James Smith
Regresaba de un día cansado en la empresa. No había visto a su novia en un par de días porque ella estaba de viaje, pero para su suerte regresaba este día por la mañana. Le envió un mensaje y ella dijo que le tenía una sorpresa. Estaba algo ansioso por descubrir de que se trataba lo que su novia le tenía guardado. El ascensor subía hacia su departamento, segundos después se abren las puertas teniendo como campo de visión la inmensa sala. Al caminar para salir alza ambas cejas al ver a Ivy medió recostada sobre el amplio sillón, las piernas semi flexionadas sobre el cuero, una de sus manos sobre su muslo y con la otra se acariciaba el cabello. Llevaba puesta una bata de seda color negro y ropa interior a su medida del mismo color.
Inmediatamente su cuerpo reaccionó al verla así. Se acercó apenas unos pasos a ella quien aún no lo miraba. Los azules e intensos ojos de su novia estaban concentrándose en el frente, expresaban deseo, lujuria y la conocía bien como para no identificar que estaba excitada, en su rostro se veía. Pero, ¿qué era eso que tanto la excitaba si aún no lo miraba?
Cuando sigue la dirección de sus ojos es entonces que nota qué hay otra mujer. Esta estaba frente a su chica, llevaba unas pequeñas bragas, su brazier era de encaje rojo tenía un cuerpo espectacular, su rostro era borroso pero su cuerpo se veía perfectamente bien. La mujer se movía sensualmente y se acercó a su novia con la misma aura. Ninguna de las dos notaba su presencia o si lo hacían parecía no importarles. La desconocida comenzó a besar a su novia quien correspondía de la misma manera, pasaba las manos sobre el cuerpo de Ivy con suavidad quien se estremecía y buscaba más. Le acariciaba el cuello, los pechos, el abdomen y terminó por meter su mano en el interior de las bragas negras. La masturbaba con suavidad y deleite. Su novia gemía excitada, más de lo que le gustaría admitir. Poco después ambas se encontraban completamente desnudas, una frente a la otra. La manera en que su chica se dejaba hacer y correspondía a esto con una mujer le sorprendía por completo. Ivy comienza a chupar los pechos de la desconocida, era increíble la destreza que observaba en ella, toma ambos senos con sus manos y los junta llevándoselos a la boca, la llenaba de placer. Un instante después la mujer la hace apoyar su espalda en el sillón.
- Abre las piernas, déjame complacerte...
Murmuró la desconocida excitada ¡y su novia obedecía casi ansiosa! Estaba con las piernas completamente abiertas para esa mujer quien ya se encontraba de rodillas frente a ella. La mujer lleva su boca hasta su sexo y comenzó a chuparla con intensidad y suavidad, no le daba tregua, devoraba su vagina con exquisitez y su novia gemía con más intensidad. Introdujo un dedo en ella y luego lo sacaba, repetía la acción cada vez más rápido sin dejar de torturarla con la lengua. Su novia se aprisionó los pechos entre las manos ella misma, se tocaba sin pudor dejándose complacer por esta desconocida frente a sus ojos. El ritmo aumentaba y la escena cada vez se volvía más caliente hasta que sin más y de pronto observa cómo su novia se corre intensamente en su boca gritando de placer y retorciéndose en el sillón con las piernas aún separadas mientras esa mujer le prologaba el orgasmo sin dejar de torturarla...
Chispas, ardor, todo lo que contemplaba era morbo y tentación en estado puro. Disfrutaba lo que veía mientras el bulto en su pantalón no hacía más que endurecerse y crecer. Ver a su novia gritar en pleno éxtasis, pero seguir moviendo sus caderas con gran placer sobre la boca de aquella mujer desconocida pidiendo más y ver como aquella mujer la complacía, era para delirar.
Con una mirada lujuriosa las contempla sin perderse ningún detalle. Su novia estaba entregada. La rubia quien ahora no solo usaba su boca sino también sus dedos, continuaba con el placentero ataque al parecer queriendo provocarle otro orgasmo a su chica. Podía sentir todo el placer que su novia sentía como si estuvieran conectados. No percibía ningún rastro de vergüenza en ella, estaba por completo abierta de piernas frente a esta otra impresionante rubia, con total descaro. Y el verla queriendo cada vez más y más lo impresionaba y le dejaba la sensación de que explotaría de excitación. Le encantaba verla siendo complacida por otra mujer y sobre todo que lo estuviera disfrutando tanto. Los gemidos de su chica impactaban directamente en su entrepierna. Disfrutaba como nunca antes al ver a estas dos mujeres dándose placer sin poder pensar en absolutamente nada más. No era capaz ni de pestañear. ¡Esto era un sueño cumplido!
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TE DESEO
Romance-Me gustaría estar ahí contigo, desnudarte poco a poco mientras te estremeces bajo mis dedos, abrir totalmente tus piernas y saborearte, jugar con tu cuerpo hasta llevarte fuera del mundo aún entre esas cuatro paredes. Luego poseerte, hacerte mía y...