Parte 288

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Momonga había descubierto una extraña afición en su persona. Si bien siempre gusto de coleccionar objetos raros, jamás creyó que ese pasatiempo lograse abarcar a seres vivos. Pero desde que Clementine se unió a las fuerzas de Nazarick, el overlord comenzó a organizar una colección en su mente.
Su primer artículo de valor, Enri Emmot, una chica con un talento anormal con la espada, y que había aprendido una habilidad peculiar a un nivel muy bajo.
La segunda, los aventureros de Nainer, quienes ahora servían como guardias humanos en Carne.
Los farmacéuticos Bareare. Lizzie, la legendaria farmacéutica de E-Rantel, y Nfirea, quien con la suficiente experiencia podía convertirse en una fuente de deseos ilimitada.
La sacerdotisa psicótica con profundo conocimientos sobre los dragones y la teocracia, Clementine.
El ahora señor oscuro Khajiit, un no-muerto especial con la capacidad para potenciar las invocaciones de Momonga.
Una dragonoid capaz de usar magia salvaje, Draudillon.
El líder de un equipo adamantina, y el espadachín más rápido del continente, Cerebrate.
Cuatro aventureras adamantina, ahora convertidas en espíritus.
El hechicero humano más poderoso del mundo, Fluader Paradyne.
La mejor druida del reino santo, en conjunto a un tanque con dos escudos y una paladina muy por encima del promedio humano. Arias, Lucia y Rena.
Y el más reciente de la colección, pero también el que más había costado, y más conflictos le había provocado a Momonga.
Pavel Baraja.
Momonga deseaba a Pavel por sus habilidades, desde que lo vio pelear en E-Rantel, tuvo el deseo de adjuntarlo a su nueva colección, pero... ¿Realmente el arquero valía tanto?
No había dudas de que Pavel era un guerrero talentoso, pero quizás no valía todo lo que se le había dado.
Ahora que los Baraja habían aceptado unirse a Nazarick, Momonga experimentaba la culpa del comprador. Ahora le dolían muchos los ítems que ocuparon para convertir a Ran en una humana inmortal.
Claro, la chica sería útil. Un humano inmortal era peligroso sin importar en qué nivel se encontrara, y además de eso, si demostraba ser leal, Momonga podía darle dos clases especiales, gracias a los objetos que habían conseguido de Nike y Kannon cuando las asesinaron.
Pero si Ran era tan valiosa ¿Por qué Momonga no simplemente asesino a los Baraja? La chica Ran parecía congeniar con Aureole. Momonga pudo haber simplemente ordenado asesinar a los Baraja y dejar que Aureole criara a la niña como una leal guardiana de Nazarick, pero por alguna razón, Momonga dejo que Pavel y Rena se llevaran a ese poderoso activo lejos de Nazarick.
Eso no era normal en el overlord. Aun si podía recuperar a Ran en el futuro cuando los Baraja murieran, seguía siendo peligroso dejar andar por el mundo a una humana inmortal. Esa raza tenía inmunidad total a las maldiciones convencionales, por lo que Momonga y buena parte de los heteromorfos de la tumba tendrían problemas si la chica llegaba a subir a nivel 80.
¿Por qué le había ofrecido tanto?
Momonga fingía no saber la respuesta, pero en el fondo lo sabía. La primera vez que vio a Pavel pelear en esa plaza contra Khajiit, el overlord recordó a Peroroncino.
Pavel y el ser supremo no tenían nada en común salvo su amor y habilidad por el arco. Pero cuando lo veía pelear de esa forma, tan medida, tan calculada... Momonga recordaba a ese compañero.
Ese hombre tenía la capacidad para convertirse en una amenaza a futuro, y ahora que tenía una razón para vivir de manera infinita, sin lugar a dudas pagaría su deuda tarde o temprano. Aun si el arquero no era fuerte, tenía los instintos de los cuales Peroroncino siempre hablaba.
La clase de instintos que llevaron a Miyamoto a superar al sistema.
Ran, Pavel y Enri. Una tenía la raza, otro las habilidades y la ultima el talento. Esos tres humanos que le eran tan leales, tenían un parecido no solo con sus amigos, sino además también con Miyamoto.
Y aunque era peligroso, al overlord le interesaba saber si podía crear a otro como ese sujeto...
-¡Listo! ¡Momonga!- grito el demonio acompañado por el campeón del mundo.
Momonga había estado esperando a sus compañeros, quienes necesitaban tomar la comida del día para aliviar sus mentes, aun si el cuerpo no la necesitaba.
Era el momento, hoy sabrían como criar a su nueva unidad especial.
-----------------------Los supremos se reunieron a las afueras del pueblo Carne, en el claro donde Pavel había masacrado a esos monstruos.
Ahí se encontraron con una escena peculiar.
-[¡Aceleración de flujo!]-
-[¡Caria voraz!]
Cerebrate y Baffarot estaban peleando. Y por la forma en la que se atacaban, era claro que se trataba de una batalla a muerte. Eso no le hizo la más mínima gracia a Momonga, quien accedió a gastar el hechizo de una varita cuando Cerebrate le hablo maravillas de Baffarot.
Y sin embargo ahora ese hombre que había suplicado por la vida de ese demi-humano, estaba a punto de matarlo.
Aquel intercambio de golpes fue el último. El cansado espadachín al fin logro cortar el pecho del demi-humano. Para fortuna de ambos, el golpe no fue fatal, pero había dejado completamente fuera de combate al demi-humano.
Baffarot cayó sobre su espalda, quedo tendido en el suelo mirando al cielo. Pero aun derrotado y al borde de la muerte, el guerrero comenzó a reír y a gritar con alegría.
-¡JAJAJAJA! ¡Dragones! ¡DRAGONES!-
Los seres supremos miraron al cielo cuando el demi-humano ciervo comenzó a gritar el nombre de aquellas creaturas. Se sintieron verdaderamente estúpidos al darse cuenta de que no había ningún dragón sobrevolando el área.
-¡Reina!-
Cerebrate ordeno a una de sus compañeras sanar a Baffarot. Era mejor que funcionara o Momonga se molestaría mucho con ambos. Ellos ahora no eran propietarios de su propia vida, por lo que un duelo a muerte como ese era algo prohibido para ellos.
-¿Qué ha pasado aquí?-
Los presentes habían estado tan concentrados con el duelo de esos dos, que apenas se percataron de la presencia de sus amos. Eso decía mucho de lo intensa que había sido la batalla.
-¡HA! ¡Momonga-sama!-
Todos los presentes se arrodillaron, todos excepto los guardianes que acompañaban a los seres supremos.
-¡Lo sentimos mucho! ¡En verdad lo sentimos!- decía Khajiit mientras enterraba su cabeza en la tierra.
-¿Qué ha pasado aquí? ¿Por qué estaban peleando?- Pregunto TouchMe, quien estaba igual de molesto que Momonga.
-¡Hemos terminado nuestros pendientes! ¡Y he perdido una apuesta!- grito con alegría Baffarot.
El demi-humano se puso de pie de manera rápida, ignoro que todos los demás estaban arrodillados y de manera descarada ignoro la reverencia a quienes ahora eran sus amos.
Demiurge sonrió con molestia.
-[Arrodíllate]-
Como si de pronto la gravedad se hubiese multiplicado, Baffarot cayó al suelo de golpe y se arrodillo de manera extraña.
-¿Qué es esto? Hmmm........-
-Espera Demiurge-
Ulbert pidió algo de piedad para el demi-humano. Quizás disfrutaba verlo en esa posición, pero Ulbert creía que antes de castigarlo debían saber la razón por la que estaban peleando. Pero entonces alguien inesperado se interpuso.
-No, no lo detengas Demiurge-
TouchMe ordeno cancelar la orden de Ulbert. En un momento de incertidumbre, el demonio miro al overlord, pero para su fortuna, el propio Ulbert respeto las palabras de su amigo y le pidió a su creación ignorar su primera orden.
-Parece que no comprendes tu posición Baffarot, así que deja que sea sincero contigo. Por ahora eres igual que Khajiit. No te unimos a las fuerzas especiales por tus méritos, sino porque tienes una deuda que pagar con el mundo- dijo TouchMe.
El tono molesto del campeón impresiono a los presentes. La gente del nuevo mundo se había hecho a la idea de que TouchMe era el más tranquilo de los tres. Quizás era por la armadura blanca, pero sentían que era el menos amenazador y el más compasivo. Pero ahora esa imagen fue cuestionada.
-De no ser porque nos suplicaron que te reviviéramos, ahora mismo serias alimentos para cucarachas-
Antes Solution había amenazado a Clementine con enviarla a una habitación con cucarachas. Antes creía que era solo algo que dijo para asustarla, pero ahora que el propio ser supremo lo mencionaba, Clementine solo podía imaginarse un infierno aterrador.
-Ahora dime ¿Por qué estaban peleando?-
-¡Fue mi culpa, Ooal-sama!-
Cerebrate alzo la voz y con cuidado se puso de pie.
El aventurero explico la promesa que había hecho con Baffarot antes de morir. Fue entonces cuando los supremos entendieron porque el demi-humano gritaba "Dragones" con tanta alegría. Por lo que sabían a ese sujeto le gustaba pelear, así que la caza de un dragón sonaba ciertamente interesante.
A pesar de que TouchMe no lo aprobaba, Ulbert y Momonga recordaron darles alguna vez la oportunidad de enfrentar un dragón.
Gracias a la promesa con Cerebrate, y al hecho de que ahora Baffarot formaba parte de Cristal Tear's, TouchMe ya no pudo cumplir su objetivo de encadenar al demi-humano asesino de la misma forma que lo había hecho con Khajiit.
Quizás la actitud de TouchMe pareciera mala y peligrosa en un principio, pero gracias a ello todos los presentes podían estar tranquilos.
Al ver a Khajiit y saber quién era, a muchos les preocupaba que los seres supremos hubiesen planeado la destrucción de E-Rantel, pero al ver que esa poderosa creatura era tratada como un esclavo, pudieron respirar tranquilos. Los seres supremos tenían claros sus principios... bueno, uno de ellos.
Al darle el perdón y otra oportunidad a Baffarot, TouchMe también demostró a los Baraja que no era como Remedios.
Una vez pasado el problema con esa promesa sin cumplir, los presentes se agruparon alrededor de un círculo ritual.
Todos los humanos candidatos para conformar el equipo de héroes estaban aquí.
Khajiit y sus acólitos bebían pociones para recuperar su MP. Ahora verían las estadísticas y niveles de los nuevos sirvientes de Nazarick.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora