Ivy Carter
Concentrada en el placer seguía rodeando el miembro de su novio con la boca, el movía las caderas en un par de ocasiones buscando entrarle más en la boca. Ella misma se sorprende de lo que es capaz de hacer, a su lado experimenta hasta sus propias fronteras, nunca se imaginó que estaría dando la iniciativa para dar y recibir sexo oral al mismo tiempo, pero siempre pierde la cordura con James, desde el primer instante en que la besó, ella estaba perdida, tampoco pensó que se enamoraría tan profundamente de él, al principio creía que se trata de simple química sexual, pero fue mucho más que eso. Se lo dice el corazón cada vez que se acelera con solo pensarlo y ese mar de mariposas que inundan su estómago y descienden por su vientre provocándola excitarse cuando lo tiene cerca. Estaba toda a su disposición, tener sexo con él es lo mejor, jamás podría arrepentirse de haberse entregado a él por primera vez.
Como le dijo, no es una experta, no a comparación con las mujeres con las que él ya ha estado. Y James si lo es, es el tipo de hombre que es romántico hasta empalagarte, su salvajismo y su destreza en el sexo es reflejo de todas esas experiencias que le ha dejado estar con otras mujeres. James Smith la hace perder la cabeza, sus candentes besos, su ávida boca y esas suaves manos que la complacen, todo de él la tiene enamorada.
Nunca le gustaron los empresarios, aún le sigue sorprendiendo que su novio sea uno, pero, ¿cómo no hacerlo si es terriblemente sexy? El hombre perfecto, tierno, detallista, salvaje, comprensible, paciente, todo un caballero. Ya no piensa soltarlo, ahora más que nunca esta clavada en este hombre y se ha dado cuenta de que sin él no es nada. Tampoco le gusta depender su vida en alguien, y es algo que tampoco pudo evitar, solo sucedió.
La electricidad que le recorre el cuerpo con las caricias de su novio aumentaban, ese calor que incrementa entre las piernas le avisa que se avecina un delicioso orgasmo, estaría más que gustosa de correrse en su boca, pero aún quiere disfrutar a su novio, quiere hacerle el amor hasta que ambos caigan rendidos sobre la cama. Así que se sacó su miembro de la boca soltando un gemido de éxtasis, tenerlo entre sus labios comienza a ser su juego favorito.
Se mueve hasta quedar de nuevo cara a cara con él, se le trepa encima cuando él se endereza quedando sentado sobre la cama, entonces es cuando lo besa, un beso lleno de pasión y amor, inhalando el caliente aliento del otro. Lo llena de besos por el cuello, la clavícula y el tórax, dejando en este manchas rojas como él lo hizo con ella, como si quisiera marcar su territorio.
-Te amo...
Murmura pegando la frente a la de él, bajando las manos por su abdomen hasta tomar su erección entre estas y comenzar a masturbarlo con sus delicadas manos.
Mantenía los ojos cerrados, el recuerdo del daño que le ha hecho vuelve a la mente, la tensa el pensar que él podría arrepentirse y no perdonarla, que él mismo se dé cuenta del daño que le ha hecho. Por un instante se quedó callada, sucumbiendo a las dudas que le invaden la cabeza una vez más, tiene miedo de perderlo, no puede estar sin él, no lo soportaría. El nudo en la garganta amenazaba con aparecer.
"Maldición, odio ser tan débil."
Las emociones la traicionan. Aun así, levanta las caderas sujetando la base de su pene para ubicarlo en la entrada de su placer. El sentimiento de culpa vuelve, no cree que merezca esta oportunidad, pero si el la dejaba debe entender que entonces no todo está perdido. Cuando desciende sobre él se le escapa un pequeño quejido de dolor que la hace sujetarse de sus hombros como reacción. Hace un tiempo que no tiene sexo y no entiende porque ahora le resulta doloroso. Cierra los ojos con algo de fuerza pensando qué tal vez lo introdujo mal, no sabe muy bien que hacer, no entiende porque su cuerpo no está receptivo si hace un momento estaba por llegar al orgasmo.
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TE DESEO
Romance-Me gustaría estar ahí contigo, desnudarte poco a poco mientras te estremeces bajo mis dedos, abrir totalmente tus piernas y saborearte, jugar con tu cuerpo hasta llevarte fuera del mundo aún entre esas cuatro paredes. Luego poseerte, hacerte mía y...