Cap. 78 No está lista para saberlo.

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Ivy Carter

Se asombró un poco al darse cuenta de que Marcos ya sabía que se había estado quedando estos días, le desconcertaba un poco, pero decide no decir nada más al respecto, no le gustaba la idea de que la supliera, volvería para el final de la noche, o al menos eso esperaba, que sus dolores no la lleven a amanecer en quién sabe dónde. Se quedó un momento en silencio mientras le miraba, le daba un poco de miedo conocer a la familia de James, especialmente porque a estas alturas ya no luce nada bien, no internamente, porque al menos físicamente aún podía verse mejor. Esa sonrisa que le dedica el moreno le da un ligero aire más relajado, lo que la hizo sonreír muy levemente. Asintió sin decir más y salió de la habitación.

En camino al estacionamiento su mente aún seguía perdida, su cuerpo estaba ahí, pero se siente vacía, así como James está en esa cama. El camino se la paso recorriendo la ciudad un momento, la luna ya había salido, así que traspasando un poco el tráfico de la ciudad se detuvo en una licorería, compró un par de botellas, ambas de Tequila, probablemente no bebería ambas, pero prefiere tener otra de reserva. Se dirigió hacia su departamento, ahí estaría completamente sola.

No demoro mucho en llegar, se puso más cómoda, algo demasiado simple. Se sentó en medio de la sala sobre la alfombra y en el suelo, encendió el estéreo y "Die for you" comenzó a sonar fuerte y alto inundando cada rincón de la habitación. Sirvió el primer trago y en su teléfono miraba algunas fotografías y recuerdos que tenía con James, era increíble cómo una foto podía traer tantas emociones, por fin terminó sonriendo ampliamente, tiene muchas ganas de retroceder el tiempo y volver a ese momento donde fueron felices, uno de esos pocos momentos en los que no arruinaba la felicidad entre ambos.

Empezó con un trago, luego otro, otro, uno más, y otro más. Repetía la misma canción una y otra vez, cómo si eso fuera a aliviar su dolor, o más bien, animarla a perder más la cabeza. Esas promesas, tantas veces que se hicieron el amor, las pocas veces en que le dijo que lo amaba, es ahí donde valora que debió pasar más tiempo amando que llenarse de inseguridades. Al rato terminó por dejar el teléfono a un lado y solamente dejar que la melodía llenara sus oídos, mientras el alcohol comenzará a hacerla olvidar.

- ¿Y si no despiertas?

- ¿Que se supone que haré sin ti?

Se preguntaba en voz alta a sí misma, o como si James pudiera escucharle.

-Pero si lo haces... ¿Podríamos volver a ser felices? No estoy siendo negativa... te prometo que no... sólo soy realista...

Una pequeña sonrisa le salió de los labios. Recargo la cabeza en el asiento del sillón detrás de ella y cerró los ojos.

-Creo que rompí todas las promesas que te hice ¿no? No lo había notado hasta ahora...

Murmuró con una pequeña y forzaba risita.

-Mmm... Es increíble que hasta en eso te falle... nos falle.

El sonido de su teléfono comenzó a sonar. Soltó un gruñido y se llevó la boquilla de la botella a la boca mientras forzadamente levantó el teléfono para ver quién era. Rodó los ojos al ver que se trataba de Stella. Colgó y volvió a abandonar el teléfono, no quiere a nadie ahora mismo.

-Ella dice que debo aceptar ayuda, el problema es que nadie puede ayudarme. Nadie comprende. No necesito ayuda, necesito retroceder mi pasado y volver a donde no soy un desastre.

Vuelve a llevarse la botella a la boca, una y otra vez. Acelerando el efecto del alcohol, ya se sentía mareada y con muchas ganas de seguir hasta olvidarse por completo. Su teléfono no demoró mucho en sonar de nuevo, así que aumento el volumen del televisor al máximo y optó por apagarlo.

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