saliendo. O en el mejor de los casos la chica realmente tenía sentimientos por la persona que invitaba a salir.
En estos momentos todas las naciones eran como esa chica. Todos deseaban la paz con los seres supremos, ya fuera por interés como la teocracia, o por fidelidad como Draudillon, todos deseaban que los supremos los aceptaran, al igual que esa hipotética chica deseaba que su invitación fuera bien recibida.
Y en este caso, como en el ejemplo de aquel ser supremo, si se rechazaba la solicitud entonces los supremos podían perderse de cosas buenas, pero no perderían nada y no estarían corriendo ningún riesgo si sencillamente ignoraran las solicitudes de paz de otras naciones.
En estos momentos, por primera vez desde que llegaron al nuevo mundo, la situación política de los supremos era estable.
Pero eso no significaba que no hubiese problemas.
Después de que se llevara a cabo la misión con la teocracia, los supremos aun debían lidiar con el encarcelamiento de Albedo, la plática con Draudillon y el Nix, el entrenamiento de Enri y ese estúpido duelo pendiente entre Cere y Baffarot.
Pero más importante, se debía discutir con calma la propuesta que se dio a los Baraja.
Después de que sus amos prometieran permanecer en los territorios de Nazarick hasta saber quién había ganado la apuesta, los guardianes se retiraron a sus áreas asignadas y continuaron su trabajo. Todos los guardianes, excepto Sebas, Demiurge y Pandora's Actor, quienes acudieron al llamado de sus amos, que tendrían una reunión privada en la sala de juntas donde antes se planearon cosas tan importantes como el asesinato de Musashi Miyamoto.Los seres supremos tomaron sillas de la mesa y se sentaron a un lado. Ahora eran solo 3, demasiado pocos para ocupar eficientemente la mesa redonda, por lo que se invocó una más pequeña donde fuera más cómodo hablar. A espaldas de cada uno se postro su creación. Pandora's Actor y Demiurge se encontraban aquí, porque uno era el guardián de los tesoros que estaban bajo discusión, y el otro era un demonio con bastante conocimiento en maldiciones. Sebas por su parte se encontraba presente para servir como mayordomo y dar delicias a su amo y al demonio que estaban ya algo cansados por la agitada agenta que habían tenido los últimos días.
Lo que se discutía hoy en esta sala tan importante era la aterradora propuesta que hizo Momonga al matrimonio Baraja.
-Antes de empezar con esta reunión, quisiera saber, Momonga ¿De verdad eres tu Momonga?- pregunto el demonio.
Los guardianes sintieron que aquella pregunta estaba demasiado fuera de lugar. Aquel overlord que se sentaba en esta mesa era sin lugar a dudas el amo que jamás los abandono, por lo que cuestionarlo le resultó extraño a los tres.
-Soy yo- respondió el Overlord con tranquilidad. -¿A qué viene esa pregunta tan extraña?-
Los ojos negros del demonio cabra, y los vivos fuegos en las cuencas del overlord se encontraron.

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Overlord: Trinidad Caps 170-???
FantasyEsta es la historia de Overlord trinidad, las partes que siguen