Capítulo 68: Preocupaciones I

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Narra Marizza

Empecé a abrir los ojos con mucho dolor de cabeza, no me acordaba nada más que haberme terminado de bañarme y que la vista se me nuble. Lo primero que vi fue a un Pablo desesperado, no entendía nada.

-Marizza - dijo aliviado.

-Me duele la cabeza - dije con dificultad.

-Veni vamos a la cama - me ayudo a pararme y fuimos al cuarto - ¿Cómo te sentís?

-Estoy mareada - me agarre la cabeza, una vez ya acostada.

- Yo te dije que las cosas no iban bien - me reprocho - voy a llamar un médico.

-No es necesario - me acomode - estoy bien, debe ser por el calor del baño.

-Si estás bien, o no lo va a decir el médico - contesto medio enojado - ya vengo.

-No Pablo, vení - intente frenarlo pero era terco, me fue imposible.

+++

-Esta todo más que bien - dijo el médico sacándome tensiómetro del brazo - la presión es normal y no aparenta ninguna anomalía - fulmine a Pablo con la típica mirada de yo tenía razón - de todos modos vamos a hacer más estudios, empezamos con unos de sangra ¿si?

Otra no me quedo que decir que sí, no me fascinaban las agujas pero otra opción no tenía. Saco todo lo necesario para la extracción y para mi sorpresa no dolió tanto como recordaba.

-Perfecto - dijo el médico guardando todo - en unos días vamos a tener los resultados.

-Muchas gracias - dice Pablo amablemente - lo acompaño a la puerta.

-Chau Marizza

-Chau...

Esperaba que con esto Pablo me deje en paz, mismo el medico dijo que no tenía nada y era lo que él quería escuchar; así que estaba ansiosa por la liberación mental por su parte.

-Bueno bien ¿no? - Pregunto y no lo mire - ¿y ahora que pasa?

-Pasa que yo te lo dije, no tengo nada - le recrimine - fue el calor de la ducha.

-¿Y si no era eso? - Pregunto enojado - si era otra cosa y no lo descubrimos a tiempo.

-Estas exagerando - rodé los ojos - estoy bien, no tengo nada.

-Ahora es un poco más creíble - dijo irónico - porque antes estabas blanca como la pared.

-¿A quién saliste tan exagerado? - fruncí el ceño.

-Mejor voy a preparar algo para comer - decidió salir del cuarto dejándome enojada - el medico dijo que hagas reposo - me recordó desde la cocina - así que más te vale que no te levantes.

-Como me rompes los pomelos - le respondí.

No era ni muy tarde ni muy temprano, la hora rondaba pasadas las ocho y media de la noche. Me puse a ver una película, la primera que encontré en realidad, una media hora después me di cuenta que fue mala idea porque termine llorado. Pablo me dijo que era una sensible y que no era para tanto, pero que se muera un perro en una película para mí si era para tanto.

-Que vos seas un insensible no es mi culpa - dije limpiándome las lágrimas.

-No es que sea un insensible - se defendió - solo digo que es una película, no amerita que te pongas así.

-Hablo el nene que llora por todo - lo jodí.

-Bueno si tenes razón - dijo ya vencido.

-Gracias por reconocerlo - respondí todavía ofendida, de brazos cruzados.

Siempre se vuelve al primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora