Parte 298

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Por primera vez en mucho tiempo, Momonga ocupaba su lugar en el trono negro de la tumba, completamente solo.

Desde aquel día en el que fue transportado al nuevo mundo que no lo hacía, permanecer aquí, observando las banderas de sus antiguos compañeros. Hace no mucho, no tenia la necesidad.

A Momonga le agradaba estar en la sala del trono, recordaba buenos momentos en este lugar, y observar las banderas colgando, cada una representando a uno de sus amigos, y estar bajo ellas le hacía sentir que no estaba tan solo. Últimamente no lo había hecho, pues ya no tenia que imaginar que sus amigos estaban aquí. Dos de ellos habían vuelto.

Los dos mas fuertes, los dos mas inteligentes... las dos personas en las que más podía contar al enfrentar una batalla, y por ello, Momonga se volvió descuidado, camino por este mundo pensando que eran invencibles, y hasta hace poco eso era verdad, pero...

-¿Qué era ella?-

El desastre y el campeón, ambos con anillos para resistir el tiempo detenido, fueron afectados por aquel extraño hechizo. Incluso Aureole, que se supone debía tener altas resistencias, aun para las magias mas especiales, no pudo tolerarlo.

¿Quién? Momonga no lo sabía, pero podía sentir que eran malas noticias. Esa cosa... esa niña... por el aura que emitía, quizás era tan fuerte como Rubedo, pero a diferencia de ella, esta podía neutralizar a un campeón, un desastre y una humana inmortal.

-¿Qué era esa cosa?- se preguntaba el overlord.

"Los favores especiales que mis padres te dieron cuando te quedaste solo" ¿A qué se refirió con ello? ¿De qué favor hablaba? ¿Y por que eso fue lo que protegió a Momonga?

El señor de la tumba no tenia una respuesta, tan solo preguntas que se acumulaban cada vez más, solo preocupaciones que no podía compartir con sus amigos, por miedo a preocuparlos o hacerlo pensar que se había vuelto loco.

¿Y si esa era la verdad? ¿Y si había enloquecido y esa niña era solo una alucinación?"

-No...- se dijo a si mismo lleno de odio.

No podía pensar así, la vio, esos ojos, esa figura, la sorpresa de esa cosa al ver que su magia no había afectado a Momonga y lo que puso dentro de la hija de los Baraja.... Era real, lo que vio Momonga era real.

Un ser a la altura de Rubedo, y con el poder de detener el tiempo ignorando protecciones existía en este mundo. ¿Podía tratarse de una deidad? Esa cosa dijo que corregía un error... ¿Pero qué...?

-¡Maldición!- Momonga golpeo con fuerza su trono y se llevo las manos a la cabeza. -¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando todo iba tan bien?-

"Como sea Momonga. Esto no es algo que te incumba"

-Dijo mi nombre... me conoce, sabe quién era, entonces... ¿Y si es la hija de un jugador? ¿Y si es la hija de un jugador que conocí? ¿Y si esa protección era algo que sus padres pusieron en ella?-

Momonga hizo memoria, las únicas dos personas que conocía, podría engendrar a una creatura así eran...

-Kannon... Nike...- las dos jugadoras compañeras de Miyamoto, quienes se alzaban en el segundo y tercer puesto de las mas fuertes del juego. Ambas le debían un favor a Momonga. -¿Y si llegaron al nuevo mundo? ¿Y si acaso es alguien que desciende de esas dos? ¡No!-

Una oleada de supresiones ataco a Momonga.

-¡Aun si fuera hija de una de esas mujeres...! No importaría... no puedo vencer a alguien así... y si alguna se presenta con intenciones de hacernos daño ¿Qué podría hacer yo solo?-

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora