Capítulo 71: Mente positiva

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UNOS DÍAS DESPUÉS...

Narra Laura

Hoy era el día en que mi estadía en la estancia se terminaba. No tenía el alta completa, solo que podía seguir con mi vida, pero el alta psicológica no estaba presente, por el momento.

Me vino a buscar Guido, mi gran compañero. Últimamente estuvimos mal, lo trate de mala manera y no se lo merecía. Estaba empezando una nueva etapa en mi vida y estaba en un piso poco estable (entiéndase la metáfora) no sabía que iba a pasar en una hora y mucho menos en semanas, o meses. Solo tenía una cosas de la cual estaba muy segura... esa decisión era que en esta nueva etapa de vida iba a poner lo mejor de mí. luchar por lo que quería y no abandonar a los que quería.

Al salir por ese gran portón de entrada, sentí como la mochila que durante este mes cargué se liberó. Esperaba que sea para siempre, no quería que vuelva la Laura insegura y miedosa, que si o si tenía que tener todo bajo control, y que de un momento para el otro dejó que su vida se vaya a la mierda.

Un treinta por ciento de la misión estaba completa, lo que quedaba era un vuelo de ida sin boleto de vuelta. O por lo menos eso quería.

-¿Estás bien? - pregunta Guido.

-Si - saque la vista de mi ventana y lo mire - pero no quiero volver a lo mismo, que todos me pregunten si estoy bien - saca la vista del camino - por favor.

-Bueno - sonríe - estoy contento de que vuelvas a casa.

-Yo también, lo que más extraño es mi cama - comente y rei - o la ducha, no sé bien pero sentirme en casa va a ser lindo.

-Y después de las modificaciones que hice, mejor todavía - dijo con su mirada al frente.

-Decime por favor que no pusiste el escudo de boca en el living o que pintaste las pararedes de azul y amarillo - dije con cara de asco.

-Lo pensé, pero no quería que me dejes - comentó.

-Menos mal - dije un poco más aliviada.

El fanatismo de este pibe por el fútbol iba más allá del mundo, de adolescente recuerdo a Ramona retando por romper cosas. Cuando hablo de cosas es todo tipo de objetos, colchones por saltar, vidrios, televisores... cualquier tipo de cosas. Y con el tiempo la play también adueñó ese comportamiento.

En cambio yo, no solo era de river sino que no compartía el mismo sentimiento que él. Nos hemos peleado por sus ataques de locura, los cuales en su momento lo dejamos ahí y cuando pasaban unas horas está todo bien.

-En algún momento lo voy a hacer - dijo él jodiendome - quiero que lo sepas.

-No juegues con eso - me crucé de brazos y él se rio.

Era lindo volver a sentirte cómoda con alguien, en los últimos meses "mi mejor amigo" fue Juan, cosa que de amigo no tenía mucho.

Al llegar al departamento el olor a lavanda me invadió las fosas nasales, no vi grandes cambios apenas abrí la puerta... por ahora eso me agradaba.

-Dejo las valijas en el cuarto - aviso Guido mientras caminaba hacia allá.

Había vuelto, por fin en casa y encaminada por la salud tanto mental como física.

Narra Manuel

Estaba entre la espada y la pared. Maria era laboralmente muy eficaz, desde que la otra chica se fue la empresa pudo desenvolverse mejor en ciertos aspectos, y para lamento de Mia eso era gracias a Maria.

-Tengo los presupuestos - dijo entrando a mi oficina.

-Déjalos en el escritorio - esquive su mirada, me enfoque en la computadora.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora