James Smith
Analizaba su rostro y en el solo podía ver nada más y menos que verdad, angustia y tristeza. Parecía estar siendo honesta, aunque no podía permitirse creerle del todo. Cómo se ha sentido hoy no quiere volver a sentirse, su pequeña traición le ha causado una profunda herida pues aún no puede creer que no haya sido capaz de decirle la verdad.
Veía sus ojos levemente cristalizados y como se abrazaba con sus propios brazos por lo que ahora era él quien evitaba mirarla, a pesar de estar molesto con ella no podía verla así. Amaba demasiado a esta mujer, más de lo que tal vez debería. Alza las cejas levemente y entonces se permite enfocarla de nuevo con su mirada cuando escucha las palabras "haz lo que quieras conmigo" y todas las que me siguen después. Se sentía igual, a completa disposición y merced de ella.
" Tú para mi eres todo. No un entretenimiento... Sino, la única cosa con la que no puedo estar..."
Sentir el amor y la sinceridad en esas palabras provocaba que su enojo comenzara aplacarse, negaba con la cabeza intentando resistirse, pero ya era muy tarde. Frunce el ceño inmediatamente escucha sus últimas palabras, intentaba decidirse, debería irme o debería quedarme y arreglar las cosas con mi chica. La ve alejarse hasta que desaparece de su campo de visión. Suspira y decide sentarse donde estaba, baja la mirada algo nostálgico y continúa pensando. A final de cuentas es lo que quería Daryl, separarlos, no merecía ganar. Además, la ama demasiado como para vivir ya sin ella.
Alrededor de treinta minutos después en los que permaneció teniendo una larga lucha mental, cuando finalmente toma una decisión, camina en la misma dirección que su novia hace un rato. Era el mismo pasillo de la vez pasada cuando ella lo trajo aquí, así que suponía que estría en su habitación. Al estar frente a esta, con la puerta cerrada, escucha unos leves sollozos y eso lo subleva, lo desarma por completo. Cierra los ojos y se pega a la puerta mientras suspiraba largamente
" ¿Por qué te amo tanto?"
Se preguntaba así mismo sin mucho ánimo. Sin darse tiempo a pensarlo más, toca suavemente la puerta con los nudillos de la mano que menos le dolía.
-Te amare hasta que el último pétalo de la rosa muera, ¿lo recuerdas?
Le pregunta con la voz algo alta para que pudiera escucharle, sabía que estaba haciéndolo pues los sollozos pararon inmediatamente comenzó a hablar.
-Nunca dije que no significaras nada para mí. Sabes de sobra que no es así. Que este enojado no significa eso. Lo que le dije a tu hermano te lo diré a ti, eres el centro de mi universo, mi mundo comienza y termina contigo.
Le dice con toda la sinceridad que puede. Alguno de los dos tendría que ser fuerte y luchar por ambos o le darían el gusto a Daryl de arruinar lo que tienen.
-Sin ti mi vida ya no tendría ningún sentido. Te has convertido en lo más valioso que tengo, aunque de vez en cuando me vuelves completamente loco. Y te lo repetiré, creo que se me hará algo difícil volver a confiar en ti, me ha dolido mucho que no me hayas dicho la verdad, pero no quiero dejarte.
Por más que intentara convencerse a sí mismo de que lo mejor sería dejarla no podría hacerlo. Siendo sincero consigo mismo reconoce que ya no puede vivir sin ella, sin ver esa hermosa sonrisa todos los días, en especial al despertar, sentir su maravilloso olor, no podría vivir sin ser tocado por esas manos que saben cómo volverlo loco, sin esa boca que sabe reanimarlo, sin esa mirada que le iluminó el alma desde la primera vez que la vió. Ya sin duda alguna estaba clavada en su corazón y mente.
Cada rincón de su propia piel es cómo si le perteneciera a ella porque no quiere ni se imagina siendo tocado o amado por otra mujer. No será muy fácil volver a ser tan abierto para contarle las cosas, al menos del trabajo, pero está dispuesto a emprender el viaje, a perdonarla pues se supone que es lo qué haces cuando amas de verdad, y demostrarle qué hay alguien en este mundo que está dispuesto a nunca dejarla ir a pesar de los malditos conflictos.
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TE DESEO
Romance-Me gustaría estar ahí contigo, desnudarte poco a poco mientras te estremeces bajo mis dedos, abrir totalmente tus piernas y saborearte, jugar con tu cuerpo hasta llevarte fuera del mundo aún entre esas cuatro paredes. Luego poseerte, hacerte mía y...