Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 260 1 de 3

-Ofrecemos rendición total y absoluta a cambio de un tratado de anexión al imperio de nuestros señores- declaro Rista aquello que buscaban en esta reunión. –Deseamos lo mismo que se le ha dado a la reina Draudillon-

Una vez superada la mala broma de los tronos, ambas partes comenzaron a hablar con seriedad.

-¿Desean someterse a una nación que aún no tiene una capital? Debo recordarles que por ahora nuestro imperio es el reino Draconico y el pueblo Carne. Una nación que acaba de salir de una guerra y una pequeña aldea que perdió todos sus edificios ¿Por qué un país tan desarrollado como Baharuth desea esta clase de trato?- Cuestiono Ulbert.

Los supremos sospechaban porque lo hacían, incluso podrían jurarlo por sus vidas; pero era más seguro preguntárselos directamente para no parecer como arrogantes, embriagados con su poder.

-Nunca antes había aparecido una nación tan poderosa en la historia de la humanidad. Si puedo ser honesto, con solo usar como ejercito a las personas detrás de ustedes- Dijo el Nix refiriéndose a todos los guerreros sometidos por los supremos. –Baharuth ya tendría serios problemas para defenderse, y tomando eso en cuenta, la anexión de nuestra nación a su imperio es solo cuestión de tiempo. La disparidad entre nuestro poder militar es sencillamente ridícula-

-No me agrada lo que dice, emperador. Pareciese que no confía en que nosotros respetemos un tratado de no agresión- Acuso TouchMe. –Dígame ¿Le parecemos salvajes que atacarían sin provocación?-

-No es por ustedes que me preocupo, Ooal-sama, sino por mis propios ciudadanos-

El emperador ordeno a sus caballeros darle alguno de los pergaminos que le habían llegado de nobles del reino. 

-Estos son solo tres de los muchos mensajes que recibo de los nobles de Re-Estize. Todos ellos han traicionado a Ramposa sin que yo los hubiese conducido a ello. Me han entregado información valiosa y han saboteado muchos de los proyectos de infraestructura de Re-Estize. Todo esto por el poder militar de Baharuth-

Era un concepto sencillo de entender.
-Ya que su victoria ante Re-Estize es inevitable, muchos se han adelantado a los hechos y han hecho tratos para conservar o aumentar sus posiciones una vez usted y su nación ganen la guerra. Entiendo a dónde quiere llegar, Nix-dono- Dijo Momonga.

-El balance de poder está roto. Mis ciudadanos sabrán que no podemos defendernos si mis señores comienzan una guerra contra nosotros, y ellos no conocen de su magnifica piedad. Esto eventualmente llevaría a que la paranoia creciera, y antes de darnos cuenta nuestra nación estaría en medio de una guerra civil. Baharuth quedaría debilitada, yo y los nobles que me son leales terminaríamos crucificados junto a mí.  Al final quienes tomaran el poder les ofrecerían un trato como este, impulsados por el miedo- declaro el Nix.  –Por eso ofrezco esto, cuando Baharuth aún es fuerte y para evitar la masacre que acabo de narrarles-

El emperador no solo tenía sospechas sino además pruebas de que eso ocurriría, gracias a las traiciones de los nobles de Re-Estize. Los supremos no tenían razones para dudar de la palabra del emperador, y bajo la lógica expuesta, la historia no vería con malos ojos si ellos aceptaban.

-Parece que mostrar nuestros colores antes de tiempo nos ha cobrado factura- declaro Ulbert. –Si hubiésemos tomado las reuniones de manera separada, hubiese podido amenazarlo con reemplazarlo o con esperar a esa guerra civil. Lamentable en verdad-
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Los términos de la anexión fueron generosos para ambas partes.

El Nix y Rista conservarían poder y seguirían administrando Baharuth de manera normal mientras los emperadores establecían las bases de sus propias ciudades y capital.