Narra Pablo
-Pablo - dice Marizza - hace como dos horas que me dijiste que venías a dormir ¿paso algo?
¿Si había pasado algo? obvio que pasaba, no podía dormir porque la cabeza no paraba de darme vueltas. Tenía en mis manos hace unas cinco horas aproximadamente un sobre de un laboratorio que podría determinar el hecho de que en un par de meses sea padre o no. Sentía pánico de volver a pasar lo de semanas atrás, no quería enfrentarlo y confesando eso probablemente me llamaran negador o cobarde y seguro tengan razón pero es inexplicable lo que se siente en esos casos. La vida te da una cachetada fuerte, de esas que te hacen mierda.
-Pablo - se sienta al lado mío y me pone una mano en la espalda - ¿Qué pasa?
-Te mentí - confesé - el sobre que me diste en el auto no era una tratamiento que se hizo Consuelo.
-Lo sé - me acarició el pelo - no te quería presionar.
-Soy un boludo ¿no? - pregunté, sabía que lo era.
-No, nada que ver - sonrió - tenes miedo nada más
-Soy un cagon - me agarre la cabeza - es solo un papel.
-Es un papel que determina algo importante - contesta ella - y si la mamá del futuro bebé te mintió.
-¿Tan mala puede ser una persona? - pregunte con miedo - si dice "negativo" todo va a cambiar.
-Lo sé - dice en una ligera voz casi en un susurro - pero si dice "positivo" vas a tener un hijo - lo último intento decirlo animada.
-Pero el que ella me mostró decía que era mi hijo - respondió afligido.
-Entonces tenes dos opciones - nos miramos - la primera es abrir el sobre y depende lo que te diga hablar con el médico o con el laboratorio.
-¿Y la otra?
-Es confiar ciegamente en lo que te dice Consuelo - sabía que se estaba tomando este tema en serio, el hecho de que la llame Consuelo y no Conchu era lo que me indicaba eso.
No me iba a quedar con la duda, tenía la prueba en mis manos. Solo deseaba que el resultado sea lo que tanto quise, que no me haga sufrir.
-Quiero abrirlo - dije en una voz baja.
-Me parece justo - contestó ella, agradecí que esté ahí conmigo.
Respire hondo con la intención de juntar fuerza, agarre el sobre que se encontraba en la mesa frente al sillón. Mire a Marizza y en sus ojos vi la fuerza y el apoyo de su parte.
-Voy - dije libere todo el aire.
Abrí el sobre y saqué el papel el cual estaba doblado empecé a leer lo que decía. Fue al pedo porque la mayoría de las cosas que comunicaba en el papel eran nulas en mi conocimiento, seguí renglones más abajo hasta ver el enorme "negativo"
-Pablo yo... - intento hablar pero no la deje.
-No digas nada - a mi voz le costó salir.
-Hay algo más en el sobre - dijo ella sacando otro papel - es una tarjeta.
-¿Una tarjeta? - fruncí el ceño.
-Estimado cliente, por la presente me comunico a usted con urgencia por un inconveniente que presentamos en realizar dicho estudio. Le pedimos que se comunique con el siguiente número lo antes posible - leyó la nota - ¿la había falsificado?
-¡Que hija de puta! - solté con bronca.
Era obvio que no me iba a poder dormir después de esto. Hicimos café y Marizza se quedo haciéndome el aguante y sacando conclusiones. Según ella no fue intencional y según yo se iba a comer el juicio de su vida. No sabía que pensar, de una semana para la otra iba a ser papá de dos criaturas y ahora había pinchado ese sueño.
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Siempre se vuelve al primer amor
FanfictionEllas cuatro son las protagonistas de esta historia. Grupo de amigas con diferentes problemas y situaciones cotidianas de la vida, amor correspondido y no correspondido, amistad, viajes, pelas, romances y más. ¿PODRÁN POR FIN ESTAS CUATRO AMIGAS SE...