Cap.23 Un amor inestable

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James Smith 

Al llegar a la comisaría, identificó al sujeto y efectivamente era uno de sus empleados. Trabaja en ese departamento desde hace años, era uno de los ingenieros más novedosos y mejores pagados. Aún no comprendía por qué hacer algo así y el hombre se negaba a hablar o dar alguna razón, lo que retrasaba el proceso e incrementaba su ansiedad. Este es uno de los momentos más estresantes que ha tenido en mucho tiempo, sus abogados también estaban allí, pero decidió alejarse de ellos un momento pues necesitaba algo de espacio para pensar.

Se encontraba en la sala de espera de aquel lugar esperando que el detective terminara con la interrogación, no se iría de aquí hasta obtener respuestas concretas y la mejor manera de hacerlo, era quedándose y presionando hasta que las encontraran

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Se encontraba en la sala de espera de aquel lugar esperando que el detective terminara con la interrogación, no se iría de aquí hasta obtener respuestas concretas y la mejor manera de hacerlo, era quedándose y presionando hasta que las encontraran. En estos momentos sus pensamientos estaban divididos en muchas partes, Ivy, el incendio, las ganas de ya deshacerse de esta empresa, su nuevo proyecto, todo estaba revuelto en su mente, y de pronto aparece en su campo de visión la persona que más necesitaba ver en estos momentos, aunque no tenía muchos ánimos para hablar sobre nada.

Marcos Villar 

-Me enteré de que estarías aquí, estaba de paso y pensé qué tal vez podrías necesitar un amigo.  

Murmuró seriamente mientras se acercaba a James hasta quedar sentado frente a él. No importa cuánto tiempo pase o que distantes estén uno del otro, siempre se trataban con la misma confianza. Pero sabía que cuando su amigo se alejaba y comenzaban a hablar o verse poco, es porque estaba envuelto en sus problemas.  

-¿Hay novedades?  

Pregunta a la vez que observa todo a su alrededor con detenimiento y curiosidad y bebía un poco del café que tenía sobre una de sus manos

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Pregunta a la vez que observa todo a su alrededor con detenimiento y curiosidad y bebía un poco del café que tenía sobre una de sus manos. Cuando vuelve la vista a su amigo solo lo ve negar con la cabeza en total silencio y con la mirada perdida en la nada. Otra señal de que se estaba ahogando en sus pensamientos. Decide hacer lo mismo, se queda callado hasta que él decida decir algo. Era la mejor forma de hablar con James, en algún momento siempre termina expresando lo que siente.

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