Capítulo 65: Interrupción

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UN MES Y MEDIO DESPUÉS...

Narra Pilar

No hacía mucho más de dos semanas que me habían dado el alta. Según los médicos con mucha rehabilitación y los medicamentos dados había a poder recuperar mi vida al cien por ciento. Mientras tanto tenía que convivir con los dolores infernales y las grandes molestias en todo mi cuerpo.

Por lo que me habían dicho por lo menos por una semana había estado inconsciente y mi cuerpo tuvo varias cirugías para reparar algunos huevos destrozados y hemorragias internas debido al choque.

En cuento a Tomas, no supe nada más de él. Hacia poco recupere total la noción de las cosas y no había hablando bien con las chicas de eso, o, con algunos de los chicos. Según ellos la culpa fue del auto y del clima lluvioso que hacía, ninguno sabía que carajo hacia a altas horas de la noche en la calle, totalmente alejada de mi casa.

-Vas a tener que cuidarte mucho, dijo el médico - me repitió mi papá una y otra vez.

-Estoy bien - rodé los ojos - puedo caminar, puedo pensar, puedo comer sola... lo único que tengo mal es el brazo, pero esta todo bien.

-Menos mal - dijo mi mamá con un tono irritante y los ojos llorosos - si te pasaba algo me moría - empezó a darme besos por la cara.

-Pero no pasó nada - dije por decima vez desde que entramos en mi departamento - voy a estar bien, cualquier cosa los llamo.

-De ninguna manera - me reto mi mamá - que tu padre haga lo que quiera, yo por la próxima semana me pienso quedar acá haciéndote compañía.

-No es necesario - comente con fastidio - lo único que tengo son paciente en mi casa.

-De todas maneras, me quedo - volvió a insistir mi mamá.

-Hace lo que quieras - con dificultad me levante del sillón - me voy a cambiar, como en su casa.

Al tener el brazo con yeso hasta el hombro se me dificultaban algunas cuestiones, pero de todas maneras no iba a pedir ayuda por el motivo que no quería ser un peso para nadie, gracias al cielo había salido relativamente todo bien y no quería depender más de nadie... como cuando mi mamá me tuvo que dar de comer porque no podía moverme.

Al sacarme la ropa me mire en el espejo, mi cuerpo todavía tenia moretones y cicatrices. Había bajado notablemente de peso debido a que costaba hasta tragar y en algunas partes mi piel estaba violeta tirando a marrón por lo hematomas.

- ¿Necesitas ayuda? - la cabeza de mi mamá se asomo por la puerta del cuarto.

-No, estoy bien - fingí una sonrisa.

- ¿Estás bien?

-Si, solo me estaba mirando al espejo - saque mi mirada de aquel vidrio y la enfoque en mi mamá.

-En unas semanas se te van a ir - dijo posicionándose atrás mío - ya vas a volver a ser la misma de antes.

- ¿Vos decís?

-Si mi amor - beso mi cabeza y volvió a hablar - te traje esto - extendió mi celular, esta apagado porque no tiene carga.

-Gracias - agarré el aparato y como pude fui a la mesa de luz a buscar mi cargador.

-Bueno... yo te espero afuera - dicho esto salió de la habitación.

Agarre ropa cómoda para ponerme y mientras tanto vi como se encendía el teléfono y las notificaciones iban llegando. Algunas eran del día del accidente, otros de los días posteriores y algunos las semanas pasadas. No me había percatado de cuantas veces sonó el mismo ringtone hasta que el de Tomas se hizo presente, deje de intentar agarrar una remera del segundo estante del placad y mire mi celular. Era un mensaje de el de hace un mes y medio atrás.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora