Capitulo 57: "No puedo gritar mas fuerte III"

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-¿Te importaría?- casi a las dos de la madrugada, Jackson se acercó a Yoongi, señalando al joven arrodillado entre sus piernas- Sólo por unas palabras- Seokjin lo había ignorado durante toda la noche y realmente quería hablar con él

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-¿Te importaría?- casi a las dos de la madrugada, Jackson se acercó a Yoongi, señalando al joven arrodillado entre sus piernas- Sólo por unas palabras- Seokjin lo había ignorado durante toda la noche y realmente quería hablar con él.

Yoongi no respondió, solo agitó dos dedos como un 'Ok'.

Jackson se pellizcó la nariz, tirando de su pantalón mientras se agachaba con un suspiro. Puso sus manos sobre el muslo de Yoongi, inclinando su cabeza en un intento de crear contacto visual. 

-Oye, Jin ¿Podemos hablar un momento? 

Seokjin no respondió, no se movió, no parpadeó. Se limitó a mirar un lugar al azar, tratando de mantener su respiración bajo control.

-Hm- Jackson asintió, frotándose la boca y la barbilla con una mano- Sí, me lo merezco- resopló una pequeña risa y decidió hablar de todos modos- Pero realmente necesito que sepas que fui un idiota. No tenía derecho a tratarte como lo hice- no obtuvo ninguna reacción, nada en absoluto- Las cosas que dije... lo siento mucho, hombre. Ese no fui yo. Nunca trataría a un sumiso como...

-Mierda.

La única palabra dicha en voz baja y áspera hizo que Jackson se detuviera. Estaba lleno de ira y disgusto.

-Es lo que eres. Beber no te convierte en una persona diferente- Seokjin miró hacia arriba, mirando el rostro justo frente a él- Solo te suelta la lengua, es todo lo que hace.

-No, Jin- una extraña sonrisa curvó los labios de Jackson. Bajó los ojos- Lo que sea que hice, yo...

Seokjin arrugó la nariz, evitando su mirada. 

-No intentes hacerle daño de nuevo a mi Yoongi- hizo una pausa un momento- O a Taehyung- antes de que él mirara hacia arriba, sus ojos mortalmente amenazadores.

Jackson sostuvo la mirada silenciosa, soltando una carcajada. Se pasó una mano por la cara.

-Bueno, todo lo que puedo decir es que lo siento- y se levantó, queriendo tocar el cabello de Seokjin, pero el hombre se agachó. Volvió a pellizcarse la nariz y volvió a su asiento, agarrando su vaso de agua mientras se sentaba. Un silencio incómodo colgaba como una nube de humo de tabaco sobre el salón vip del Magic Shop.   

   *****

Casi a las tres de la madrugada Taehyung se rió cuando abrió los ojos y vio a uno de sus papás que de repente estaba con él en la trastienda, viéndolo como le chupaban el pene. 

-Yoongi. 

El tipo sin nombre de rodillas miró a la dirección hacia donde se pronunciaba el nombre, soltando el pene de Taehyung por un momento. 

-Oh Dios, sí, ese tipo es tan sexy.

Yoongi apretó los dientes, agarrando al pequeño chupapenes por la nuca, empujándolo bruscamente a un lado. 

-¿Qué diablos estás haciendo aquí?

Taehyung parpadeó, pareciendo terriblemente feliz y muy confundido al mismo tiempo, su cabeza cayó hacia un lado cuando sus ojos dejaron de enfocarse. 

-O no lo eres...

-¡Que tomaste!- Yoongi agarró la mandíbula de su sumiso, luego bajó el párpado inferior y encontró las pupilas dilatadas.

-Papi- Taehyung se sintió sorprendido al ver a Yoongi justo en frente de él. Quería pedirle comida y decirle que realmente quería irse a casa.

-Solo le di algunos dulces- el chupapenes en el suelo se frotó el brazo, riendo. Ese tipo parecía la portada de la última revista de porno gay.

-Pantalón arriba- Yoongi ignoró a todos a su alrededor, alzando la voz cuando los ojos de Taehyung se cerraron- ¡JODER LOS PANTALONES, DIJE!

Taehyung se estremeció sobresaltado y se agachó para subirse la bragueta. Yoongi estaba en la trastienda. Y luego lo agarró dolorosamente con fuerza por la parte superior del brazo y lo arrastró afuera, a través de la multitud de gente, música fuerte y hacia la calle. El aire fresco de la noche lo golpeó como un martillo en la cara, haciéndolo vomitar instantáneamente. Miró el charco de líquido pegajoso que cubría sus nuevas zapatillas. Se olvidó de dibujar un cachorro.

-¿Qué está pasando? ¿Puedes parar un minuto?- Namjoon salió corriendo del club, tirando del brazo de Yoongi.

-Se queda conmigo- Yoongi se agachó, maldiciendo mientras desataba los cordones empapados de Taehyung y trataba de sacarlo de sus zapatos empapados de vomito.

-¿No, no lo harías? ¿Solo porque está borracho? ¡Es joven! ¡Solo quiere divertirse un poco!

Yoongi quitó el segundo zapato, se levantó y los arrojó a los brazos de su empleado. 

-No voy a discutir esto contigo ahora. Vete a casa. Duerme. Ven a mi oficina en la puta mañana. Las 10 en punto- tomó a Taehyung del brazo y lo arrastró por la acera hasta el estacionamiento donde estaba el recién pulido Tahoe justo en frente del club. Abrió la puerta trasera- Jin, ayúdalo a abrocharse el cinturón. 

-Jackson acaba de regresar. Casi no pasamos tiempo juntos. Realmente debería estar en casa.

Yoongi ayudó a su sumiso a subirse al asiento trasero, le dio a Seokjin una sonrisa tranquilizadora, cerró la puerta y se dio la vuelta, levantándose en todo su poder y dominancia. Dio un paso más cerca, de pie pecho contra pecho con Namjoon, apretando los dientes, su voz lo suficientemente baja para que los hombres en el auto no pudieran escucharlo. 

-Tú haces lo que yo te digo. Mi palabra es definitiva. Él se queda conmigo porque estoy trazando una línea aquí, ahora mismo. Ve y haz lo que te acabo de decir.

Namjoon frunció el ceño, sus mejillas se volvieron de un ligero tono rojo cuando primero miró fijamente el rostro de Yoongi y luego bajó los ojos.

-Vete a casa y duerme. Estaras en mi oficina a las 10- Yoongi esperó un asentimiento apenas visible- Bien- y subió al coche, arrancando el motor.

     *****

Cálido, acogedor, con el cinturón de seguridad puesto, el zumbido constante del coche, la certeza de que Yoongi los conducía con seguridad a través de la ciudad oscura y nocturna, era casi como un útero. Estar protegido en una burbuja silenciosa, lejos del mundo real.

Taehyung cerró los ojos y apoyó la cabeza en el hombro de Seokjin. Sabía que tendría que bañarse y cepillarse los dientes una vez que estuvieran en la fábrica. Tendría que sentarse si quería orinar. No se le permitiría tomar jugo de frutas para el desayuno o una dona para el almuerzo. No podría esconder ningún frasco de pastillas en botiquines sin llave y sería castigado por todo lo que había hecho esta noche.

Fue lo mejor del mundo. Seguro y perfecto.

Yoongi se detuvo en las luces rojas del semaforo y miró a sus sumisos a través del espejo retrovisor. El niño número dos se encorvó débilmente contra el costado de Seokjin, casi resbalándose del cinturón de seguridad. 

-Taehyung. Siéntate derecho de una puta vez. ¡No quieres salir por el parabrisas si tengo que pisar los putos frenos!

Taehyung parpadeó, las severas palabras en voz alta en el silencioso auto. Estaba mareado y con náuseas. Pero se sentó de todos modos, murmurando un obediente "Sí, señor" porque uno de sus papás sabía que, después de todo, no era un niño tan grande. 








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Dueño - Yoonjin/SinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora