Capítulo 6: Invitación

1.1K 49 29
                                    

Narra Pilar.

Era miércoles el día más pesado de la semana en mi opinión. Pase todo el fin de semana y los primeros días de esta pensado en el beso con Tomas, me sentía muy culpable, si bien me pude resistir a "la tentación" no era lo que quería. Tomi tiene hasta el día de hoy el poder de convencerme con tan solo mirarme y ni hablar si me besa.

Llegue a casa después de un día eterno y escucho la voz de Joaco hablando en la cocina con alguien por teléfono.

-Bueno dale nos vemos no me falles - decía con una sonrisa - nos vemos mañana te amo - corto.

Me quede dura sin saber que pensar ¿me estará engañando? ¿A quién le decía te amo? Mientras me hacia esas preguntas internamente también me convencía de que no era así, que no me engañaba que debía ser algún pariente o algo así. Joaco no sería capaz de hacerme algo así a mí ¿o sí?

-Mi amor hola - hice como si no pasaba nada - ¿Cómo estás?

-Hola mi vida - me besa - ahora que estas acá mejor ¿y vos? ¿Cómo te fue?

-Lo mismo de siempre - fingí nuevamente -¿con quien hablabas?

-Con un cliente - dijo seguro - un desubicado.

- Totalmente - le seguí el juego - me voy a bañar.

-Mmm ¿juntitos? -pregunta pícaro abrazándome por atrás.

-Prefiero sola - me doy vuelta - perdón - beso y desaparecí por la puerta.

Me metí en la ducha dejando correr el agua por todo mi cuerpo, con el propósito de dejar de pensar por un rato y aclarar mis ideas. Sentía como todo lo malo del día se iba liberando de mi cuerpo al pasar el agua. Me lave el pelo, me enjabone y me quede unos minutos más.

Salí ya cambiada como siempre, junte la ropa para llevarla a lavar y baje a la cocina. Joaco estaba preparando la comida así que en menos de diez minutos después de bañarme comimos. No hablamos mucho durante esta, le dije que me dolía demasiado la cabeza y que muy bien no me sentía.

Debe ser por los cuernos que te está metiendo - pensé.

Me fui a dormir muy temprano porque al otro día a primera hora tenía que estar en la oficina de Tomas para arreglar un par de asuntos del choque.

+++

-Hola mi amor - me abrazo por atrás y me dio un beso. Yo estaba haciendo un café.

-Hola - respondí seca - te deje el café listo me voy - nuevamente me encontraba esquivándolo, sin darle un beso ni nada me fui del departamento, me tome un taxi y me fui al estudio de Tomas.

-Que cara que tenemos eh - dijo apenas entro en la oficina donde lo estaba esperando.

-No dormí bien anoche -mentí.

-Bueno te la hago corta entonces - se sentó en frente mío y me dio unos papeles - esos son los papeles que mando el seguro, del golpe se ocupan ellos y en una semana mínimo lo tenes.

-¿Eso es todo? - Pregunté asombrada - esperaba un quilombo.

-Los del seguro de la mina entendieron que era culpa de ella porque tu semáforo estaba en verde, así que accedieron a hacerse cargo - dijo contento.

-Buenísimo ¿entonces termino acá? - guarde los papeles.

-No - mi cara cambio - esto termina en un café - me sonrió - ¿Qué decís?

-Digo que tengo pareja - dije sin mirarlo - igual gracias - y me escape, si así como lo dije me escape de él, de la situación, del compromiso de todo como una pelotuda por escaparme.

- Pero era solo de buena onda - fue lo ultimo que escuché después de cerrar la puerta.

Narra Laura.

- Hola Lau - sonrío Fran entrando a mi oficina.

- Hola - dije amablemente.

- ¿Cómo estás? - le dio un sorbo al café que tenía en la mano.

- Bien ¿Vos? - dice una pausa - sentate.

- Bien con mucho trabajo - se rascó la cabeza - pero ahora que te veo mucho mejor.

- No empieces - dije con una sonrisa - somos solo amigos.

- Un amigos con derechos ¿te va? - dijo pícaro.

- No, no me va - dije aguantándome las ganas de reír - no te cansas nunca ¿no?

- No - se notaba decidido, ambos reímos por la situación.

- Quería decirte una cosa antes que me olvide - dije y el me presto atención.

- ¿Qué? decime - dijo.

- La pase muy bien con vos el otro día - dije y me sonrió - pero no vamos a ser mas que amigos, yo estoy con...

- Ya se vos estas re engancha con Guido y no queres a nadie que no sea él - el tono de voz era como si estaría harto.

- Si - asentí - solo era eso.

- Yo también la pese bien con vos - me miraba bien a los ojos - y sabes que como buen amigo podes contar conmigo para lo que sea... bueno me voy porque sino se me va acumular mucho trabajo - salio por la puerta de mi oficina.

El resto del día fue normal, bastante pesado pero normal. Cuando llegue a mi casa no hice nada más del trabajo me dediqué a relajarme, a liberar tensiones. A eso de las siete de la tarde salí a caminar por el barrio, aproveche hacer ejercicio ya que había salido antes de trabajo y encima me ayuda a desconectarme y pensar mejor, ¿hay algo mejor?.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora