Capítulo 30: Los amantes

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UNA SEMANA DESPUÉS...

Narra Pablo.

Miércoles por la noche, mejor dicho miércoles de fútbol. Estábamos con los chicos reunidos en la casa de Tomas mirando la semifinal de la copa.

-Si no ganamos me mato - dice Guido ansioso.

-Tranquilo negro - hablo Tomas - somos los más grandes.

-Ponele - rodó los ojos el mexicano.

-Pero cállate vos - dice Guido fingiendo enojo - por lo menos clasificamos pecho frío.

-Bueno dale - reí - córtenla que ya a empezar.

El partido empezó lo más bien, nos acercamos al arco pero no podíamos terminar la jugada. El primer tiempo terminó 0-0, obvio que nosotros con ventaja. Cuando comenzó el segundo tiempo a los cinco minutos nos metieron un gol cosa que un poco nos bajoneo pero.. como era de esperarse cuando faltaban menos de quince minutos para que termine lo dimos vuelta clasificando a la final.

-Toma mexicano - gritó contento Guido. Los tres reímos.

-¿Quieren otra cerveza? - ofrece Tomas y yo asentí.

Mi celular empieza a vibrar indicando que me había llegado un mensaje.

"-Me tenes olvidada Bustamante, te extraño. Marizza"

Una sonrisa boluda se forma en mi rostro al leer el mensaje.

-Pablo - dice Tomas dándome la cerveza.

-Eh... si, gracias - dije saliendo de mi trance.

-No me digas que volvió uno de mis piratas favoritos - dice Guido emocionado - decime que si por favor.

-No, nada que ver - me hice el desentendido - no digas boludeces.

-Entonces vamos a ver quien te escribe - me saca Guido el celular de la mano.

-No dale - intente sacarlo pero me fue imposible.

Lo que era secreto ahora ya no es más secreto, LA PUTA MADRE - maldije interiormente.

-Me tenes olvidada Bustamante, te extraño - leyó Guido divertido - ¿Marizza? ¿volviste con la loca? - la sonrisa ya no se hacía presente en su cara.

-Al fin - me abrazo Tomas contento.

-No, no volvimos - me puse firme - o si... no sé - ni yo sabía que pasa entre nosotros.

-¿Como no sabes? - volvió a preguntar Guido - la flaca te mintió.

-Eso ya está aclarado y perdonado - dije de una - lo que pasa ahora es que está Consuelo en el medio y no quiero que salga lastimada.

-Sos un boludo - soltó de una Manuel - perdón que te lo diga pero otra palabra no encuentro para definirte.

-Manuel tiene razón - habló el cabezón - ¿vas a volver a perderla?

Como querer es obvio que no quiero pero tampoco me puedo arriesgar a que Consuelo salga lastimada de la situación, si bien siento un aprecio por ella me parece un poco forro de mi parte, y no soy así... ya no soy el mismo de antes.

-Es obvio que no quiero perderla de nuevo - dije dándoles la razón - pero tengo miedo.

-¿De que? - preguntó con un tono cansado Manuel.

-El médico dijo que Consuelo estaba delicada, que no se tiene que angustiar ni tener stress - dije sin darles la mirada - y ya bastante tuvo cuando se enteró lo de Marizza y el bebe.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora