Cap. 92 La nueva Ivy

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Ivy Carter

Su risa al principio la desconcertó, pero es contagiosa, y no pudo evitar reír con él, jamás se había sentido tan inmensamente feliz, compartir estos momentos con él es justo lo que necesita. De pronto toda esa sensualidad en sus ojos, su voz y palabras la dejaron sin aliento. No identificaba bien si su novio estaba bromeando o realmente hablaba enserio, además de que la dejaban pensando muchas cosas. Él estaba provocándola, con esa sonrisa, esa mordida de labios y sus ojos que se dilataron expresando la lujuria y el reflejo de sus pensamientos. Le sorprendía que su novio apenas esté despertando y parece que está excitado. Bajó la mirada por su cuerpo y además de encontrarlo bastante sexi y perfecto, no había ninguna erección, realmente le habría sorprendido que esa parte de su cuerpo respondiera normalmente después de tres semanas completamente inconsciente. Volvió a mirarlo a los ojos y seguía viendo excitación, tal vez él se siente así pero aún es pronto para que su cuerpo le reaccione para algo así. Terminó por sonreír tiernamente, así como él lo hace y sintiéndose magnéticamente atraída lo besó, suave pero profundo, transmitiéndole todo su amor y cariño, complaciéndolos a ambos con el gusto de unir sus labios y decirse lo que las palabras no expresan. Una conexión que solo ambos sienten, y que a ella comenzaba a calentarla. Se sintió excitada, demasiado, cómo hace un tiempo no se sentía, jamás se ha sentido tan bien besando a alguien, ni mucho menos había sentido tanta química, tanta sincronía, como si por un instante todo el mundo se detuviera, y se congelara en esos segundos que son solo para ambos.

Ya podía sentir como las mejillas se la ponían coloradas, un escalofrío y un calor la invadió, y aunque le gustaría continuar, debe parar, porque ahora no hay manera de que ambos sacien su deseo por el otro.

-Vaya... parece que alguien está un poco caliente y no precisamente por los medicamentos.

Murmuró en sus labios con una sonrisa y luego sin dejarle responder continúa, pues no quiere excitarse de más y tener que apagar ese fuego de golpe.

-De acuerdo, no más comida por hoy, pero tienes que acostumbrarte, será tu próximo menú por quien sabe cuántos días y ya que no aceptaste mi trato tendrás que conformarte con el horrible sabor de los cocineros.

Le besa suavemente la frente y luego se incorpora devolviendo todo a la bandeja.

-Por cierto, me molesta que pienses que debes encargarte de todo tu solo, no pude entrenar a Calvin porque tú eres mi prioridad, no digo que él no lo sea, pero ahora que estás aquí podemos hacerlo ambos, no te dije que es un desastre para que pienses que debiste hacerte cargo de eso antes.

Murmura mientras rodeaba la cama para alejar la bandeja y ponerla en algún lugar de la habitación.

-No me molesta que revises mis redes, solo es algo extraño y es cierto que no me lo esperaba, lo cual me deja un poco desconcertada porque en ellas parece que tengo amigas, pero tú lo has dicho nunca hablo de ellas, no todas son importantes.

Se encoge de hombros mientras volvía a donde estaba, y se sentó ligeramente sobre la cama junto a su novio. Cada vez que lo ve le palpita el corazón, le da una emoción indescriptible, como si a su lado todo pareciera que estará mejor. Aún en sus condiciones seguía viéndolo terriblemente encantador, eso la hizo sonreír levemente.

James Smith

Con esos besos, con el delicado y profundo roce de sus labios, peleando sin palabras por demostrar que los dos están más que enamorados, se olvidó hasta de su nombre. ¿Cómo es que alguien te hace perder la noción del tiempo y de ti mismo solo con besos?, no estaba seguro, lo que sí sabía es que ella lo lograba. Tanto que la frustración que sentía hace unos momentos, se aplacó, dejándolo sentir solo su corazón acelerado y enamorado.

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