Cap. 67 El accidente

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James Smith

Se acercó hasta el candado que cerraron en aquel lugar y se quedó allí parado mirándolo perdidamente con una nostalgia profunda. Más bien, su cuerpo, sus ojos miraban el objeto, pero toda su alma estaba con ella. Pensándola, aun amándola. Se sentía como un tonto por no poder dejar de pensar en ella, sin embargo, le gustaban las sensaciones que dejaba el estúpido sentimiento de estar enamorado. No tenía claro sus demás sentimientos, aún seguía neutro respecto al pasado de su novia y la forma en que ella siempre busca una razón para alejarlo, a su mente también llegaban asuntos de trabajo que había dejado un poco de lado, también estaba el regalo que tenía para Ivy que probablemente hubiera cambiado para bien la relación de ambos, cosa que tal vez no pueda descubrir pues todo se jodio en un abrir y cerrar de ojos.

A veces solo quería huir de su propia vida, dejar de pelear contra todo y todos, incluso en ocasiones se ha ido a la cama con ganas de no volver a despertar, muchos piensan que tenerlo todo, dinero, empresas, mujeres y una buena vida son el pico de la felicidad, que nada de eso trae problemas, no sabiendo que solo los aumenta y hace las consecuencias mayores, tener tanto en la mente cada día y en la misma vida, puede llegar a ser agotador. Todo en sus pensamientos se mezclaba como un fuerte remolino turbador.

Caminó hasta la barandilla, se acercó todo lo posible y cruzó sus brazos mientras su mirada se perdía sobre el calmado East River. Lo mejor de venir al puente a estas horas, es que le brinda la comodidad del silencio y la soledad pues nadie suele estar por aquí en la madrugada. Durante largos minutos solo pensó, pensó y pensó, intentando descubrir realmente que sentía y que decisiones tomaría de hoy en adelante, ¿qué es lo que en realidad desea?...

¿De verdad quería luchar contra eso? ¿De verdad quería rendirse? ¿Después de todas las promesas? ¿Este será el fin?

Todo le recordaba a ella, incluso el aire fresco que circulaba en esta noche fría. De entre tantas mujeres, la que más ha amado no se lo cree. Es doloroso. Le llena de impotencia que su chica no logre ver todo el potencial que la caracteriza, es injusto que solo se enfoque en sus defectos. Si tan solo se diera cuenta de que esos defectos la complementan, que ninguno de ellos la hace menos mujer, menos capaz o menos hermosa. Lo que más le envolvía el pecho y se lo oprimía es el hecho de no poder ser capaz de demostrárselo. De que ni siquiera todo el amor que le tiene a esa mujer haya sido capaz de derribar su mayor barrera, aceptar que merece ser amada. ¿Será que aún no la entiendo?, ¿Cómo podría lograr mostrarle toda la magia y luz que desprende? Si tan solo entendiera que el la ve perfecta tal y como es.

Muchas veces antes de conocer a su novia y traerla a este puente, el venía cuando se sentía frustrado, lo hacía para pensar y terminaba mirando el East River queriendo lanzarse y acabar con su vida, y así poder encontrar algo de paz. Ya no sentiría. Ya no tendría que lidiar con recuerdos perturbadores o con sus problemas que parecían nunca tener fin. Ya no habría más que silencio, soledad y paz. Hoy, volvía a pensar lo mismo.

"Sofia me superaría, Ivy ha superado cosas peores, yo sería uno de sus menores problemas, mi propia familia tal vez ni me extrañe, ya ni siquiera hablo con mi hermano"

Se decía así mismo triste. Tiene dinero, propiedades, lujos, autos, mujeres que se desviven por él, pero de qué sirve todo eso si estas solo y no lo puedes disfrutar con la persona que verdaderamente amas.

"Después de todo tal vez yo este mas vacío que Ivy. Tal vez por eso le demuestro tanto amor. Ella no sabe que yo tampoco lo recibí. Ni yo sé de donde me sale tanto amor para compartirlo con ella."

Recordaba con nostalgia. La única que siempre le ofreció un amor incondicional fue su madre antes de morir. Su padre por alguna razón, de los tres hermanos, a él siempre lo despreció, y su tía cuando le terminó de criar, siempre fue muy estricta y distante para eso del cariño.

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