Cap. 91 Podría sobrevivir solo con tu boca.

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James Smith

No tenía idea de que ver a alguien comer lo haría tan feliz hasta que la observó llevarse un bocado de la fruta a su boca. Extrañaba verla rodar sus preciosos ojos, le gustaría que fuera en otras circunstancias. Ese último pensamiento malicioso le provoca un escalofrío que le recorre el cuerpo desde los pies hasta la cabeza. James estaba descubriendo que, aun estando delicado de salud, el deseo por Ivy parecía no estar muerto ni apagado. Estaba más vivo que nunca, se sentía hambriento y no precisamente de comida, y ahora que lo piensa, ¿cómo no iba a estarlo?, el doctor le dijo que han pasado tres semanas, lo que significa que ha pasado todo este tiempo ¡sin sexo! Esta debe ser la temporada más larga sin sexo desde que llegó con su novia aquí a New York.

Ivy Carter

-¿Ya te dije que pareces un pequeño niño?

Dijo en un tono burlón pero serio tomando otro pedazo para su novio.

-Te amo.

Le da un suave beso en la frente, lleno de amor y luego el acepta el trozo.

-Hablando de niños...

Se lleva ella un poco de comida a la boca.

-No sé si escuchaste, pero Marcos me pidió para quedarme dirigiendo la fundación mientras no estabas. Debo admitir que al principio me costó adaptarme a convivir con ellos, pero lo logré.

Toma la jarra de agua y vacía un poco en el vaso para después acercárselo a su novio y darle a beber.

-Y con el tiempo mejoramos la relación. Esos niños realmente te extrañan, estarán más que encantados por la noticia. Hiciste un buen trabajo con ellos en esa fundación. No podría estar más orgullosa de ti.

Le deja saber, antes no lo habría dicho del todo, siempre ha sido alguien que se guarda todo tipo de pensamientos para ella, pero quiere dejarle saber las cosas buenas, ya entendió que el silencio entre ambos no lleva a nada bueno.

Lo ama, daría lo que fuera por él, por eso intenta cambiar, ser una mejor persona, para él. Eso incluye decirle todas las verdades que aún le oculta, y algo que no la deja liberarse por completo, al menos le gustaría gozar del tiempo que tiene con él, sin pensar demasiado en que tarde o temprano cuando lo sepa no querrá saber de ella, pero ahora lo hará feliz, le dará todo el amor que debió haber hecho antes y que no pudo demostrarle.

Una vez que el termina de beber deja el vaso de nuevo sobre la bandeja, le coloca el dorso de la mano en la mejilla y luego en la frente para sentir mejor su temperatura.

-Dijeron que tenías fiebre, ¿sientes calor? ¿O frío? ¿Necesitas que baje la temperatura o la subo?

Lo llena de preguntas nuevamente, esta angustiada por él y no saltarse ningún detalle. Así cuidó de su hermano mientras estaba en el hospital pues Megan se la pasaba afuera arreglando asuntos, nunca imaginó que los dos hombres que ha amado se han encontrado entre la vida y la muerte, no le gustaría pasar por lo mismo con cualquiera de los dos, pero su prioridad ahora es James y se siente en una necesidad por hacerlo sentir mejor, por ayudarlo a sanar.

James Smith

Cuando su novia comenzó a contarle sobre los niños y la fundación, la impresión lo sacó de sus perversos pensamientos. La verdad es que puede ser que ella se lo haya dicho mientras estaba inconsciente, pero no lo recuerda. Le sorprende que su novia haya tomado esa responsabilidad, especialmente por los niños, siempre le ha quedado claro que ella no los tolera mucho, pero al parecer eso ha cambiado durante estas tres semanas que no estuvo. Imaginarla rodeada por todos esos pequeños traviesos lo emociona y muy en su interior le nace nuevamente la ilusión de querer ser padre. Pero no se lo dice a su novia y no piensa hacerlo, por lo menos no por un tiempo, lo que si le gustaría es ir a la fundación con ella y poder vivir la experiencia de verla junto a los niños.

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