Parte 180 2 de 3

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El cielo se pintó de negro. El fuego cubrió el firmamento amenazando con encenderlo, y casi inmediatamente después de que las llamas negras se apagaran, vientos desoladores golpearon el bosque. Rayos aporrearon la tierra con furia.

Los pobladores de Carne, aquellos que se refugiaban en la fortaleza a cargo de Solution, temieron por sus salvadores y rezaron porque salieran con vida de esta batalla. Pero Enri y Lucia, quienes contemplaron ese fuego desde la distancia, supieron desde lo más profundo de sus corazones, que aquel aterrador poder no había venido de otro, más que de los conquistadores.

"El reino morirá" Dijo  Lucia  al admirar aquel fuego desde la distancia. Supo entonces, que ni Kelart, Remedios, o la reina santa podrían oponerse contra aquel fuego infernal.

Arias, que escucho a su tía decir aquello, compartió el pensamiento. Ahora entendía por qué su amada tía se había puesto del lado de los conquistadores, y es que  al contemplar esto ¿Cómo negarle que tenía razón? Cualquiera que viera ese fuego con sus ojos, sabría que no existía fuerza en esta tierra capaz de enfrentarlo. La unica forma de sobrevivir a aquellos conqusitadores de brutal poder, era arrodillarse y suplicar misericordia.

Arias dio gracias desde el fondo de su corazón, pues el matrimonio Baraja y su tía, habían tomado la mejor decisión. Quizas, y solo quizas ellos podrían salvar al reino de su perdición.

Nfirea rio. Entendió porque ni siquiera hubo molestia en el momento en el que ataco ¿De verdad había levantado su puño en contra de esos monstruos? ¿De verdad el reino pensaba retar a estos demonios?  Que estúpidas e insignificantes se veían las acciones del farmacéutico... que miserable se veía la resistencia contra ese infierno y su fuego.

Sola una humana no se encontraba asustada. Solo una inflo el pecho con orgullo al admirar tan brutal poder.

"Confían en mi" se dijo orgullosa Enri a la vez que se maldijo por la debilidad que había mostrado al intentar buscar consuelo en Nfirea. Sus amigos habían muerto. Su debilidad condujo a los aventureros a su perdición. "Pero aun después de eso, siguen confiando en mi..." En ese momento desde el fondo de su corazón, la campeona de Carne, se juró nunca más volver a perder.
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Un grupo de hanzos penetro al interior de la prisión helada, y con permiso del guardian que la custodiaba, los ninjas repartieron los restos de una armadura en tres distintas celdas.

Una vez terminado el trabajo, el grupo de hanzos se reunión en la entrada de la prisión donde Cocytus los esperaba.

-Gran guardián, hemos terminado de repartir la armadura, tal como ordeno Momonga-sama- dijo el líder de los hanzos que se encontraba arrodillado frente al demonio de hielo.

-Infórmenle del éxito de su misión de Demiurge, y después regresen a sus áreas asiganada.

"¡HA!" gritaron los ninjas antes de partir a gran velocidad. 

Sin embargo, aun cuando los hanzos ya no se encontraban aquí, Cocytus se mantuvo en la entrada de la prisión. No parecía tener intenciones de moverse y volver a su trabajo custodiando a la coordinadora de los guardianes Albedo. El demonio de hielo se mantuvo firme en la entrada, pues sabía que si un nuevo tesoro había sido dejado en sus muros, entonces "él" se presentaría para examinarlos.

No hubo error en la lógica del guardián. Tras unos minutos, una puerta negra se abrió frente al demonio de hielo, y de ella salió un monigote vestido con ropas extravagantes.

Quien se erguía frente a Cocytus, era el guardián más versátil y peligroso de la tumba, después de Shalltear y Rubedo. La creacion máxima del líder de los seres supremos.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora