Parte 198

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Aunque aparentemente ocultos, a plena vista se encontraban las secuelas de la guerra.

Durante todo su recorrido por las calles de Laidar, los seres supremos no encontraron más que males.

Pobladores desnutridos y cansados. Pocos soldados para defender la ciudad. Tiendas y demás comercios con escasa mercancía para vender.  Caballos que morían por cansancio en medio del camino. Armas rotas o gastadas. Civiles con cicatrices causadas por dientes y garras. Armaduras con signos de batalla.

Era como si cada alma presente, aun los niños, fueran soldados de esta guerra. Y ese pensamiento no estaba del todo equivocado.

Esta no era una batalla por territorio o riquezas, sino una por la supervivencia. Los enemigos no buscaban joyas u oro, si no la carne y huesos de cada uno de los ciudadanos, que desde el momento de su nacimiento, se habían convertido en soldados para esta guerra.

El escenario lamentable, sin embargo, no fue compadecido por ninguno de los seres supremos, pues si la reina y esta nación daban las herramientas e información que deseaban, los tres jugadores acabarían con esta guerra con solo unas cuantas batallas.

24 horas después de hacer el trato con la reina. Ese era logro que los tres deseaban.
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Lo que TouchMe llevaba puesto encima, no era más que un equipo cosmético. Debajo de esa apariencia se ocultaba su armadura de campeón mundial, y a diferencia de las últimas semanas, no había ocupado [Perfect Wizzard] para ocultar su fuerza.

Gazef Stronoff había dado una importante lección a los seres supremos. Un conocimiento invaluable sin el cual hubieran encontrado una infinidad de problemas para llegar a este momento: Los guerreros de este mundo, pasado cierto punto, adquirían una habilidad especial.

[Instinto de supervivencia] fue así como Ulbert nombro a esta extraña habilidad de detección que ni siquiera los anillos podían ocultar.

Sentir el poder de un oponente con solo su caminar era algo molesto, pues cada vez que TouchMe debía andar entre la multitud, debía cambiar sus clases de guerrero a hechicero para no ser descubierto, lo que limitaba enormemente su fuerza, a un punto en el que incluso Momonga podría vencerlo.

Pero ello era también un arma que ahora podían explotar.

¿Por qué no ocultarlo ahora? ¿Por qué revelar su poder ante estas personas? La acción tan imprudente, que fue apoyada por el propio Momonga, fue realizada con la idea, de que toda esta gente, todos ellos pronto se volverían sus subordinados.

"Es mejor ser temido que amado si no puedes ser ambos" La acertada filosofía de un escrito antiguo dio la respuesta al problema al que se enfrentaban los supremos. Pues aun si la reina cumplía con su palabra, aun si los salvaban, aparecerían grupos opositores, saboteadores, traidores y conspiradores que querrían volver a darle el poder a la soberana, una vez la situación en el reino Draconico se estabilizara. ¿Pero y si sus salvadores y reyes, fueran además monstruos con un poder sin precedente? Entonces una revuelta era nada mas que una fantasia.

Lo maravilloso del plan era que la gente normal no tendría que saber nada y se les mantendrían en la dulce ignorancia mientras que los fuertes, los líderes, los grandes guerreros del país, corrían internamente el rumor sobre un hombre de poder superior a todo lo antes visto.

Incluso los grandes hechiceros no notarían el poder emanando de TouchMe. Tan solo los espadachines, quienes por regla eran los que se alzaban con la fama y la gloria, sabrían del  aterrador poder de los conquistadores.  Y es que si los héroes tienen miedo, la gente no tendrá voluntad para pelear.

Pronto los pasos de los conquistadores los llevaron a las puertas del castillo, que por alguna razón estaban abiertas pese a las órdenes que los oficiales habían dado mientras temblaban.

"Buenos hombres" pensó TouchMe al ver a los dos guardias de la entrada temblando, pero manteniéndose en su posición para no avergonzar a su reina y su nación.

Aun cuando los tres monstruos pasaron a su lado, e hicieron vibrar sus almas, los dos soldados se mantuvieron de pie, sosteniendo sus armas y su corazones con ellas.

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Draduillon había echado de su sala a decenas de guardias que querían que ella escapara. Uno de ellos incluso intento cargarla para llevársela, cosa que enfado a la reina de una manera que el soldado no esperaba.

Pero pese al pánico, pese al miedo, con solo una palabra Draudillon había calmado el corazón de sus guardias.

"Si yo escapo ¿Quién los defenderá?" las palabras con las que la reina llego al corazón de sus soldados.

Tras esperar aproximadamente 7 minutos, un hombre abrió las puertas de la sala. Draudillon lo reconoció como uno de los mensajeros a los que personalmente entrego una carta de súplica. Los tiempos sin embargo no cuadraban, pues aun si habían llegado hasta aquí con magia de teletransportacion se habían adelantado, pues la reina había calculado otros dos días para que el primer mensajero llegara a Carne.

La reina contuvo una sonrisa al ver que había subestimado a sus mensajeros, pues además de haber llegado a Carne en tiempo record, había traidor consigo más que una simple respuesta.

Los seres supremos entraron a la sala como si les perteneciera y avanzaron a paso veloz hacia el trono. Al verlos, como símbolo de que no debían arrodillarse,  Draudillon se puso de pie. Abandono el trono aun si la corona seguía sobre su cabeza para mostrar que deseaba hablar con sus visitantes como iguales.

El mensajero que había pasado por un infierno se arrodillo ante su señora, y sin poder contener su alegría, el hombre esbozo una ligera sonrisa.

-¡Yo, Dardei, anuncio la llegada de...!-

-Anunciamos la gloriosa llegada de la paz al reino- declaro Clementine interrumpiendo. –Su majestad Draudillon Oriculus, tiene usted el honor de encontrarse en presencia de los grandes conquistadores de Carne, Ainz Ooal Gown-

Clementine se inclinó y agacho la cabeza lo suficiente para que su presencia no fuera una ofensa.

El mensajero no entendía porque aquella mujer le robaba su trabajo, pero si entendió que ahora no le dejaría retomar la palabra.

"¡¿Qué haces, Clementine?!" gritaron internamente el demonio y overlord, pues habían ordenado a la asesina actuar de manera honorable y tranquila, pero en cambio había lanzado un comentario que aplana vista era una falta de respeto para aquella persona que se llamaba a si misma reina.

Y sin embargo Draudillon sonrió. Esa era una presentación perfecta considerando el contenido de la carta que los había traidor a los conquistadores hasta aquí.

-Draudillon se siente feliz de tenerlos aquí- declaro con la voz de una pequeña niña.

Hablar en tercera persona era la forma de expresarse que usaba niño pequeño que aún no desarrollaba un ego. 

Ulbert lo vio como el comportamiento de un personaje de RPG, que se mostraba dulce e inocente por fuera, pero que por dentro era una p*rra.

Pero TouchMe vio esas primera palabras, esa apariencia, e incluso esa mala letra que menciono Khajiit como nada más que una trampa. Al igual que Momonga, él recordaba  las palabras de un compañero, que había dicho que los personajes lolis tomaban gran importancia en los animes y video juegos, porque despertaban el instinto de hombres y mujeres por protegerlos. 

-Una niña jamás podría escribir una carta tan manipuladora ni crear tal devoción en sus soldados y la población. Una niña no podrían desarrollar una estrategia que llevara a sobrevivir a un enemigo tan superior. Si quieres hablarnos como a idiotas, bien, nos iremos ahora mismo, pero si deseas respetar tus propias palabras, dilo ahora mismo que deseas, y que estas dispuesta a dar- Le dijo TouchMe, demostrando que no tenia tiempo para esta clase de juegos.

-Mi vida... mi herencia y mi lealtad. El reino que mi bisabuelo abandono y ayudo a crear. Mis riquezas, mi alma y si así lo desea también mi cuerpo- dijo con una voz más grave, y más acorde para una reina. –A cambio, aseguren un buen futuro para la gente de mi nación. Pero... si mi todo, incluyendo mi cuerpo y mi alma no alcanzan para pagar tal petición entonces solo una cosa puedo pedir... como mínimo por todo lo que soy y seré... Pido que exterminen a todos los demi-humanos que por años se han devotado a mis compatriotas-

La reina era mas de lo que dejaba ver...

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora