Capítulo 60: En busca de la felicidad

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DÍAS DESPUÉS...

Narra Laura

-Hablas mucho de felicidad - dijo Juan - ¿pero para vos que es?

-Es un momento - conteste - es imposible ser feliz todo el tiempo, son determinadas situaciones.

- ¿Y cuáles serían?

-En mi caso - hice una pausa para pensarlo - pasar tiempo con mis seres queridos, eso me hace feliz.

-Con todos menos con tu mamá - dijo y reí, tenía razón - ¿me equivoco?

-No, con ella las cosas con complicadas. Esta todo el tiempo a la defensiva y la terminas pasando como el culo - me solté, ya está.

Quería cuidarme, estar sana y disfrutar de todo. En el fondo estaba en duda el tema de que estaba enferma, pero si era verdad y no lo podía ver me estaba haciendo mierda, yo misma. Era joven todavía y tenia una vida por delante, en ese caso tenia que tener aun más fuerza que la de una persona más grande.

-En mi visión y por mis estudios - comento - entiendo que tu enfermedad tiene que ver con tu mamá y los conflictos que tuviste toda tu vida con ella.

-No entiendo - fruncí el ceño.

-En la psicología todos los problemas relacionados a la autoestima o a la alimentación tiene que ver con el lado materno - me explico - sería una cuestión de relacionarlo. Como si tendrías algo que no podés resolver, al de ella. ¿me entendes?

-Si - dije todavía un poco confundida - ¿entonces? ¿Cómo lo solucionamos?

-Hablando, contándome y liberándose de todo eso - dijo - vamos a trabajar con eso por un tiempo, hasta que puedas sanar esa parte y poder perdonarla de alguna manera.

-No creo que tenga nada que perdonarle - comente, había vuelto la mina negadora.

-Tu negación también hay que trabajar - contesto.

+++

Estaba en mi el que era mi cuarto, antes del almuerzo. Me encontraba leyendo un libro, era una de las pocas cosas que me dejaban hacer, no era mucho de la lectura, pero en estos días era el único compañero que tenía.

-Pase - conteste al ruido de la puerta.

-Tenes visitas - dijo una de mis compañeras - me avisaron de recepción.

-Ahora bajo - dije cerrando el libro.

La chica salió, yo en unos pocos segundos estaba en la sala de estar del lugar, me habían dicho que me esperaban ahí.

-Lau - dijo Guido abrazándome - hola

-Hola mi amor - dije siguiéndole la acción.

Nos sentamos y empezamos a hablar. Me conto cosas que pasaban en la empezar, como le estaba yendo y yo hice lo mismo.

- ¿Y las chicas?

-Me estuvieron llamando, pero les dije que estábamos en la costa, y que íbamos a estar un parte de semanas más - comento él - y según la empresa te tomaste vacaciones.

-Gracias - dije un poco aliviada.

- ¿Por qué no queres que sepan? - pregunto después de un silencio.

-No es que no quiero que sepan - dije - lo que pasa es que no quiero que me tengan lastima, no quiero tocarles los sentimientos y que me miren con esa cara de "necesitas ayuda" - hice comillas - no quiero la pena de nadie, puedo salir de esto sola.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora