Parte 208

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El alma de los demonios grita de alegría al ver a los condenados suplicar por sus vidas. El corazón del padre y el hijo, bailaban al contemplar que el miedo provocaba que los enemigos tomaran por tomar sus propias vidas.

No fueron pocos los demi-humanos, que tras ver la blasfema masacre de los demonios, eligieron enterrar la espada en su propio pecho, o inmolarse contra el muro de fuego negro. Los pocos valientes que se resistían, terminaban despojados de toda arma o ropa, y eran empalados desde el ano hasta la boca.

El campo comenzó a poblarse de demi-humanos ensartados en varas de acero negro. Y para el punto en el que las varillas se estaban agotando, la mayoría de los demi-humanos ya se habían quitado ellos solos la vida contra el muro de fuego.

-Gran invocador, me temo que se nos están por agotar las...-

Antes de que el general demonio terminara el reporte, Demiurge respondió.

-No importa, agoten todas las que tenga. Una vez lo hagan desmiembren a los demi-humanos y arrojen los restos contra sus compañeros, eso debería ser suficiente para que el resto de sus fuerzas pierda la motivación de luchar- dijo el demonio.

Este bello pueblo había sido convertido en una carnicería por los demi-humanos, y ahora en un infierno por los demonios. Demiurge se imaginaba, que una vez los supremos bajaran, esta tierra seria bendita como un paraíso. Y ese pensamiento, dibujo una sonrisa en el rostro del guardian.

-[¡Cazador veloz!]
-[¡Cazador veloz!]
-[¡Cazador veloz!]
-[¡Cazador veloz!]

Pero no todo podía ser perfecto, pues los héroes y los guerreros no abandonan el deseo de luchar tan fácilmente, ni siquiera en medio del fuego...

Demiurge escucho un grito lejano, y de pronto sintió como se apagaban las vidas algunos demonios.

El demonio dirigió sus ojos hacia los responsables, y con grata sorpresa descubrió que estos eran 4 demi-humanos gacela. Era interesante descubrir que los únicos que no temblaban eran aquellos que en medio de este ejército de carnívoros, debieron ser considerados simples presas.

Demiurge ordeno a sus tropas alejarse de aquel peculiar grupo y camino hacia ellos con total calma. Y le fue sorpréndete ver que aquellos 4, aun cuando ya no eran acosados por los deminos, no corrieron o se escondieron, aun cuando vieron al guardián avanzar hacia ellos.

El hijo de Ulbert tenía prohibido mostrar todo su poder enfrente de Draudillon, por lo que el exterminio demi-humano aun duraría un poco más sin que pudiera apresurarlo. Era por ello que Demiurge se dio el lujo de mostrar interés en aquellos que habían sido capaces de derribar a algunas débiles invocaciones.

-Me interesa saber porque un grupo de herbívoros se encuentra en medio de este ejército lleno de estómagos hambrientos. Por su fuerza puedo suponer que ustedes, nobles guerreros, no son el alimento de reserva, así que serían tan amables de decirme ¿Qué es lo que los ha llevado a participar en esta guerra?-

Los hombres gacela llevaban una vida rodeados de enemigos ansiosos por devorarlos. No debió ser sorpresa entonces, que cada uno de ellos, a los pocos meses de su nacimiento, fueran obligados a tomar las armas, esperando que alguno de ellos mostrara talento.

Los hombres de Baffarot eran de pocas palabras pero de fuertes acciones. Apenas vieron que el líder se encontraba a rango, los cuatro demi-humanos se lanzaron con la intención de matarlo.

No tenían la más mínima intención de responderlas preguntas de ese demonio superior.

"Si mueren, asegúrense de que sea luchando, con el cuerpo lleno de adrenalina. Dejen que su carne se amargue y sea dura. Pero preferentemente, no mueran" las palabras del general que entreno a estos reclutas...

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora