Parte 174

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Un viajero, cansado y hambriento, observo abismado, como la ciudad donde planeaba comprar un caballos, estaba en ruinas. Y lloro... lloro al ver que todas las bestias eran custodiadas y usadas para transportar comida para los refugiados.

E impotente,  hambriento y desesperado, el mensajero del reino draconico rodeo E-Rantel y siguió caminando.

El pueblo Carne... los conquistadores que seguramente habrían causado esta masacre.

Si ellos habían sido tan poderosos como para eliminar de esta manera a una ciudad enemiga, eran los apropiados para cumplir con las ordenes de su señora.

Y así, el moribundo hombre siguió avanzando sin detenerse.

Aquel lugar... aquel hogar donde los conquistadores viven y duermen. Tenía que llegar antes de que la muerte lo alcanzara. Debía entregar el mensaje antes de que el cuerpo dejara ir al alma...

Y entonces, cuando estuvo por dar su siguiente paso, la tierra se movió ligeramente se escuchó un poderoso estruendo que veía desde muy lejos.
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Una mujer de armadura blanca caminaba a pocos metros del campamento de E-Rantel.

Remedios Custodios, apaleada y dolida, avanzo hasta el lugar donde se encontraba su última esperanza.

La paladina vago por el bosque hasta encontrarse al teletransportador que prometió esperarla a ella y a su grupo, pasara lo que pasara.

-¡ALTO!- grito el teletransportador y observo a la paladina.

Remedios tenía la cara hinchada y llena de moretones. Estaba irreconocible. Pero para su fortuna, el teletransportador solo recordaba a una idiota que uso armadura blanca en esta misión.

-¡CAPITANA!- grito preocupado el teletransportador y corrió en ayuda del color blanco. -¡Por el amor de los dioses capitana! ¿Qué le pa...?-

-La reina...- balbuceo remedios con las pocas fuerzas que le quedaban. –Necesito llegar con la reina y mi hermana... llévame ahí- dijo como últimas palabras Remedios Custodios antes de desplomarse.

El teletransportador, sin saber bien que hacer, siguió la última orden que escucho de Remedios antes de desmayarse. Aun si el grupo estaba incompleto, por la autoridad que la reina le había otorgado al color blanco, ignoro a los demás compañeros y el teletransportador llevo a salvo a Remedios hasta el santo reino.

Pero mientras recitaba el hechizo, y la luz los cubría, el teletransportador creyó poder escuchar un estruendo.
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Tina sentía un aire inusual saliendo de la princesa que le encomendaron cuidar.

La aventurera de rango adamantina, ahora avanzaba junto con la princesa Renner, que con un cierto aire peculiar rodeándole, se dirigía a una reunión con su padre.

Sobre el rostro de la princesa estaba una sonrisa como todos los días. Pero de alguna manera, esa expresión tan dulce y tierna hacía a Tina sentir repulsión por la amable princesa.

Personalmente, la aventurera prefería marcharse para encontrar a su hermana y sus compañeras, quienes no se habían contactado con ella desde que la dejaron a cargo del cuidado de Renner. Y por los sucesos en E-Rantel estaba preocupada por ellas.

Pero el deber con su misión le hizo imposible ir a verlas.

Además, confiaba en que EvilEye y la jefa cuidaran a las demás...

-Tina, por favor, si fueras tan amable ¿Podrías quedarte aquí afuera?- indico Renner una vez llego a la puerta que buscaba.

-Lo lamento princesa, pero la jefa me pidió...-

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora