Capítulo 75: Dolor

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Narra Mia

Un día como hoy hace cuatro años atrás me daban un golpe fuerte, me informaban la peor noticia que me podían haber dado. Un siete de septiembre moría mi mamá, de tan solo recordarlo el corazón se me contrae.

A mediados de quinto año ella tuvo más libertad en cuanto al tratamiento, nos empezamos a unir más y en cierta parte a recuperar el tiempo perdido. En los momento compartidos me enseñó un mundo totalmente diferente de donde me crié, esa mujer la que cuando nací me abandono me enseñó a perdonar y dar segundas oportunidades, no todo en la vida es blanco o negro, también hay grises y podes disfrutar de ellos.

En mis manos tenía una de las últimas fotos que nos sacamos, ella estaba igual de hermosa que siempre, con una sonrisa enorme en su rostro y su pelo ondulado y largo, en cuanto a mí no tenía nada de especial. Estaba feliz y no lo supe apreciar. .

Unos meses después me enteré que estaba embarazada, lo tomé como una señal. Gracias a la maternidad pude salir adelante y no caer tanto en la tristeza. Cande tenía muchas cosas de mi mamá, cuando sonreía y los ojos se ponían chinos, la forma en la que mira a los animales y su carácter. Podían ser muy pacíficas pero cuando se enojan son la pesadilla en persona.

Pensarlo de la manera en que lo pienso era raro, se fue una persona importante para que llegue otra. No había manera de explicar lo que sentí en esos momentos, una especie de compañía y soledad a la vez.

Era diferente a la que conocí en cuarto año, tenía ganas de curarse. En la cara tenía un brillo especial, algo había cambiado y eso me alegraba. Su enfermedad pasó tan rápido que no me dio tiempo a nada, había días donde estaba lo más bien y en otros era irreconocible.

-Ey acá estabas - la voz de Manuel se hizo presente.

-¿Pasó algo? - me limpie rápido las lágrimas - ¿necesitas ayuda en algo?

-No, está todo bajo control - se sentó a mi par - ¿Cómo estas?

-Bien ¿por que estaría mal? - intente disimular.- no hay alguna razón.

-Conmigo no - me miro a los ojos - sé que fecha es hoy, no lo olvide.

-No quería que me veas así - esquive su mirada - no estoy en mi mejor versión.

-¿Y? ¿que tiene? sos hermosa en todas tus versiones.

-Eso lo decís porque sos mi novio - solté son mis cachetes rojos.

Manuel seguía teniendo el mismo efecto en mí, sin importar los años me hacía ponerme colorada.

-Cuando no fui tu novio también lo pensaba - me sonrió - no lo decía, pero lo pensaba.

Limpie mi nariz y sentí como sus brazos me rodeaban, era un tierno abrazo. Lo necesitaba, en verdad.

-Mira - dice llamando mi atención, saca de su bolsillo trasero un chocolate - antes que me mandes a la mierda, en mi defensa es setenta por ciento chocolate - una leve risa salió de mi boca.

-Gracias - musille en un hilo de voz - sin vos no hubiese podido ser quien soy.

-No hay nada que agradecer - beso mi frente - nos complementamos el uno al otro, como cuando eramos chicos.

-Y para siempre - apoyé mi cabeza en su hombro.

-Estoy seguro de que lo que menos quisiera tu mamá es verte así - hablo con un poco más de ánimo.

Yo también lo pensé, pero de otra manera no podía estar. No sentía ánimos de hacer nada y el día tampoco se prestaba para hacer algo, el cielo gris y los ruidos de los truenos indican que la lluvia estaba por comenzar en cualquier momento.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora