Capítulo 72: Denuncia

743 45 75
                                    

UN MES DESPUÉS....

Poco a poco la gente empezó a entrar al gran salón. Los anfitriones todavía no se daban a ver, estaban esperando el gran momento para poder compartir junto a las miles de personas todo lo que durante meses estuvieron trabajando.

Los mozos repartían la comida y las bebidas con gran demanda, la mayoría de los invitados era gente extranjera que no tenía mucha idea de lo que eran las costumbres argentinas, por lo tanto Manuel como Pablo se encargaron de encontrar la mejor mercadería para que la gente se sienta bienvenida.

El lugar estaba bien decorado, tenía una barra grande con una gran variedad de tragos, una pista de baile, un escenario y una música tenue que acompaña la onda del lugar.

.

.

.

-¿Estas segura que estas bien? - pregunto Marizza.

-Si - respondió Mora con tono de cansada - tranquila.

-Cualquier cosa que sientas me avisas - le advirtió a su suegra - Pablo dejó bastante claro que te tenga vigilada.

-Soy yo la que tendría que vigilarlos - comentó en forma de chiste - desde que conocieron a Leo no me vinieron a visitar más.

-Sabes como es Pablo - lo justificó su novia - es medio celoso, pero es hasta que lo acepte.

-Nunca me voy a cansar de decir que son el uno para el otro - dijo la señora con una sonrisa - se nota todo lo que se aman - Marizza se limitó a solo sonreír - hablando de amar... ahí viene mi amado.

-Si escucha eso Pablo lo mata - comentó Marizza y Mora río - los dejo solos...

Mora todavía estaba en recuperación. Sufrir un infarto a su edad y con sus antecedentes era bastante raro, por eso mismo los médicos estaban investigando y haciendo varios estudios al respecto. Pablo estaba un poco paranoico con ese tema, se había vuelto muy sobreprotector e insistente en que se cuide.

.

.

.

No estaba segura de ir, sabía que era probable que se lo encontrara. Fue con miedo y con curiosidad de lo que podía llegar a pasar. ¿Le movilizará algo verla? era una de las preguntas frecuentes en la cabeza de Pilar, ella sabía que no lo había superado, simplemente se acostumbró (no del todo) a convivir con ese dolor tan horrible dentro de ella.

Pensarlo y recordar lo que vivieron todavía dolía incluso más de lo que ella misma podía reconocer, en ningún momento se liberó de la culpa que sentía, ni de la bronca por actuar como lo hizo.

-Te sacaron el yeso - dijo Laura asombrada - ¿podes moverlo?

-Con algo de dificultad - dije mirando por todos lados.

-Volvimos a estar las cuatro juntas - comentó Mia emocionada.

-Te podes calmar - dijo entre dientes Marizza - ya va a llegar - le volvió a hablar a Pilar.

-No puedo - contestó nerviosa - estoy muy ansiosa.

-Vamos a tomar algo para que te calmes - la agarró del brazo y la llevó a los tirones hasta la barra - dos trabajos de frutilla.

-Uno solo - corrigió Pilar.

-¿No queres eso? - pregunto Marizza.

-No podemos tomar alcohol, ¿estás loca?

-Relájate un poco - comentó Marizza en tono de superación - no estoy enferma.

-Pero si estás embarazada - dijo Pilar.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora