Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 199

¿Cuál es deseo de todo ser humano? ¿Qué le impulsa? La respuesta era evidente y a la vez difícil de describir y alcanzar.

Lo que el hombre en su historia, con su avance tecnológico y social ha buscado conseguir es nada más y nada menos que seguridad. Un instinto básico es buscar el bienestar propio y de nuestros cercanos. Muchos expertos, académicos viejos y cansados señalaron que por ello, la sociedad de Momonga y los seres supremos había fracaso, pues lo único seguro era que durante toda la vida tendrías que trabajar para vivir, pues el retiro era un sueño que había quedado atrás.

Una casa para tener donde refugiarte, comida para poder comer, un lugar seguro en el cual dormir y una familia que continúe con todo después de ti. Cada pequeña acción del ser humano estaba impulsada por el deseo de seguridad ante la incertidumbre del futuro.

Los humanos de este mundo no eran diferentes. Buscaban lo mismo, pero a diferencia de los primeros ellos aun tenían la oportunidad de lograr sentirse a salvo. Ellos aun tenia la esperanza de poder alcanzar esa tranquilidad.

Para los supremos, el reino más patético del continente hasta donde habían logrado vislumbrar era Re-Estize. Curiosamente, la nación mejor protegida contra monstruos, el país con menos amenazas externas cuyo único enemigo real era el imperio, una nación que si debía compartir frontera con una nación de demi-humanos organizados que eran una amenaza constante.

Esto dejo testimonio a los supremos de que este mundo funcionaba de la misma manera al suyo. El deseo de la humanidad por alcanzar la seguridad igualmente lo hacía conformistas. Re-Estize era de todas las naciones del continente, la más corrupta y débil porque su gente no sentía una amenaza externa, y por ello se dedicaban a buscar el poder dentro de su propia nación en lugar de defenderse de sus enemigos foráneos. Tan estúpidos e incompetentes que incluso enviaron un ejército que solo sirvió como alimento para el señor oscuro Khajiit.

¿Por qué era importante todo esto? Porque tiempos difíciles creaban buenos hombres, buenos hombres contruyen buenos tiempos y los buenos tiempos son arruinados por los arrogantes que no entienden el costoso camino que tomo llevarlos hasta el punto en el que se encontraron antes de caer.

Volteaire había dicho que la historia está llena del sonido de zapatos de madera que suben y sandalias de seda que bajan. Ese fue el argumento final que TouchMe dio para que las cosas se hicieran de esta manera, pues ya habían comprobado que la gente del reino draconico era fuerte y fiera. La clase de ciudadanos que uno quería tener de su lado el inicio de su nación...

-Aceptar como nuevos reyes a tres hombres, solo por hacer un trabajo como mercenarios... ¿De verdad quiere que crea que una reina entregaría su nación a personas a si?- dijo TouchMe, queriendo comprobar la veracidad del juramento.

-¡Se lo daría a un demonio si este asegurara la felicidad de mi gente y las generaciones por venir!- respondió con orgullo.

Ulbert no se contuvo y abiertamente rio, pues aunque ella no lo supiera, eso justamente estaba haciendo la reina.

-Bonita determinación ¿Pero qué garantía nos da que cumplirá con su palabra?- pregunto Momonga con seriedad.

Draudillon rio abiertamente, sin contenerse, como si deseara expresar lo estúpido de la pregunta.

Momonga se sintió mal... creyó que había cometido un error, pero hizo que la reina expresara lo obvio, y mas importante, hizo que frente al ministro y el mensajero, ella misma declarara:

-Si son capaces del derrotar a los demi-humanos- dijo con una sonrisa. –Nosotros no tendremos oportunidad de enfrentarlos. Su fuerza, mis señores, es todo lo que necesitan para asegurar este trato-