Capítulo 5: Pasaron cosas

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Narra Mia.

A las chicas les mentí, sé que son mis amigas y puedo contar con ellas para lo que sea pero no puedo demostrarme como soy en el ámbito sentimientos.

Con Manu estamos ahí, llevamos varios años juntos y vivimos un montón de momentos, las cosas están medias desgastadas. La llegada de Cande un poco nos acomodó, no nos peleamos tanto como antes, mejor dicho ni nos dirigimos la palabra. Trabajamos durante todo el día y cuando llegamos a casa lo que menos queremos hacer es pelear, como si habláramos lo justo y necesario. Estoy seriamente pensando en pedirle un tiempo. No es que no lo ame, lo amo con toda mi alma, pero nos asfixiamos mucho y necesito aire.

Llegue de la casa de Laura y eran las ocho de la noche, con Cande nos fuimos a bañar, comimos y al toque se quedó dormida, era viernes por la noche y estaba sola, no saben lo bien que se siente, no soy de tomar pero la situación lo meritaba, me puse a ver una película a eso de las diez con una buena copa de vino. Manu se fue con los chicos a comer afuera y más que seguro volvería tarde, lo que me daba más tiempo para estar sola.

Sentía que estaba al borde del colapso, tenía 27 años, una hija de 2, un trabajo estable y favorablemente era lo que me gustaba, una casa con todas las comodidades y un matrimonio no tan formal ya que no estábamos casados. ¿Eso era todo? ¿27 años y toda la vida ya hecha? ¿Esto es lo que quiero?

Estaba decidida lo iba a hablar con Manuel, no quería seguir viéndolo de esta manera algo que se supone que tenía que ser lindo.

+++

-Buen día - dijo Manu al verme entrar a la cocina.

-Buen día - le di un beso y me senté - ¿Cómo estuvo anoche?.

-Bien que se yo, normal - no le dio mucha importancia a lo que le pregunte que sigue mirando la computadora - ¿a vos en el medico?

-¿Qué medido? - me serví café.

- El medico que me dijiste - me miro - el gastroenterologo.

-Es el ginecólogo - me levante a buscar algo en la heladera - y fui hace dos semanas.

- Bueno es lo mismo - dijo sin mostrar nada de interés.

- No, no es lo mismo - cerré la heladera - pero me fue bien.

- Hoy a la noche no voy a poder ir al acto de Cande - seguía concentrado en la computadora.

- ¿Por qué? - me senté y abrí el yogurt que fui a buscar.

- Porque no se a que hora va a terminar la filmación - mordió una medialuna.

- Sabes que ella te quieren ahí, no le podes hacer eso - estaba indignada - y encima - suena el celular de él como si no le importara lo que le estaba diciendo atendió y se fue a hablar a otro lado dejándome con la palabra en la boca.

Esa era la historia de mi vida, lamentable pero cierta.

Narra Marizza.

Nada mejor que un viernes por la noche, apenas llegue me di el mejor baño de mi vida y me puse cómoda con una remera grande, me tome una copa de vino, con un wook de vegetales que pedí porque no me doy con la cocina. Me puse a ver la tele y a eso de media noche me tocan la puerta, raro pero fui a ver quién era.

-¿Quién es? - pregunte antes de abrir.

-Soy yo Pablo - contestaron y abrí.

-¿Qué haces acá? - Pregunté sin entender - pasa - note que no podía caminar muy bien así que debería estar borracho - ¿estuviste tomando?

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora