Cap.32 Hasta que el último pétalo muera

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James Smith 

Algunos de sus guardias personales los seguían desde otro auto pues debido a todo lo que estaba atravesado no podía darse el lujo de andar sin ellos, sobre todo cuando estuviera con su chica. Antes de llegar a donde su novia, le indica a Alfred que se detenga en una de las mejores floristerías. Ya era cliente de aquí hace un tiempo, los empleados conocían más o menos lo que andaba buscado.

En cierto momento le mostraron algo que captó su atención por completo, una nueva novedad que ofrecía la floristería. No lo dudó y compró una rosa de las favoritas de su novia, esta tenía un detalle simple, pero que podría convertirse en uno muy especial. Una vez Ivy le dijo que también prefería los regalos sencillos, por lo que esta vez no le compró un ramo completo, pero sabía que, aun así, el detalle le sacaría una sonrisa de esas tan hermosas que tiene.

Una media hora después ya se encuentra en el lobby del edificio de su chica. Apenas eran las 7:30, el salón del evento no quedaba lejos de aquí, así que tenían tiempo pues la gala comenzaba formalmente a las 8:30. Saca su teléfono para mandarle un mensaje a su novia.  

<< Ya estoy aquí nena, te espero abajo. Por cierto, luces hermosa y no necesito estar viéndote para saberlo. >>  

Sonriendo, pulsa enviar y luego vuelve a guardar el teléfono. Mientras la esperaba de pie, su mirada se pierde entre los ventanales, profundamente sumergido en sus pensamientos, mientras una mano permanecía detrás de su espalda sosteniendo la rosa para que su novia no la viera de inmediato, pues quería sorprenderla un poco...

Ivy Carter

Tiempo después que termina de arreglarse se coloca el vestido que le había regalado su novio

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Tiempo después que termina de arreglarse se coloca el vestido que le había regalado su novio. Sin poder evitarlo sonríe como boba frente al espejo. Su novio la conocía a la perfección, el azul resaltaba con sus ojos y además le quedaba exactamente a la medida. Estaba lista cuando recibe un mensaje de la persona que ocupaba su mente diciéndole que estaba abajo y que se veía espectacular. Rueda los ojos con una gran sonrisa. Toma su bolso con lo que necesitaría y baja. Cuando sale del ascensor lo mira con una gran sonrisa al aparecer en su campo de visión.

Se vía bastante sexy con el traje y eso activaba sus sentidos.  

-Hmmm... Me fascina como te ves con el traje.  

Hace una mueca expresándole sus perversos pensamientos y luego lo besa atrapando su cuello con un brazo. Sus besos eran lo único que necesitaba para sentirse nuevamente completa.

James Smith 

Después de unos minutos, el cumplido de su novia lo sacó de sus profundos pensamientos. Le encantaba cuando ella le decía este tipo de cosas, lo llenaba de una emoción inexplicable. Gira su cabeza sonriendo hasta que se encuentra con su rostro. Ríe entre dientes al presentir todo lo que pasaba por su mente, esa expresión perversa le dejaba mucho que pensar. Sin tiempo de decir nada es atrapado por sus labios, automáticamente lleva su mano libre hasta su cintura y la acerca más contra él. Pero había algo diferente en este beso. Esas emociones ya las conocía. Angustia disfrazada de bienestar. Ella no estaba bien, aunque no se lo quisiera aceptar. Se sentía muy culpable de que ella estuviera así tan tensa, pero por igual intentaba ocultárselo, sabía que ella le diría que no se preocupara, pero esta vez no era suficiente. Solo le sigue el beso correspondiéndole con la misma intensidad intentando mentalmente cumplir lo que se había prometido así mismo.

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