Cap.31 Secreto Guardado

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James Smith

Luego de que su novia se fue, procedió a hacer algunas llamadas para arreglar esta situación. Con sus abogados y todos los contactos que tiene, entre ellos algunos jueces, el abogado Masón ya no será un problema. Fue como quitar una paja del camino. En Londres igual ya habían resuelto el problema con los federales. No todo poco a poco se iba poniendo en su lugar. Aunque no por eso debía descuidarse. Las ayudas que faltaban por dar a los empleados heridos serán revocadas, ellos mismos presentaron sus renuncias así que no les dará ninguna indemnización y se asegurará de que no pisen la puerta de ningún otro empleo por un largo tiempo, porque cuando de ser malo se trata también tiene su especialidad y le encanta aplicarla en quienes lo traicionan. No se considera un hombre libre de pecados, pero nunca ha traicionado a quienes han estado a su lado al mismo grado cómo se lo han hecho. Cómo suponía la conversación con el nuevo comprador fue todo un reto, convencerlo de que no debía desistir en comprar la empresa no fue nada fácil, pero lo logró. Su equipo de relaciones públicas se estaba encargando perfectamente de la prensa, parecían más aplacados, aunque está claro que esos buitres nunca están conformes.

Por lo menos mientras tanto, frente al mundo, no estaban derrotados del todo. Ahora solo le quedaba un problema, averiguar quién es el adversario misterioso que lo está atacando, ¿por qué ayuda a Liam?, y ¿cómo es que le conoce también como para saber que tiene un enemigo dentro de casa? Esta y más preguntas rondaban sin respuestas por su cabeza. Según Zeth ya tendrían respuestas en un par de días, y por su bien más le vale que así sea. Se embarcó en una profunda y larga conversación con su tía en cuanto pudo, tenían meses sin hablar así que la mayoría de lo que escucho de ella no fueron cosas muy bonitas, pero al menos logró calmarla de sus preocupaciones y ya no amenazaba con venir...

El día se le fue entre reuniones y llamadas logrando así aplacar un poco esta situación. Aunque, el IRS solo había terminado su jornada por hoy, pues mañana estarán de vuelta para continuar con su absurda investigación poniendo a sus empleados nerviosos y tuvo que hacer una breve reunión con estos para aclararles algunas cosas. A las 5:00 p.m. sale de la empresa por la misma salida que le había sugerido a Ivy para evitar cualquier contacto con ningún reportero, para cuando algunos de ellos vinieron a darse cuenta de que estaba subiéndose al auto, ya era demasiado tarde. Mientras iba en el auto de camino a su departamento, con Alfred como su chofer, cierra los ojos un momento, relajándose e intentando dejar que todo lo que hoy pasó en la empresa se quedara allá. No era algo fácil, pero quería y necesitaba hacerlo. Quería estar relajado para su chica y para poder asistir a la gala, nunca ha dejado que los ánimos de su empresa interfieran con la fundación y esta no será la excepción.

Ya cuando está en su departamento se entretiene un rato con su cachorro y esto termina de tranquilizar sus emociones un poco más. Ya se estaba encariñando con este pequeñín más de lo que habría imagina, a pesar de no poder pasar mucho tiempo con él. Mientras se duchaba le llega a la mente su novia. La conocía bien, sabía que, aunque acepto darle espacio hoy, ella no estaba muy conforme con esa decisión. Ya la podía imaginar pensando un mundo de cosas negativas en esa mente tan testaruda que tiene.

Definitivamente hablará con ella más tarde, así podrá despojarla de cualquier duda o tensión. Si tuviera el poder la curaría de todas sus heridas, pero ya que no puede borrar su pasado y lo que sea que la atormente, al menos puede demostrarle que merece ser amada a lo grande. Llevaba puesto un traje azul de Boss con la camisa abierta, no tenía ganas de usar corbata ni nada muy sofisticado. Era un traje elegante, pero al mismo tiempo relajado.

Ivy Carter

Llegó a su departamento sin problema. Suspiró largamente mientras se quitaba los tacones dejándolos en la entrada. No podía sacarse de la mente la conversación con Daryl, a James echó una furia intentando controlar a los agentes y que está cerca de descubrir que su hermano le estaba haciendo estas malas jugadas. De pronto escucha ruido que venía de la cocina. Se sorprende saliendo de sus pensamientos, mira a su alrededor buscando algo para defenderse pues no esperaba visitas. Toma un florero largo y delgado de mármol vacío como su fuera un bate y se acerca a paso lento y descalzo hasta la cocina. Divisa una sombra femenina que se acercaba hacia ella, por instinto estaba por golpear al intruso cuando entonces reconoce a su hermana Megan quien pega un grito al verla a punto de atacarle. Suelta un suspiro de alivio y niega con la cabeza bajando la guardia.

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