Capítulo 67: Estancia

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Narra Marizza

-Y eso fue lo que paso - termino de explicar Pablo - te juro que no fue nada.

-¿Vos pensas que yo te voy a creer que la mina te beso de la nada? - Pregunte fulminándolo con la mirada - que tenga cara de tarada es una cosa, ahora que me trates con una... me parece mucho.

-Es que no te estoy tratando como nada - soltó a la defensiva - es la verdad, me tenes que creer.

-No sé - me cruce de brazos - nada me garantiza que vos no se la seguiste, y que no fue nada más que un beso.

-¿Vos te estas escuchando? - Preguntó con el ceño fruncido - es una tontería lo que estás diciendo - se pasó las manos por la cara como si estaría frustrado - ¿Cómo le voy a seguir el beso a Consuelo? - remarco su nombre - cada día estas más chapita.

-Tan errada no estoy - conteste superada - algo tuvieron, no es que nunca se vieron.

-Justamente tuvimos, en pasado - respondió.

-Donde hubo fuego cenizas quedan - replique desafiándolo con la mirada.

-Cuando quieras hablar como una adulta, llámame - respondió con tono enojado - porque en esa actitud de chiquilina, no vamos a llegar a nada.

-¿Queres que hablemos como adultos? - pregunte y el asintió - perfecto hablemos como adultos. ¿Te la cogiste?

-No lo puedo creer - se refregó nuevamente la cara y siguiendo el camino hasta enredarse en su pelo - ¿en qué cabeza entra?

-En la mía perfectamente - el tono de superación hasta a mí me sorprendía - no sería la primera vez.

-No me voy a acostar con Consuelo después de lo que hizo, es ilógico lo que estás diciendo - contesto a la defensiva.

Tenía lógica, solo sería por calentura y conociendo a Pablo y nuestra vida sexual, no tendría motivos para acostarse con ella. De todas meras la duda y la incertidumbre me carcomía la cabeza.

-Yo hice algo parecido y acá estamos

-Con vos es diferente - coloco sus manos a ambos lados de la cadera - con vos fue diferente.

-Para el caso, las dos te mentimos con algo groso - lo increpe con la mirada.

-A vos si te quiero - dijo serio pero con cierto grado de ternura - con todo lo que te amo no cabe en la cabeza de nadie lo que estás diciendo.

Que hijo de puta, sabia como me podía que me hable así. Sabía que era estrategia para que me ablande, y lo estaba consiguiendo; quería aflojar pero mi orgullo hablo primero.

-¿Por qué no me lo contaste? - pregunte ya más relajada.

-Porque sabía cómo te ibas a poner - dijo esquivándome la mirada - encima justo pasó lo de la propuesta en el exterior y se me paso.

-Qué bueno - dije irónica - hasta mi amiga lo sabía y no me dijo nada, y ahora me vengo a enterar que paso hace más de dos meses.

-Fue algo sin importancia, no quería arruinar nuestra reconciliación - agrego en voz frustrada.

-Entonces pusiste en juego nuestra relación - contesté sarcástica.

Ya me estaba yendo al pasto, era muy exagerado lo que estaba diciendo. De alguna manera tenía que jugarle con la culpa.

-¿No me vas a decir que la relación se va a arruinar por esta boludez? - bufo con una voz de agotado, me tome unos minutos para pensar; ya esta no era para tanto y encima conociendo a Conchu más que seguro se le tiro encima - te lo tuve que decir - hablo cortando el silencio - perdóname.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora