Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 244

La orden de Momonga fue sencilla, y a la vez, sería considerada por todos quienes la recibieron, imposible.

"Encuentren una manera de revivir a esta chica" fue la solicitud de los seres supremos.

A Pestonya se le puso a cargo del cuerpo de Neia Baraja. La creatura que mayor aprecio tenía por los humanos en todo Nazarick, fue elegida para vigilar que el cuerpo de la chica, fuera tratado con el respeto y dignidad que Pavel pidió.

Khajiit estaría dedicado  a la investigación sobre su propia maldición. El nigromante aún tenía un acolito que quería transformar en un sirviente oscuro, por lo que a ese acolito se le asesinaría y reviviría para que cumpliera con el requisito de niveles, después de eso se usaría la maldición en él. Se le pediría a ese hombre que esperara hasta cerca del tiempo límite para aceptar la maldición del señor oscuro, y mientras su cuerpo aún era infectado por el hechizo, Khajiit tomaría muestras, muchas muestra de la carne maldita para su trabajo.

Clementine tenía mucho conocimiento, pero casi todo lo que sabía tenía que ver con lo sagrado y el combate. Conocía de política, pero muy poco de magia. Viendo que no se le podía usar, se le asignaron otras tareas, pero se le ordeno que diariamente leyera los informes de Khajiit para que diera su opinión.

Pandora's Actor y Demiurge fueron algo especial. Ellos no tenían conocimiento sobre la magia del nuevo mundo, y tampoco a lo que se refería con el señor oscuro, pero dado que eran los encargados del manejo interno de la tumba, a través de los demonios sombra que los seres supremos habían puesto a cada persona que habían conocido hasta ahora, recopilarían información para Khajiit, y en el caso de encontrar a un experto haciendo o rompiendo maldiciones,  se le debería localizar y capturar, pero bajo la supervisión estricta de los seres supremos.

El cuerpo de Neia fue trasladado a un mausoleo en el tercer piso, donde seria custodiado por Shalltear. En ese lugar Khajiit no debería moverse mucho para ver el cadáver de la chica, y dado que Pestonya estaría cuidándolo, no se correrían riesgos, y los supremos podrían ocuparse de los referente a la reunión con Ramposa, y la fundación de su nuevo imperio.

Así quedaron las cosas con respecto a la hija de Pavel, por ahora...
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Los planes de los supremos debían continuar, y el primer punto de estos, era reencontrar a Cerebrate con sus compañeras. Ya Ulbert le había dado un papel al aventurero en el teatro que pretendían montar para Ramposa, y como un director tirano, el demonio no aceptaría otra cosa.

El querer complacer el apetito dramático del demonio, llevo a los seres supremos al octavo piso. Ya TouchMe tenía un plan para calmar a las compañeras de Cere, algo inspirado en las palabras de Pavel.

Después de discutir su táctica con los otros dos, no paso más de un minuto antes de que decidieran usar el plan de acción del caballero insecto.

Con fiereza los tres se dirigieron al templo de Cerezos, preparados para afrontar los gritos y maldiciones que esas mujeres darían antes de aceptar su nueva realidad.

Sin embargo, al llegar al templo no había gritos, no había sangre ni maldiciones. No había cuerdas, ni ningún otro tipo de ataduras.

Lo que los supremos encontraron al llegar al templo, fue una curiosa fiesta del té, celebrada en uno de los hermosos jardines de la Zona.

La sacerdotisa inmortal del templo, compartía con un grupo de espíritus, un té especial.

Aquellas mujeres que hace menos de una hora, querían arrancarse las colas y orejas, ahora las movían libremente, sin miedo o vergüenza. Y por si eso no fuera poco, cada una había abandonado las ropas que se les dio en su resurrección, y en su lugar vestían con trajes de miko, hechas por las manos de Aureole.

Se vea como un grupo de sacerdotisas tomando un descanso de sus labores, a la sombra de un hermoso árbol de cerezos.

-Creo que no vamos a ocupar tu amigo- Dijo Ulbert y dio algunas palmadas a la espalda del caballero
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Cerebrate comenzaba a preocuparse por los otros dos. Gazeff y aquel chico no habían despertado aun.

-Stronoff... ¡Stronoff!- dijo el aventurero desde su celda.

Por más que les hablara o gritara, aquellos no despertaban.

¿Había sido demasiado fuerte el hechizo? ¿O acaso estaban muertos y no dormidos? No, eso último era imposible, y los fuertes ronquidos del capitán guerrero lo corroboraban. Esos no eran los sonidos de un hombre muerto, aunque si parecían los de uno que muy pronto lo estaría.

Con solo ese hechizo, Cere podía corroborar que los conquistadores no solo eran poderosos, sino también tenían subordinados peligrosos. Pues si ese hechizo pudo hacerle eso a uno de los guerreros más poderosos de la humanidad ¿Qué no podría hacer en un simple mortal?

Y mientras el aventureros se dejaba caer en sus propios pensamientos y desvaríos, una puerta se abrió frente a su celda.

Éxito o fracaso...

Vida o muerte...

Pronto Cere sabría cuál de esos destinos le aguardaba.