Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 242

Un demonio con el poder para convertir el mundo en un infierno, un campeón con el poder para detenerlo, y la muerte misma mediando entre ellos.

Existencias que cuestionaban el entendimiento sobre lo que significaba fuerza, revelaron sus verdaderos seres frente al arquero. Pavel, sin embargo, no mostraba miedo o sorpresa

Parecía ser consciente de la fuerza de aquellos que encaraba, pero tenía cara de no importarle.

-Veo un gran esfuerzo en sus disfraces, desde la magia de ilusión más avanzada, hasta la sutileza de guantes y una máscara, veo detrás de esos esfuerzos, una fuerte razón para no querer mostrarse como realmente son-

Momonga se preguntó si acaso debía sentir alagado u ofendido por como el arquero definido su método de ocultación. 

-Y ya que prometimos sernos sinceros, y ustedes lo son conmigo, debo revelar algo que ustedes ya saben. A mis ojos y los de cualquier otro humano, ustedes son monstruos innombrables- Revelo el arquero, algo que los seres supremos ya sabían, pero no creyeron escuchar jamás de un humano.

-Te agradezco no correr- dijo Ulbert. –Pero en todo caso, quisiera saber ¿Por qué no te ves asustado?-

El arquero sonrió, como si la respuesta fuera tan obvia, que la pregunta en si misma era graciosa.

-Las emociones como la sorpresa o el miedo son un verdadero problema a la hora de realizar un combate, en especial un combate largo. Dado que mi trabajo nunca me permitió depender de la emoción y poder que brinda la adrenalina, tuve que borrarlas de mí mientras estuviera trabajando. Ahora mismo, pese a la interrupción que hizo mi amada esposa, sigo en ese estado, uno que durante años activaba cada primavera y verano para realizar efectivamente mi trabajo-

Arrogante, las palabras del arquero, carentes del miedo al que los supremos se habían acostumbrado, sonaban arrogantes, aun cuando no lo eran en realidad. Como un reto, como un desafío más que una prueba, Ulbert encendió su mano en fuego y la apunto hacia a Pavel.

El arquero soltó a su esposa y encaro el fuego en solitario.  En sus ojos no se vio reflejado el miedo, sino una triste sensación de nostalgia.

El demonio apago su fuego después de ver aquella reacción, y el arquero de nuevo tomo a su esposa en brazos. Le beso el cabello, como disculpa por haberla arrojado de esa manera.

-Los hombres sin miedo son estúpidos que mueren jóvenes ¿Qué edad tiene usted Pavel?- pregunto el demonio.

-40 años-

-Entonces no es estúpido, por tanto, puedo asumir que usted puede sentir miedo-

-Claro que puedo sentirlo, no he abandonado mi humanidad todavía como para no hacerlo.  Claro que siento miedo, aunque no por mi propia vida ni por lo que le pase a mi cuerpo. Mi miedo es un algo un poco más... íntimo- dijo y miro a su esposa.

Esta clase de hombres solo tenía miedo a una cosa.

Perder.

-Dicho eso, ya no deben tener preguntas sobre porque no tengo miedo, pero si que deben tenerlas por mi falta de sorpresa. No dudo que ahora se estén preguntando porque no estoy sorprendido de saber que los conquistadores de Carne, no son realmente humanos-

-Emperadores- dijo Solution. –Esta mañana, Ainz Ooal Gown han tomado el título de emperador. También han pedido que se omita el "sama" cuando se refieran a los tres al mismo tiempo-

Pavel dirigió la mirada un momento al vacío.

-Mis señores emperadores, dado que sé que ese título no viene sin responsabilidades, no me andaré con rodeos- dijo sin resistencia. –Nací con un talento un poco envidiable, uno que mejora  mis sentidos, olfato, oído, vista, tacto y para mi desgracia también el gusto- Dijo, recordando los amargos y chamuscados platillos de su esposa. -Pero, no es todo, pues conforme pasaron los años, adquirí una especie de sexto sentido. Básicamente he podido detectar enemigos aun sin verlos o escucharlos, con el tiempo incluso fui capaz de  distinguir que tan fuertes eran, y hace no mucho, incluso aprendí a distinguir sus razas. Todo siempre y cuando estuviera a una distancia considerable. Esa es la razón por la que ya sabía a qué razas pertenecían. O bueno, al menos eso creía. Sentí a Momonga-sama como un esqueleto, pero por lo que veo, usted está muy lejos de esos no-muertos-