Capítulo 24: Innecesario

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Continuación...

Narra Marizza.

Hacía media hora estaba enfrente de esa puerta que tan bien conocía, estaba dura sin poder mover mi mano para apretar el timbre o tocar las puerta, ni hablar cuando me toque hablar del tema por el que vine.

Si Pablo no se entera que es el padre queda acá - pensé.

Tenia que ser muy vivo para darse cuenta que me insemine y que era de él, no es que sea tonto pero uniendo cabos sueltos capaz la sacaba.

No quería darle la razón a las chicas pero estaba haciendo lo mismo que Sonia me había hecho a mi, ocultando al padre de mi hijo que era de él. Eso de repetir la misma historia no era lo mío, esa era mi "identidad" no iba a hacer pasar a mi hijo por ese sufrimiento infernal.

Aunque pensándolo bien le puedo decir que me insemine de uno cualquiera en uno de esos planes donde los hombres dan sus espermas y después vos elegis ¿saben de qué hablo? si le digo eso al bebe no pregunta más y a Pablo no le digo nada, eso era lo que iba a hacer.

Me di media vuelta y empecé a caminar para irme.

-NO - grite enfrente del ascensor - es Pablo no lo puedo hacer esto - volví a darme vuelta y sin pensarlo una vez que estuve enfrente de su puerta toqué timbre.

Sin preguntar nada del otro lado de la puerta abre esta y se queda asombrado por mi presencia. Logro visualizar un montón de cajas estilo mudanza por todo el comedor.

-Marizza - dice apenas me abre la puerta - ¿Que paso?

-Pablo quería hablar con vos - dije con una sonrisa nerviosa - ¿Estás ayudando a Manu con la vuelta a la casa? - estaba esquivando el tema.

-No - dice el incomodo mientras se rascaba la cabeza.

-Pablo mi amor ¿donde guardo esto? - pregunto Consuelo acercándose a la puerta - Hola - una sonrisa de punta a punta tenía la muy yegua.

-Hola - respondí seria con una sonrisa sin dientes falsa - ¿qué pasó? Digo por todo el lío.

-Te contamos que con Pablo decidimos vivir juntos - comentó ella y con Pablo nos miramos.

-Anda a seguir acomodando que yo tengo que hablar con Marizza - Pablo con una postura media incomoda la sacó del medio - ¿Que pasó?

Nuestros celulares suenan al mismo tiempo indicando que nos había llegado un mensaje. Nuevamente esquivando el tema decidí ver quien era.

-¿Es la invitación de Sonia? - pregunté y él asintió - justo venía a hablar de esto.

-¿De que? - pregunto confundido.

-De que no me parece que vayas, ya no estamos juntos y no da - dije tragándome el llanto.

-Entonces viniste a peder del tiempo - dijo el y yo abrí mis ojos - es el casamiento de Sonia y Franco, ellos me bancaron en miles de situaciones y no tiene nada que ver lo nuestro - me quede sin palabras en parte tenia razon - que vos y yo seamos dos pelotudos que no supieron cuidar lo que teníamos no significa que voy a dejar de hacer cosas por la gente que quiero ¿estamos? - pregunto y yo asenti. Quiso cerrar la puerta pero lo interrumpió.

-Para Pablo... - él me miró - ¿es verdad lo que dijo Consuelo?

-Si, estoy intentando rehacer mi vida tal como vos lo hiciste - dijo con un tono medio melancólico y cerró la puerta en mi cara.

Me quedé en shock, lo había perdido para siempre y ya no había nada más que hacer. Rápidamente las lágrimas salieron de mis ojos y en mi mente una y otra vez se confirmaba la idea de no decirle nada y que todo quede así como esta.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora