Megan Carter
No había palabras para describir lo bien que se sentía estar entre los brazos de este sexy moreno, cada mínima cosa de él la estaba volviendo loca, pero sobre todo esas sensaciones que se intensificaron a la vez que todos sus sentidos se bloqueaban. La visión de su perfecto cuerpo desnudo y solo para ella la llenaba de morbo. En toda su vida nunca había sentido tanto placer y satisfacción, las emociones en ella se sentían como deliciosos toques electrizantes, viajando a través de sus células pidiendo más de él.
Sus palabras llenas de perversidad la ponen a pensar queriendo hacer realidad sus más sucias fantasías, ¿que no haría con este hombre? Si con tan solo besos ya pierde la cordura. Se sentía muy bien tenerlo dentro de ella, y no quería que parara. Era muy pronto, y estaba haciendo todo su esfuerzo para no correrse, el ser vampiro duplicaba enormemente sus ganas de llegar al clímax, a pesar de que fuera muy pronto, pero siempre ha podido controlarse, al parecer esta vez solamente se trata de Marcos, y todas las delicias que le hace sentir. Una parte de ella agradecía que se detuviera, necesitaba recuperar un poco el control antes de terminar teniendo un orgasmo en poco tiempo, pero él parecía querer lo contrario, y ¡diablos! sí que sabía cómo convencerla.
En cuanto sus labios comenzaron a llenar su centro de placer puede sentir que ve las estrellas, no demoro mucho en ponerle las piernas sobre los hombros justo cómo se lo pidió. Ama esa faceta tan perversa de él, en lugar de ponerla incómoda, la hace querer seguir explorando esa morbosidad en él. Gemía con el ceño fruncido de placer mientras lo miraba casi hundir su rostro entre sus piernas, no había mejor vista que tenerlo así. Lo peor es que se siente mucho más que sexo, no se trata solo de placer, podía sentirse muy diferente que con cualquiera que hubiera estado antes, nunca habría dejado que cualquiera la tocara como lo hace él, de hecho, jamás se ha dejado tocar cómo ha dejado a Marcos, siempre se ha tratado de simple sexo y ahora, parece mucho más que eso. Ni siquiera sus novios, nadie la ha tocado como él, acariciándole cada parte del cuerpo, y sobre todo que ella se dejará tan gustosa.
Solo podía concentrarse en esas deliciosas caricias de su lengua dándole calor y mojándola cada vez más. Los ojos se le viraban por el placer mientras echaba la cabeza ligeramente hacia atrás, ya no podía aguantar más, él lo hacía muy rápido y muy bien concentrado en lograr lo que quería, además ella también quería dárselo. Le enreda una mano en el cabello y se dejaba caer por completo mientras que con la otra mano apretaba con fuerza el sillón detrás de ella.
-Maldición... Marcos... Eso se siente muy bien... sigue así cariño...
Jadeaba implorando por más, el tono en su voz expresaba lo bien que se sentía y lo mucho que pierde la cabeza, todo en ella le pedía no parar, y él la obedeció, seguía tocándola más rápidamente hasta que poco después pega un pequeño grito placentero cuando por fin toda esa tensión se libera deliciosamente en un orgasmo, todo su cuerpo reacciona a la exquisita sensación retorciéndose de placer. Se le hacía tan difícil mantener las piernas abiertas que terminó por encerrarle la cara entre las piernas. Cada músculo de su cuerpo se estremeció deliciosamente, jamás creyó que se podría perder la cabeza en una situación así.
Seguía aún perdida, disfrutando de la deliciosa sensación hasta que poco a poco deja de hacer aprisionar la cabeza de Marcos entre sus piernas. Con una sonrisa lo ayudó a levantarse y después con unos movimientos ágiles lo hizo acostarse sobre el sillón y enseguida se trepó encima de él con la misma agilidad. Ríe un poco mientras se movía para hacerlo introducirse en ella de nuevo, con todo el deseo que tiene no quiere parar, sigue sin tener suficiente de él, y realmente lo hará pagar por el tiempo que han estado separados.
No le interesa mucho que tenga esposa, siente un poco de cargo de conciencia, pero estaba valiendo la pena cada segundo, tiene miedo de lo que pase después, le encantaría seguir viéndolo, pero una parte de ella entiende que no debe hacerse muchas ilusiones, así que por ahora solo se concentra en el placer que no disminuía y comienza a moverse sobre el de arriba a abajo. Cada estocada se sentía deliciosa, jamás se había sentido más excitada. Siempre le ha costado llegar un poco al orgasmo con penetración, pero él lo hace muy sencillo, la primera vez la hizo correrse a choros, y está segura que esta no será la excepción.
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TE DESEO
Romans-Me gustaría estar ahí contigo, desnudarte poco a poco mientras te estremeces bajo mis dedos, abrir totalmente tus piernas y saborearte, jugar con tu cuerpo hasta llevarte fuera del mundo aún entre esas cuatro paredes. Luego poseerte, hacerte mía y...