Cap.103 ¿Vas a sentirte culpable por darme los mejores orgasmos?

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James Smith

Estaba metido en sus pensamientos analizando un acontecimiento que lo tenía perplejo, la misma mujer con la que su novia le ha confesado que se acostó, es la misma con la que él tuvo el sueño erótico de aquella noche, no entiende cómo algo así era posible, y no lo entendería esta noche pues cómo es habitual su novia tiene una buena habilidad para traerlo de vuelta a la realidad. Decidió concentrarse con lo que ella dijo, y evitar contarle sobre este detalle, pues de todas formas no sabía si ella le creería o si mejor no debería contárselo nunca.

Se toca la barbilla acariciando con los dedos el vello que sobresalía de ella anunciando el comienzo del nacimiento de su barba. Hasta aquí llegó la burbuja fuera de los problemas, el momento romántico y sensual se alejó dejándole el espacio a la tensión. Al menos así lo sentía él.

-Estoy decepcionado, no lo negaré.

Espetó con seriedad rendido ante la realidad de tener que enfrentar el tema.

-Tanto el amor como la decepción no son cosas que se olviden de un día para otro. Yo siempre he pensado en proponerte tríos, juegos, llevarte a un mundo de sexo que aún desconoces. Siempre he querido que disfrutes de cosas nuevas, pero quería que fuera juntos, y primero que nada quería prepararte.

Envalentonado sacó fuerzas de algún lugar y decidió ser hombre y confesarse de una vez por todas, nunca ha sido muy bueno para retener las malas emociones o los pensamientos que lo lastiman, y esta habitación semi destrozadas era un perfecto ejemplo de ello.

-Y siendo honesto, también quería prepararme yo. Necesitaba convencerme de que era el centro de tu mundo antes de aceptar la idea de que alguien más llenara de deseo tu piel.

Rápidamente detuvo sus palabras cuando notó en su novia una expresión de remordimiento. Con el corazón acelerado porque no le gusta lastimarla, pero tampoco podía seguir guardándose lo que pensaba, llevo una mano hasta el ópalo de su rostro, acariciándole con amor.

-Oye... no te culpo, supongo que me hice la ilusión de un amor perfecto y eso no existe. La vida ya me lo ha dejado claro en muchas ocasiones.

Encogió sus hombros. Su ex esposa lo engañó, ahora ella prácticamente también lo ha hecho, es más que claro que el amor existe, pero no es perfecto. Suspiro prontamente y sin dejar de acariciar con suavidad, su bello rostro, continuó confesándose.

-Sabia me amabas mucho antes de que me lo confesaras por primera vez, y sabía que cometerías muchos errores, porque cuando te he dicho que eres perfecta no me he referido a que piense que no tienes defectos, me he referido a que te amo con ellos, pero no me esperaba esto. No sé qué pensar, no sé cómo sentirme, parte de mi quiere sentirse mal e irse muy lejos y la otra más profunda te perdonó y quiere seguir perdonándote día tras día, aún estoy muy confundido, pero quiero aclarar mi confusión junto a ti, porque necesito descubrir si podemos amarnos no solo en las buenas, sino también en las malas, y siendo muy honesto lo único que tengo claro que es no quiero vivir sin ti.

Sentía que un peso de encima se desprendía de su cuerpo con cada palabra que expresaba.

-La decisión final de sí seguiremos juntos intentándolo una vez más después de esta noche, será tuya.

Le aclara esto porque la conoce, al menos eso quiere seguir pensando, y las palabras tan sinceras que le ha dicho podrían haberla hecho cambiar de opinión. Al notar que ella responderá, lleva un dedo hasta sus labios imitando la misma acción que ella tuvo hace unos minutos para callarlo.

-Espera.

Le ordenó con amor mientras deslizaba el dedo por sus labios con lentitud, por un momento sus pensamientos se vieron distraídos por una escena mental en donde se abalanzaba contra su boca, besándola violentamente hasta excitarla nuevamente. Se quedó con muchas ganas de disfrutar de un glorioso momento en el que su sexo mojado se corriera a chorros sobre su boca, para después mientras ella siguiera alucinada por los efectos de un intenso orgasmo, hacerla alucinar más adentrándose con pasión en su estreche y húmedo paraíso que también lo hace alucinar.

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