Cap. 90 El comienzo del hambre.

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James Smith

Como pudo volvió a gesticular una sonrisa. Por lo visto su corazón siempre se acelerará cuando ella le diga que lo ama.

"Por nosotros

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"Por nosotros..."

Era una frase prometedora. Palabras llenas de todo lo que él necesitaba en estos momentos, amor y seguridad. Aún seguía sintiendo la sensación de que no existe nada más que ellos. Ella tenía el poder de hacerlo sentir vivo, aunque no esté recuperado aún. De todas formas, se le hacía raro que una parte de su cuerpo estuviera tan activa y otra casi muerta, podía pensar con normalidad, cómo si mente o cerebro no hubieran sufrido ningún daño, como si el estado de coma haya sido un sueño y no un daño.

Es como si su anatomía, en parte, estuviera intacta. ¿Cómo era posible?, no podía mover aún las manos o caminar, pero incluso entre los besos de su novia podía sentir excitación, aunque no tenían una erección. Deseaba con todas sus fuerzas que esto último no fuera algo permanente. ¿Que seguiría ahora?, ¿de verdad mejorará?, ¿si queda así para siempre ella seguiría junto a él?, ¿sería capaz de condenarla a una vida con un hombre que ya no pueda hacerla feliz por completo? Había tantas preguntas. Su parte cobarde no quería hacerles caso en este momento así que las arrojó al vacío de su memoria, por lo menos por este día.

Por su puesto que se lo prometería y por supuesto que la dejaría cuidarlo. No le gusta cumplir órdenes, pero comprendía que en estas circunstancias debía hacer un esfuerzo por su chica y por sí mismo. Sinceramente ya estaba calmado, esos besos y esas caricias que le estaba dejando lo tenían en el cielo. Se sentía como estar recostado sobre las nubes mientras se perdía en los ojos de su alma gemela y su cuerpo se des tensaba con el amor y la dulzura de sus palabras. Le dejaría hacer con él lo que ella quisiera. Quiere tenerla cerca más que nunca antes, no quiere que nada o nadie los alejen de nuevo y en esta nueva oportunidad de vida, si piensa cumplir lo que antes tanto le repetía.

"No dejaré que nada nos separe."

Que irónico que los seres humanos, la mayoría, tengamos que llegar o sobrepasar nuestros límites, de alguna manera, para poder vivir una vida a plenitud, para aprender a vivir el momento y ser fieles a lo que nos hace felices. Para aprender que mientras las cosas no lleguen a lo tóxico, aferrarnos a quienes amamos no es un motivo de debilidad o vergüenza, sino más bien una demostración de que no existen los amores perfectos, pero si verdaderos.

-Lo prometo.

Dijo apenas en un susurro ronco y logró apretar dos dedos entre los de su novia de sus manos que aún seguían entrelazadas. No deseaba que se soltaran nunca, pero tenía una petición para ella.

-Estoy sediento, nena. ¿Crees que podrías conseguirme un poco de agua?

Le preguntó haciendo un último esfuerzo para decir las palabras. La frustración que parecía estar a un lado, quería acercase nuevamente, odiaba tener que pedir ayuda para algo tan básico como conseguir lo que quiere. Esperaba que en si rostro no se reflejara lo que estaba pensando. No quería ser mal agradecido, se siente afortunado de que su novia esté aquí, pero a una parte de él le estresa no poder valerse por sí mismo. Es desconcertante.

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