Parte 280 1 de 3

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De pie sobre la torre más alta del castillo, proyectaban su sobra sobre todo el reino, la sacerdotisa del templo de cerezos  y la vampiro de sangre pura.

-Te agradezco mucho Shalltear- dijo la sacerdotisa rompiendo el silencio de la media noche. –De no ser por ti jamás hubiese podido contemplar la inmundicia de una gran capital-

Pese a lo afilado de su comentario, Aureole sonreía y hablaba con un tono dulce.

-Me sorprende te que haga feliz estar aquí Aureole. El pútrido aire de esta ciudad ni siquiera es digno de ser respirado por ti. Pensé que después de una vida en el templo venir a este lugar sería una tortura para ti-

-Puede que tengas razón, pero aun así necesito agradecértelo Shalltear. Ahora que en mi memoria vive el recuerdo de esta inmundicia me siento más bendita por poder pasar mis días en el templo. Aunque no te mentiré, me preocupa un poco que el olor pueda quedar impregnado en mis ropas-

Las guardianas rieron por el comentario de la otra, y tras ellos siguieron observando el reino que pronto pertenecería a sus amos.

Era gracias a Shalltear y su plan para encerrar a los supremos que Aureole pudo alejarse de su tarea como guardiana y escudera de Rubedo. Los supremos que no podían salir de Nazarick aprovecharon el momento para poner aprueba las habilidades de la guardiana del templo. Y mientras los supremos jugaban cartas a las puertas de la habitación de Rubedo, Aureole salía de la tumba por primera vez en su vida.

La noche aún era joven cuando a la guardiana del primer piso recibió un mensaje.

El momento había llegado.

La sacerdotisa del templo miro una última vez la vida de la vida cotidiana de la ciudad.

-[Triple maximizar magia: Time stop]-

El mundo se apagó. En ese momento Shalltear y Aureole recibieron mensajes. Uno de los supremos y otro de los guardianes cerca a la muralla. Esta noche se había comprobado una cierta teoría de los seres supremos. 

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Al amparo de un mundo monocromático, las guardianas se infiltraron en una torre fuertemente custodiada por los miembros más fieles de la guardia real. Aureole y Shalltear se encontraban ahora en la habitación de una cierta noble. Una mocosa que había provocado la caida de su reina y la desdicha de todo un país.

-He aquí a la mujer que para sus aliados es una tragedia y para sus enemigos una bendición- dijo Aureole mientras miraba el rostro de Remedios. –[Bendición de Cronos]-

El cuerpo de la paladín recobro su color, Remedios había sido librada del efecto del tiempo detenido, la razón por la que Aureole había sido la elegida para este trabajo.

-[Ambrosia]-

Un fuerte hechizo de recuperación fue lanzado sobre la paladina, que apenas después de recibirlo comenzó a moverse débilmente.

-[Sleep]-

De inmediato Remedios volvió a caer en un profundo sueño. 

-Es impresionante que esta persona haya causado tanto daño ella sola-Dijo Aureole al ver a la causante de la situación actual. -De no ser por ella el reino santo no hubiese tenido que ser tomado por la fuerza-

Aureole cubrió su boca como una dama para que la sonrisa que se marcaba en su rostro no pudiese ser vista.

-Shalltear, estas son las consecuencias de poner a incompetentes en el lugar equivocado. Esto es lo que pasa cuando gobierna alguien que no es apto para ello. Comienza  a tomar decisiones pequeñas que eventualmente desencadenan tragedias-

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora