Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 300 8 de 8

Como una tempestad, los 39 invasores entraron a la sala hecha de mármol, donde las flores tapizaban los muros y gran parte del techo. La belleza del lugar, por un momento alejo a blue planet de su objetivo original, y lo hizo perderse en los hermosos e infinitos colores de la sala. Pero sus compañeros centraban su atención en algo distinto.

El grupo rápidamente rodeo y puso a cubierto a Ulbert, quien después llamar una de sus magias más peligrosas, estaba maldito y al borde de la muerte. La magia le había dejado con menos de un cuarto de su hp y había hecho a todas sus estadísticas reducirse a un cuarto de lo que realmente eran, un efecto secundario que ningún ítem pago podía aliviar.

Y que curioso, que curioso que entre los ítems de gatcha se encontrara una cruz dorada, un ítem capaz de dar la resurrección perfecta.

7 pilares blancos se encendieron en el centro del lugar, y de ellos se formaron los cuerpos de los 7 jugadores de Seiyuu presentes. Al inicio de la invasión había al menos dos más, pero estos se desconectaron apenas vieron que podían perder la batalla. Ya habían cumplido con si tiempo de conexión obligatoria, y no tenían ninguna intención de ser humillados. Por su puesto, tampoco existía un sentimiento de compañerismo que les obligara a nivel moral, para quedarse y enfrentar la derrota junto a sus compañeros.

Ya era oficial. Podían tener tantos ítems pagos como quisiera, pero realidad era, que no podían ganar, y debido a ello apagaron las cámaras que los habían estado grabando hasta este momento, aprovechándose de la intensa luz que el hechizo de Ulbert provoco. De esa manera, los compañeros de la reina podrían decir algo que jamás podrían decir frente a un público.

-¿Su problema es con Kana? ¿No es así? Entonces les proponemos un trato- dijo uno de los hados miembros del gremio, y profesional con 13 años de experiencia en el mundo del doblaje. -Si aceptan fingir que les damos batalla, dejaremos que arreglen las cosas con ella en privado-

-¿Qué?- susurraron casi al unisonó los 40 miembros de Ainz Ooal Gown presentes.

-Les ofrecemos a Kana para que traten con ella lo que deban tratar, también les prometemos no volver a enviar gente por ustedes, a cambio de que hagan parecer que les dimos batalla- dijo otra de las chicas, una que Peroroncino conocía especialmente bien, pues había debutado en el mundo del anime, casi al mismo tiempo que su hermana lo hacía en Eroges.

-¡Si quieren que hagamos eso entonces queremos que públicamente se disculpe por lo que le hizo a Sakura!- grito Peroroncino, pero la propuesta del dios ave fue negada.

-No tenemos derecho a pedirle eso, nuestros patrocinadores nos tienen estrictamente prohibido hacer declaraciones públicas, incluyendo lo que paso con Sakura-

-¡Pero con lo que dijiste ya tenemos suficiente para que nos crean! ¡Estuve grabando todo!- grito Ulbert, quien obviamente mentía.

-Si publican eso serán demandados por nuestros patrocinadores ¿Debo recordarles que tenemos contratos?-

Muchos de los miembros contuvieron sus deseos de golpear a Ulbert. Si solo bastara con grabarlas, o si fuera posible hacer que admitieran públicamente lo que hicieron, hubiesen ido con Nike en el mundo real y no habrían planificado este ataque desde Yggdrasil.

-Si ella acepta ciertas condiciones, nos dejan grabar el enfrentamiento, y nos aseguran que ella no se desconectara durante la batalla, no tengo ningún problema- dijo Momonga.

Algunos de sus compañeros le miraron, algo confundidos, pero quienes conocían el plan original, y sabían del regalo de Miyamoto, no pusieron peros.

Los miembros de Seiyuu por su parte, miraron a la reina con severidad, y ella, de mala gana asintió con la cabeza.

Los seres supremos habían venido preparados para un combate total, estaban tan preparados para una lucha encarnizada, que por un momento olvidaron que, para ellos, Yggdrasil no era mas que otra faceta de sus trabajos. Y que nada era mas valioso para esas personas que su la imagen que deseaban vender a su público. Por supuesto, ser masacrados y evidenciados como un grupo de novatos, no era bueno para ninguno de ellos, ni siquiera para la reina.